La luz del Bhāgavata
<< 45 Después que los nuevos granos fueron segados y traídos a casa desde los arrozales >>

Después que los nuevos granos fueron segados y traídos a casa desde los arrozales, la gente comenzó a observar la ceremonia navanna en todas partes, ante la presencia del Señor Śrī Kṛṣṇa y Baladeva.

De acuerdo con la cultura Védica, los eruditos consideran que todos los productos naturales como los granos alimenticios, las frutas, las flores y la leche son enviados por Dios. Nadie puede manufacturar estas cosas en fábricas hechas por el hombre, no importa lo científicamente avanzada que la gente pueda ser. La gente puede hacer preparaciones con los alimentos enviados por Dios, pero no puede manufacturar los ingredientes naturales. Por lo tanto, los hombres espiritualmente cultos se sienten agradecidos con el Señor cuando, por su gracia, obtienen suficientes alimentos naturales.

La ceremonia navanna-prasana se observa como una forma de reconocimiento al Señor por Sus regalos. Los granos recién cosechados deben ser ofrecidos primero al Señor por los aldeanos, ya sea individual o colectivamente; en ambos casos, todos los miembros de la aldea deberán compartir el prasādam ofrecido así al Señor.

Tales ceremonias hacen a la gente feliz y próspera. Siempre debemos reconocer la misericordia de Dios. No debemos pensar que podemos producir abundantes granos alimenticios sólo con la ayuda de tractores y fertilizantes. Estos pueden ayudarnos únicamente como instrumentos para la producción; pero, sin la sanción del Señor no es posible tener granos, aunque haya camiones y fertilizantes.

Cuando el Señor Kṛṣṇa y Baladeva estaban presentes, los hombres buenos de Vṛndāvana comprendían que su provisión de granos alimenticios era suficiente debido a la presencia del Señor. Algunas personas de Vṛndāvana, incluso el padre del Señor Kṛṣṇa, Nanda Mahārāja, acostumbraban a realizar sacrificios para congraciarse con Indra, el rey del cielo, porque él es quien controla las lluvias. Sin buenas lluvias, no se producen granos y, por eso, la gente ofrecía sacrificios a Indra. Sin embargo, el Señor Śrī Kṛṣṇa detuvo esta antigua ceremonia y aconsejó a Su Padre que ofreciese el mismo sacrificio al Señor Supremo. Su propósito era enseñarnos que no necesitamos satisfacer a todos los semidioses encargados de los diferentes asuntos cósmicos; en vez de eso, debemos ofrecer sacrificios al Señor Supremo, porque el Señor es el amo y todos los demás Sus sirvientes. La famosa ceremonia anna-kuṭa, realizada especialmente en Vṛndāvana y en otras partes de la India, fue así establecida por el Señor y la gente aún sigue este camino, adorando a la colina Govardhana, donde el Señor solía disfrutar cuidando a las vacas. La gente también adora a Giri Govardhana, por ser idéntica al Señor, debido a que no existe diferencia entre Dios, Sus enseres y Sus pasatiempos.

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