La vida proviene de la vida
<< Décimo quinta caminata; 7 de Diciembre de 1973 >>

7 de diciembre de 1973
Grabada en las costas del océano Pacífico, cerca de Los Ángeles.


Śrīla Prabhupāda está acompañado por el Dr. Singh, el Dr. W. H. Wolf-Rottkay y otro estudiante.

Ojos para ver a Dios

Estudiante: Durante los últimos ciento cincuenta años, la relación entre la razón y la fe ha sido uno de los mayores problemas de los teólogos occidentales. Ellos han estado tratando de entender la fe a través de la razón, pero no han podido encontrar la relación entre la capacidad de razonamiento y la fe. Algunos de ellos tienen fe en Dios, pero su razonamiento les dice que no hay Dios. Por ejemplo, ellos dirían que cuando nosotros Le ofrecemos prasāda al Señor, pensar que Él lo acepta es sólo un acto de fe, debido a que a Él no podemos verlo.

Śrīla Prabhupāda: Ellos no pueden verlo a Él, pero yo sí puedo verlo. Yo veo a Dios y, por lo tanto, Le ofrezco prasāda. Como ellos no pueden verlo, deben acudir a mí para que yo pueda abrirles sus ojos. Ellos están ciegos —padecen cataratas—, así que yo los operaré, y ellos verán. Ése es nuestro programa.

Estudiante: Los científicos dicen que su terreno común de objetividad está constituido por lo que pueden percibir con sus sentidos.

Śrīla Prabhupāda: Sí, ellos pueden percibir cosas con sus sentidos, pero de una manera muy imperfecta. Ellos perciben la arena con sus sentidos, pero, ¿pueden ellos ver quién ha hecho la arena? He aquí la arena y he aquí el mar; se pueden ver por percepción directa. Pero, ¿cómo puede uno percibir directamente el origen de la arena y del mar?

Estudiante: Los científicos dicen que si la arena y el mar fueran hechos por Dios, podríamos verlo a Él, tal como podemos ver la propia arena y el propio mar.

Śrīla Prabhupāda: Sí, ellos pueden ver a Dios, pero deben obtener los ojos apropiados para verlo. Ellos están ciegos. Por lo tanto, deben primero acudir a mí para ser tratados. Los śāstras dicen que uno debe ir a un guru para ser tratado, de manera que uno pueda entender a Dios. ¿Cómo pueden ellos ver a Dios con ojos que no ven?

Estudiante: Pero ver a Dios es un acto supramundano. Los científicos sólo toman en cuenta la visión mundana.

Śrīla Prabhupāda: Todo es supramundano. Por ejemplo, puede que usted piense que no hay nada en el cielo claro —que está vacío—, pero sus ojos son deficientes. En el cielo hay innumerables planetas que usted no puede ver porque sus ojos son limitados. Por lo tanto, debido a que usted no tiene la facultad de percibir, tiene que aceptar mi palabra: “Sí, hay millones de estrellas allá a lo lejos”. ¿Acaso está vacío el espacio por el hecho de que usted no pueda ver las estrellas? No. Es sólo la deficiencia de sus sentidos que lo lleva a pensar así.

Estudiante: Los científicos admiten su ignorancia de algunas cosas, pero dicen que no pueden aceptar lo que no pueden ver.

Śrīla Prabhupāda: Sí ellos son ignorantes, tienen que aceptar conocimiento que les dé alguien que conoce la verdad.

Estudiante: Pero ellos dicen: “¿Y si lo que se nos dice está equivocado?”

Śrīla Prabhupāda: Entonces ésa es su mala fortuna. Como sus sentidos imperfectos no pueden percibir a Dios, tienen que oír a una autoridad hablar de ello. Ése es el proceso. Si ellos no se acercan a la autoridad —si se acercan a un engañador—, ésa es su mala fortuna. En todos aquellos casos en que los sentidos de uno no pueden actuar, el proceso consiste en acercarse a una autoridad para aprender cuáles son los hechos.

La frustración de los ateos

Dr. Singh: Lo difícil es que ante un grupo de ateos no se puede demostrar la existencia de Dios.

Śrīla Prabhupāda: Los ateos son unos sinvergüenzas. Enseñémosles a los demás —a aquellos que son sensatos—. Todo lo ha hecho alguien: la arena la ha hecho alguien, el agua la ha hecho alguien y el cielo lo ha hecho alguien. Conciencia de Kṛṣṇa significa aprender quién es ese alguien.

Dr. Singh: Los científicos dirán: “Presénteme a ese alguien para que yo pueda verlo”.

Śrīla Prabhupāda: Y yo les respondo: “Les estoy presentando a ese alguien, pero también tienen que recibir el entrenamiento correspondiente”. Uno tiene que capacitar sus ojos para ver a ese alguien. Si uno está ciego pero no quiere ir al médico, ¿cómo se curará de su ceguera para llegar a ver? Hay que ser tratado; ése es el mandato.

Dr. Singh: Ese paso requiere de fe.

Śrīla Prabhupāda: Sí, pero no de fe ciega: fe práctica. Si uno quiere aprender cualquier cosa, debe ir a un experto. Eso no es fe ciega; es fe práctica. Uno no puede aprender nada por sí solo.

Estudiante: Si alguien es verdaderamente sincero, ¿encontrará siempre un guru genuino?

Śrīla Prabhupāda: Sí. Guru-Kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja. Kṛṣṇa se encuentra dentro de uno, y tan pronto como ve que se es sincero, lo envía a la persona correcta.

Estudiante: Y si uno no es completamente sincero, ¿recibirá a un engañador por profesor?

Śrīla Prabhupāda: Sí. Si uno quiere ser engañado, Kṛṣṇa le enviará a un engañador. Kṛṣṇa es sumamente inteligente. Si uno es un engañador, Kṛṣṇa lo engañará perfectamente. Pero si uno es verdaderamente sincero, entonces Él le dará la guía apropiada. En el Bhagavad-gītā (15.15), Kṛṣṇa dice: sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jṣānam apohanaṁ ca, “Yo estoy situado en el corazón de todo el mundo, y de Mí provienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido”. Kṛṣṇa habla tanto del recuerdo como del olvido. Si uno es un engañador, Kṛṣṇa le dará la inteligencia para olvidarlo a Él para siempre.

Estudiante: Pero los ateos tienen el control. Ellos están dominando.

Śrīla Prabhupāda: Con una sola patada de māyā, todo su dominio se termina en un segundo. Ésa es la naturaleza de māyā. Los ateos se encuentran bajo control, pero debido a māyā, o la ilusión, creen que son libres.

moghāśā mogha-karmāṇo
mogha jṣānā vicetasaḥ
rākṣasīm āsurīṁ caiva
prakṛtiṁ mohinīṁ śritāḥ

Aquellos que están confundidos, se ven atraídos por puntos de vista ateos y demoníacos. En esa condición engañada, sus esperanzas de liberación, sus actividades fruitivas y su cultivo de conocimiento, son todos derrotados.(Bg. 9.12)

Debido a que están confundidos, todas sus esperanzas fracasan. Eso se declara aquí en el Bhagavad-gītā, y eso es lo que está verdaderamente ocurriendo. Muchísimos de sus grandes planes fracasan, como ese proyecto lunar, pero aun así dicen que pueden dominar la naturaleza.

Dr. Singh: Ellos no quieren recobrar su juicio.

Śrīla Prabhupāda: Por lo tanto, son unos sinvergüenzas.

Valientemente, los científicos se están yendo al infierno

Śrīla Prabhupāda: Un hombre sensato acepta una buena lección, pero un sinvergüenza nunca acepta una buena lección. Hay una historia de un gran poeta llamado Kālīdāsa, quien era además un gran sinvergüenza. Una vez, Kālīdāsa estaba sentado en la rama de un árbol y al mismo tiempo la estaba cortando. Un caballero le preguntó: “¿Por qué estás cortando esa rama del árbol? Te vas a caer”.

Kālīdāsa respondió: “No, no; no me caeré”. De manera que siguió cortando la rama, y se cayó. La conclusión es que era un sinvergüenza, porque no podía aceptar un buen consejo. Los científicos, mediante su supuesto adelanto científico, se están yendo al infierno. Pero no escuchan cuando se les habla de ello; por lo tanto, son unos sinvergüenzas. Los sinvergüenzas repetidamente hacen un plan, lo ven fracasar, y de nuevo otro más. Sin embargo, cuando tratamos de explicarles que todos sus planes materialistas serán inútiles y un fracaso, rehúsan escuchar. Eso es sinvergüencería. Los sinvergüenzas repetidamente mastican lo masticado. En el hogar, en la calle, en el club nocturno y en el teatro —dondequiera que se encuentren—, las diferentes variedades de vida sexual constituyen su único placer.

Estudiante: Śrīla Prabhupāda, uno podría decir que eso es valentía.

Śrīla Prabhupāda: Sí, se puede decir eso, pero esa valentía es sinvergüencería de ellos. Valientemente se están yendo al infierno; eso es todo. Una vez, un hombre estaba persiguiendo a otro, y el perseguidor preguntó: “¿Por qué estás huyendo? ¿Me tienes miedo?”. El otro hombre respondió: “No te tengo miedo, pero ¿por qué no he de correr? ¿Por qué debo detenerme?”.

De la misma manera, el burdo materialista está valientemente yéndose al infierno. “¿Por qué habría de detener mis actividades pecaminosas?”, dice él. “Voy a hacer frente valientemente a cualquier reacción”.

Dr. Singh: Están locos.

Śrīla Prabhupāda: Sí, locos. Los Vedas dicen que cuando un hombre se vuelve loco o es poseído por fantasmas, habla toda clase de tonterías. En forma similar, todo aquel que se encuentre bajo la influencia de la energía material, está loco. Por consiguiente, habla sólo tonterías; eso es todo. Si bien los científicos no son expertos en ciencia, sí son expertos en engañar a los demás y en hacer malabarismos de palabras.

Televisión mística

Dr. Singh: Ahora ellos tienen cosas que no tenían antes, como teléfonos, televisores, aviones, proyectiles y muchos otros descubrimientos nuevos.

Śrīla Prabhupāda: Pero existen unos teléfonos mejores, que ellos no conocen. En el Bhagavad-gītā, Sañjaya demostró eso cuando se encontraba sentado con su amo, Dhṛtarāṣṭra, relatándole los acontecimientos que estaban ocurriendo lejos de allí, en el campo de batalla de Kurukṣetra. La visión de Sañjaya era de hecho mucho mejor que el teléfono. Era televisión mística. Era televisión dentro del corazón, ya que él se encontraba sentado en una habitación que estaba lejos del campo de batalla, y aun así veía todo lo que estaba ocurriendo allá. En el Bhagavad-gītā, Dhṛtarāṣṭra le preguntó a Sañjaya: “¿Cómo están mis hijos y sobrinos? ¿Qué están haciendo?”. Sañjaya describió entonces cómo Duryodhana se dirigía a DroĀācārya, lo que Droṇācārya estaba hablando, cómo Duryodhana respondía, y así sucesivamente. Si bien estas actividades se encontraban muy lejos como para ser vistas por ojos ordinarios, Sañjaya podía verlas y describirlas a través de su poder místico. Eso es verdadera ciencia.

Dr. Singh: Algunos científicos dicen que hemos mejorado la naturaleza al hacer cosas como el plástico y las medicinas.

Śrīla Prabhupāda: En los tiempos védicos, la gente comía en platos de plata y oro, pero ahora los científicos han mejorado las cosas con platos de plástico. [Risas.]

Dr. Singh: El plástico se ha vuelto un gran problema porque no saben cómo deshacerse de él. No hay manera de desecharlo. Sólo continúa apilándose.

He aquí la prueba

Dr. Wolf-Rottkay: Los materialistas serían más sinceros si dijeran: “No queremos ser despertados de nuestro sueño. Queremos continuar tratando de disfrutar de nuestro sentidos con todas nuestras máquinas”. Pero ellos no admiten que sus intentos de disfrutar siempre fracasan.

Śrīla Prabhupāda: Ésa es su necedad. Con el tiempo tendrán que admitirlo.

Dr. Wolf-Rottkay: Pero ellos dicen: “Trata, trata otra vez”.

Śrīla Prabhupāda: ¿Cómo pueden tratar? Supóngase que uno no puede ver porque sufre de cataratas. Si uno trata de ver —trata, trata, trata, trata y trata—, ¿es ésa la cura para las cataratas? No. Nunca se curará así. Uno debe ir a un médico, el cual realizará una operación quirúrgica para restablecer nuestra vista. Sin la operación, uno no puede ver, por mucho que trate.

Dr. Wolf-Rottkay: Eso es precisamente lo que no quieren aceptar: que todos sus esfuerzos por conocer la verdad mediante la ciencia materialista, han fracasado.

Śrīla Prabhupāda: Son unos necios. No aceptan un buen consejo. Si se le da un buen consejo a un sinvergüenza, se disgusta, tal como una serpiente. Supóngase que usted lleva una serpiente a casa, y le dice: “Mi querida serpiente, por favor vive conmigo. Todos los días te daré una sabrosa comida: leche y bananas”. La serpiente se sentirá muy complacida, pero el resultado será que su veneno aumentará, y un día usted dirá: “¡Aaaah!”. [Imita a una persona que ha sido mordida.]

Dr. Wolf-Rottkay: Pero los científicos nunca pierden las esperanzas.

Śrīla Prabhupāda: Sus planes se están frustrando a cada momento. Mas aun así tienen esperanzas.

Estudiante: Śrīla Prabhupāda, un bibliotecario quería que le demostrara que el Bhagavad-gītā existe desde hace cinco mil años. Quería ver un ejemplar que hubiera sido escrito hace cinco mil años.

Śrīla Prabhupāda: Supóngase que yo entro en un cuarto oscuro y le digo a la persona que está adentro: “El Sol ha salido. ¡Salga afuera!”. La persona que está a oscuras puede que diga: “¿Qué prueba hay de que la luz existe? Primero pruébemelo; luego saldré”. Puede que yo le suplique: “Por favor, por favor, simplemente salga afuera y vea”. Pero si no sale afuera a ver, permanece ignorante, esperando la prueba. Por consiguiente, si uno simplemente lee el Bhagavad-gītā, verá todo. Venga y vea. He aquí la prueba.

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