Kṛṣṇa La Suprema Personalidad de Dios
<< 90 Descripción resumida de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa >>

Arjuna se encontraba muy asombrado después de regresar del reino espiritual, el cual pudo visitar personalmente con Kṛṣṇa. Él pensó para sí que, a pesar de ser sólo una entidad viviente ordinaria, por la gracia de Kṛṣṇa se había hecho posible que él viera personalmente el mundo espiritual. Él no sólo había hecho posible que él viera personalmente el mundo espiritual, sino que también había visto personalmente al Mahā-Viṇu original, la causa de la creación material. Se dice que Kṛṣṇa nunca sale de Vṛndāvana. Vṛndāvanaṁ parityajya na padam ekaṁ gacchati. Kṛṣṇa es supremo en Mathurā, Él aún es más supremo en Dvārakā, y es más supremo aún en Vṛndāvana. La porción Vāsudeva de Kṛṣṇa despliega Sus pasatiempos en Dvārakā; sin embargo, no existe diferencia entre la porción Vāsudeva que se manifiesta en Mathurā y Dvārakā, y la manifestación original de Kṛṣṇa en Vṛndāvana. Al comienzo de este libro discutimos que cuando Kṛṣṇa aparece, todas Sus encarnaciones, porciones plenarias y porciones de las porciones plenarias, vienen con Él. Así pues, algunos de Sus diferentes pasatiempos no son manifestadas por el propio Kṛṣṇa original, sino por Sus diferentes porciones y porciones plenarias de encarnación. Por lo tanto, Arjuna estaba intrigado acerca de cómo Kṛṣṇa había ido a ver a Kāraṇārṇavaśāyī Viṇu del mundo espiritual. Eso se discute plenamente en los comentarios de Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura.

Se concluye de las palabras de Mahā-Viṇu, que Él se encontraba muy ansioso de ver a Kṛṣṇa. Sin embargo, podría decirse que como Mahā-Viṇu se había llevado a los hijos del brāhmaṇa, Él debió haber ido indudablemente a Dvārakā para hacerlo. En consecuencia, ¿por qué no vio a Kṛṣṇa allí? Una respuesta posible es, que Kṛṣṇa no puede ni siquiera ser visto por Mahā-Viṇu, quien yace en el océano Causal del mundo espiritual, a menos que Kṛṣṇa le dé Su permiso. Así pues, Mahā-Viṇu se llevó a los hijos del brāhmaṇa uno tras otro, justo después de sus nacimientos, de manera que Kṛṣṇa fuera personalmente a recuperarlos, y entonces Mahā-Viṇu pudiera verlo allí. Si es así, la siguiente pregunta es: ¿por qué habría Mahā-Viṇu de ir a Dvārakā personalmente si no podía ver a Kṛṣṇa? ¿Por qué no envió a alguno de Sus asociados que se llevara a los hijos del brāhmaṇa? Una respuesta posible es, que poner a cualquiera de los ciudadanos de Dvārakā en dificultades, en presencia de Kṛṣṇa es muy difícil. Por consiguiente, como no era posible que ninguno de los asociados de Mahā-Viṇu se llevara a los hijos del brāhmaṇa, Él fue personalmente a llevárselos.

También pudiera hacerse otra pregunta: el Señor es conocido como brahmaṇyadeva, la Deidad adorable de los brāhmaṇas, así que, ¿por qué estuvo dispuesto a poner a un brāhmaṇa en una condición de lamento tan terrible por un hijo tras otro, hasta llevarse nueve? La respuesta es, que el Señor Mahā-Viṇu estaba tan ansioso de ver a Kṛṣṇa, que no vaciló ni siquiera en darle molestias a un brāhmaṇa. Si bien el darle molestias a un brāhmaṇa es un acto prohibido, el Señor Viṇu estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ver a Kṛṣṇa —así de ansioso estaba de verlo—. El brāhmaṇa después de perder cada uno de los hijos, iba al portón del palacio y acusaba al rey de no poder brindarles protección a los brāhmaṇas, y, por ello, ser indigno de sentarse en el trono real. El plan de Mahā-Viṇu era que el brāhmaṇa acusara a los katriyas y a Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa se viera obligado a ir a verlo para llevarse de vuelta a los hijos del brāhmaṇa.

Aún pudiera hacerse otra pregunta: si Mahā-Viṇu no puede ver a Kṛṣṇa, entonces ¿cómo se obligó a Kṛṣṇa a que, después de todo, fuera ante Él para llevarse de regreso a los hijos del brāhmaṇa? La respuesta es que el Señor Kṛṣṇa fue a ver al Señor Mahā-Viṇu no precisamente para llevarse a los hijos del brāhmaṇa, sino por el bien de Arjuna. Su amistad con Arjuna era tan íntima, que cuando Arjuna se disponía a morir, entrando en el fuego, Kṛṣṇa quiso brindarle una protección completa. Sin embargo, Arjuna no hubiera desistido de entrar en el fuego a menos que los hijos del brāhmaṇa fueran traídos de regreso. Por lo tanto, Kṛṣṇa le prometió: «Yo traeré de regreso a los hijos del brāhmaṇa. No trates de suicidarte».

Si el Señor Kṛṣṇa hubiera ido a ver al Señor Viṇu sólo para recuperar a los hijos del brāhmaṇa, entonces no habría esperado hasta que el noveno hijo hubiera sido llevado. Pero cuando el Señor Mahā-Viṇu se llevó el noveno hijo y, en consecuencia, Arjuna estaba listo para entrar en el fuego debido a que su promesa iba a resultar falsa, esa grave situación hizo que el Señor Kṛṣṇa decidiera ir con Arjuna a ver a Mahā-Viṇu. Se dice que Arjuna era una encarnación apoderada de Nara-Nārāyaṇa. Algunas veces, él recibe el nombre de Nara-Nārāyaṇa. La encarnación de Nara-Nārāyaṇa es también una de las expansiones plenarias del Señor Viṇu. Por consiguiente, cuando Kṛṣṇa y Arjuna fueron a ver al Señor Viṇu, se entiende que Arjuna hizo la visita en Su carácter de Nara-Nārāyaṇa, tal como Kṛṣṇa actuó en Su carácter de Vāsudeva cuando desplegó Sus pasatiempos en Dvārakā.

Arjuna, después de visitar el mundo espiritual, concluyó que cualquier opulencia que cualquiera pudiera exhibir en el mundo material o en el mundo espiritual, era todo regalo del Señor Kṛṣṇa. El Señor Kṛṣṇa se manifiesta de diversas formas, como viṇu-tattva y jīva-tattva, o, en otras palabras, como svāṁśa y vibhinnāṁśa. Viṇu-tattva es conocido como svāṁśa, y jiva-tattva es conocido como vibhinnāṁśa. Por lo tanto, Él puede desplegarse a Sí Mismo mediante Sus diferentes pasatiempos trascendentales, bien sea en la porción de svāṁśa o bien en la vibhinnāṁśa, como Él lo desee, pero aun así Él sigue siendo la Suprema Personalidad de Dios original.

La porción final de los pasatiempos de Kṛṣṇa se encuentra en el Nonagésimo Capítulo, Décimo Canto, de El Śrīmad-Bhāgavatam, y en ese capítulo, Śukadeva Gosvāmī quiso explicar cómo Kṛṣṇa vivió dichosamente en Dvārakā con todas las opulencias. Ya se exhibió en los diferentes pasatiempos de Kṛṣṇa Su opulencia de fuerza, y ahora se mostrará cómo Su residencia en Dvārakā exhibió Sus opulencias de riqueza y belleza. En este mundo material, que es sólo un reflejo pervertido del mundo espiritual, las opulencias de riqueza y belleza se consideran las más elevadas de todas las opulencias. Por lo tanto, mientras Kṛṣṇa permanecía en este planeta como la Suprema Personalidad de Dios, Sus opulencias de riqueza y belleza no tenían comparación en los tres mundos. Kṛṣṇa disfrutó de dieciséis mil bellas esposas, y es de lo más significativo que Él vivió en Dvārakā como el único esposo de esas miles de bellas mujeres. Se afirma específicamente en relación con esto, que Él era el único esposo de dieciséis mil reinas. Naturalmente, no es algo desconocido en la historia del mundo que un poderoso rey tuviera muchos cientos de reinas, pero si bien un rey así podría ser el único esposo de tantas mujeres, no podría disfrutarlas a todas al mismo tiempo. Sin embargo, Kṛṣṇa disfrutó a todas Sus dieciséis mil esposas simultáneamente.

Aunque pudiera decirse que los yogīs también pueden expandir sus cuerpos en muchas formas, la expansión de los yogīs y la expansión del Señor Kṛṣṇa no son iguales. Por lo tanto, Kṛṣṇa algunas veces recibe el nombre de Yogeśvara, el amo de todos los yogīs. En la literatura védica conseguimos la descripción de cómo el yogī Saubhara Muni se expandió en ocho. Pero esa expansión era como una expansión de televisión. La imagen de la televisión se manifiesta en millones de expansiones, pero esas expansiones no pueden actuar de un modo diferente; ellas son tan sólo reflejos del original, y sólo pueden actuar de un modo diferente; ellas son tan sólo reflejos de original, y sólo pueden actuar tal como el original actúa. La expansión de Kṛṣṇa no es material, como la expansión de la televisión o del yogī. Cuando Nārada visitó los diferentes palacios de Kṛṣṇa, él vio que Kṛṣṇa, en Sus diferentes expansiones, estaba ocupado en diferentes maneras en todos y cada uno de los palacios de las reinas.

También se dice que Kṛṣṇa vivió en Dvārakā como el esposo de la diosa de la fortuna. La reina Rukmiṇī es la diosa de la fortuna, y todas las demás reinas son sus expansiones. Así que Kṛṣṇa, el principal miembro de la dinastía Vṛṇi, disfrutó con la diosa de la fortuna en medio de plena opulencia. Hay una descripción que dice que las reinas de Kṛṣṇa son permanentemente jóvenes y bellas. Si bien Kṛṣṇa tenía nietos y bisnietos, ni Kṛṣṇa ni Sus reinas parecían mayores de dieciséis o veinte años. Las jóvenes reinas eran tan bellas, que cuando se movían, parecían relámpagos que se movían en el cielo. Ellas siempre se encontraban vestidas con ropas y adornos excelsos, y estaban siempre dedicadas a actividades alegres tales como bailar, cantar o jugar pelota en las azoteas de los palacios. El baile y los juegos de tenis de las muchachas del mundo material, parecen reflejos desvirtuados de los pasatiempos originales de la Personalidad de Dios original, Kṛṣṇa, y Sus esposas.

Los caminos y calles de la ciudad de Dvārakā siempre estaban llenos de elefantes, caballos, cuadrigas y soldados de infantería. Cuando los elefantes están de servicio, se les da a beber licor, y se dice que a los elefantes de Dvārakā se les daba tanto licor, que ellos derramaban una gran cantidad de él en el camino y, aun así, caminaban por las calles embriagados. Los soldados de infantería que pasaban por las calles, se encontraban profusamente adornados con ornamentos de oro, y había caballos y también cuadrigas de oro que paseaban por las calles. En todas las direcciones de Dvārakā, dondequiera que uno volvía sus ojos, encontraba jardines y parques verdes, y cada uno de ellos estaba lleno de árboles y plantas cargados de frutas y flores. Debido a que había tantos hermosos árboles de frutas y flores, todos los pájaros de dulces gorjeos y los zumbantes abejorros se unían para producir dulces vibraciones. Así pues, la ciudad de Dvārakā desplegó plenamente todas las opulencias. Los héroes de la dinastía Yadu solían considerarse los residentes más afortunados de la ciudad, y de hecho ellos disfrutaban de todas las facilidades trascendentales.

Todos los dieciséis mil palacios de las reinas de Kṛṣṇa se encontraban situados en esa hermosa ciudad de Dvārakā, y el Señor Kṛṣṇa, el supremo disfrutador eterno de todas esas facilidades, se expandía en dieciséis mil formas, y se dedicaba simultáneamente a diferentes asuntos familiares en esos dieciséis mil palacios. En todos y cada uno de los palacios, había lagos y jardines bellamente decorados. El agua de los lagos, clara como el cristal, contenía muchas flores de loto de diferentes como azul, amarillo, blanco y rojo, que se abrían, y el polvo azafrán de las flores de loto era soplado por la brisa a todos los alrededores. Todos los lagos estaban llenos de bellos cisnes, patos y grullas, que entonaban en ocasiones sonidos melodiosos. Algunas veces el Señor Śrī Kṛṣṇa entraba con Sus esposas en esos lagos o en los ríos, y disfrutaba con ellas, con pleno júbilo, de pasatiempos natatorios. Algunas veces las esposas del Señor Kṛṣṇa, quienes eran todas diosas de la fortuna, abrazaban al Señor en medio del agua, mientras nadaban o se bañaban, y el rojo bermellón del kuṅkuma que realzaba la belleza de sus pechos, adornaba el pecho del Señor con un color rojizo.

Los impersonalistas no se atreverían a creer que en el mundo espiritual existen variedades de disfrute así como esos, y para demostrar el verdadero y por siempre bienaventurado disfrute del mundo espiritual, el Señor Kṛṣṇa descendió a este planeta y mostró que el mundo espiritual no está desprovisto de esas placenteras facilidades de la vida. La única diferencia es, que en el mundo espiritual esas facilidades constituyen sucesos eternos que nunca se acaban, mientras que en el mundo material son tan sólo temporales reflejos desvirtuados. Cuando el Señor Kṛṣṇa se dedicaba a esos disfrutes, los Gandharvas y músicos profesionales lo glorificaban con melodiosos conciertos musicales, acompañados por mṛdangas, tambores, timbales, instrumentos de cuerda y cornetas de bronce, y toda la atmósfera se convertía en una celebración muy festiva. Con un humor festivo, las esposas del Señor algunas veces rociaban agua sobre el cuerpo de Él con un instrumento parecido a una jeringa, y el Señor mojaba los cuerpos de las reinas de un modo similar. Cuando Kṛṣṇa y las reinas se dedicaban a esos pasatiempos, parecían como si el rey celestial Yakarāja estuviera disfrutando de pasatiempos con sus muchas esposas. (Yakarāja también es conocido como Kuvera, y se le considera el tesorero del reino celestial.) Cuando las esposas del Señor Kṛṣṇa quedaban así mojadas, la belleza de sus pechos y muslos se realzaba mil veces, y su larga cabellera caía para adornar esas partes de sus cuerpos. Las bellas flores que estaban puestas en su cabello caían, y las reinas encontrándose aparentemente acosadas por el hecho de que el Señor lanzaba agua sobre ellas, se acercaban a Él con el pretexto de arrebatarle el instrumento parecido a una jeringa, y ese intento creaba una situación en la que el Señor podía abrazarlas a medida que ellas se acercaban a Él voluntariamente. Al ser abrazadas, las esposas del Señor sentían en sus bocas una clara indicación de amor conyugal, y eso creaba una atmósfera de bienaventuranza espiritual. Cuando la guirnalda que se encontraba en el cuello del Señor tocaba entonces los pechos de las reinas, sus cuerpos por entero quedaban cubiertos por un amarillo azafrán. Estando dedicados a pasatiempos celestiales, las reinas se olvidaban de sí mismas, y su suelta cabellera se parecía a las hermosas olas de un río. Cuando las reinas rociaban agua en el cuerpo de Kṛṣṇa o Él rociaba agua en los cuerpos de las reinas, toda la situación parecía igual a la de un elefante que se encuentra disfrutando en un lago, juntamente con muchas elefantas.

Después de disfrutar plenamente entre sí, las reinas y el Señor Kṛṣṇa salían del agua y abandonaban sus húmedas prendas de vestir, que eran muy valiosas, para que fueran tomadas por los bailarines y cantantes profesionales. Esos bailarines y cantantes no tenían ningún otro medio de subsistencia que las recompensas de valiosas prendas de vestir y ornamentos, dejados por las reinas y reyes en esas ocasiones. Todo el sistema social estaba tan bien planeado, que todos los miembros de la sociedad, en sus diferentes posiciones como brāhmaṇas, katriyas, vaiśyas y śudras, no tenían dificultad en ganarse la vida. No había competencia entre las diferentes divisiones de la sociedad. La concepción original del sistema de castas estaba planeada de tal manera, que un grupo de hombres dedicados a un tipo particular de ocupación, no competía con otro grupo de hombres dedicados a una ocupación diferente.

De esa manera, el Señor Kṛṣṇa solía disfrutar de la compañía de Sus dieciséis mil esposas. Los devotos del Señor que quieren amar a la Suprema Personalidad de Dios a través de la melosidad del amor conyugal, son elevados a la posición de volverse esposas de Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa también los mantiene siempre apegados a Él mediante Su bondadoso comportamiento. El comportamiento de Kṛṣṇa con Sus esposas, Sus movimientos, Su conversación con ellas, Su sonrisa, Su abrazo, y otras actividades similares, iguales a las de un esposo amoroso, las mantuvo siempre muy apegadas a Él. Ésa es la perfección más elevada de la vida. Si alguien permanece siempre apegado a Kṛṣṇa, debe entenderse que está liberado, y su vida es un éxito. A cualquier devoto que ama a Kṛṣṇa con su alma y corazón, Kṛṣṇa le corresponde de una manera tal, que el devoto no puede permanecer desapegado de Él. El trato recíproco entre Kṛṣṇa y sus devotos es tan atractivo, que un devoto no puede pensar en ningún otro tema que no sea Kṛṣṇa.

Para todas las reinas, Kṛṣṇa era su único objeto digno de adoración. Ellas estaban siempre absortas, pensando en Kṛṣṇa, la hermosamente negruzca Personalidad de Dios de los ojos de loto. Algunas veces, pensando en Kṛṣṇa, permanecían calladas, y algunas veces, movidas por un gran éxtasis de bhāva y anubhāva, hablaban como si estuvieran deliberando. Algunas veces, incluso en presencia del Señor Kṛṣṇa, ellas describían vívidamente los pasatiempos de los que habían disfrutado en el lago o en el río con Él. Parte de esos relatos habrá de describirse aquí.

Una de las reinas le dijo al pájaro kurarī: «Mi querido kurarī, ahora está muy entrada la noche. Todos están durmiendo. El mundo entero está ahora calmado y pacífico. En este momento, la Suprema Personalidad de Dios está durmiendo, si bien Su conocimiento no es alterado por ninguna circunstancia. Entonces, ¿por qué no estás durmiendo?, ¿por qué te estás lamentando de esa manera durante toda la noche? Mi querido amigo, ¿será acaso que estás también tan atraído por los ojos de loto de la Suprema Personalidad de Dios, y por Su dulce sonrisa, y por Sus palabras atractivas, tal como yo lo estoy? ¿Acaso ese trato de la Suprema Personalidad de Dios aflige tu corazón como lo hace con el mío?

«Hola, cakravākī, ¿Por qué has cerrado tus ojos?, ¿estás buscando a tu esposo, quien pudiera haberse ido a países extranjeros? ¿Por qué te estás lamentando tan desconsoladamente? ¡Ay! Parece que estás muy acongojada. ¿O será que tú también estás deseosa de volverte una servidora eterna de la Suprema Personalidad de Dios? Yo creo que tú estás ansiosa de poner una guirnalda en los pies de loto del Señor, y luego colocarla en tu cabello.

»¡Oh, mi querido océano!, ¿por qué ruges todo el día y toda la noche?, ¿no te gusta dormir? Yo creo que tú has sido atacado por insomnio o, si no estoy equivocada, mi querido Śyāmasundara se ha llevado con mucho tacto tu gravedad y tu poder de tolerancia, que son tus cualidades naturales. ¡No es cierto que por esa razón estás sufriendo de insomnio como yo! Sí, yo admito que no hay remedio para esa enfermedad.

»Mi querido dios de la Luna, yo creo que tú has sido atacado por un severo tipo de tuberculosis. Por esa razón, te estás volviendo más y más delgado de día en día. ¡Oh, mi señor!, ahora estás tan débil, que tus delgados rayos no pueden disipar la oscuridad de la noche ¿O será que, tal como yo, tú también te has pasmado por las palabras misteriosamente dulces de mi Señor Śyāmasundara? ¿No es cierto que se debe a esa severa ansiedad que tú estás tan grave?

»¡Oh, brisa de los Himalayas!, ¿qué te he hecho yo a ti para que estés tan resuelta a fastidiarme, haciendo que se despierte mi lujuria por reunirme con Kṛṣṇa? ¿Acaso no sabes que ya he sido herida por la deshonesta política de la Personalidad de Dios? Mi querida brisa de los Himalayas, por favor entérate de que ya he sido herida. No es necesario que se me hiera más y más.

»Mi querida y hermosa nube, el color de tu bello cuerpo se asemeja exactamente al matiz corporal de mi muy querido Śyāmasundara. Por lo tanto, yo creo que tú eres muy querida por mi Señor, el miembro principal de la dinastía de los Yadus, y debido a que tú eres tan querida por Él, te encuentras exactamente igual que yo, absorta en meditación. Puedo darme cuenta de que tu corazón está lleno de ansiedad por Śyāmasundara. Tú pareces estar excesivamente ansiosa de verlo, y yo veo que tan sólo por esa razón, hay gotas de lágrimas que se deslizan de tus ojos, tal como lo hace de los míos. Mi querida nube negra, hemos de admitir francamente que el establecer una relación íntima con Śyāmasundara significa adquirir ansiedades innecesarias, mientras que, de no ser por ello, estaríamos cómodas en casa».

Por lo general, el cuclillo hace sonar su vibración arrulladora al final de la noche o en las primeras horas de la mañana. Cuando las reinas oían el arrullo del cuclillo al final de la noche, decían: «Querido cuclillo, tu voz es muy dulce. Tan pronto como vibras tu dulce voz, de inmediato recordamos a Śyāmasundara, debido a que tu voz se asemeja exactamente a la de Él. Hemos de admitir francamente que tu voz está imbuida de néctar, y es tan vigorizada, que es capaz de devolverles la vida a aquellos casi están muertos por la separación de su muy querido amigo. Así que estamos muy endeudadas contigo. Por favor, haznos saber cómo podemos darte la bienvenida o cómo podemos hacer algo por ti».

Las reinas continuaron hablando así, y le dijeron a la montaña lo siguiente: «Querida montaña, eres muy generosa. Sólo por tu gravedad es que toda la corteza de esta Tierra se mantiene adecuadamente, aunque, debido a que tú desempeñas tus deberes muy fielmente, no sabes cómo moverte. Debido a que eres tan grave, no te mueves de un lado a otro, ni tampoco dices nada. Por el contrario, siempre aparentas estar muy pensativa. Puede que siempre te encuentres pensando en un asunto muy grave e importante, pero podemos adivinar muy claramente en qué estás pensando. Estamos seguras de que estás pensando en colocar los pies de loto de Śyāmasundara en tus alzados picos, así como nosotras queremos colocar Sus pies de loto en nuestros erguidos bustos.

»Queridos ríos secos, sabemos que debido a que es verano, todos sus cauces están secos y ustedes no tienen agua. Debido a que toda su agua se ha secado, no se encuentran ya embellecidos por flores de loto nacientes. Actualmente, aparentan encontrarse muy endebles y delgados, así que podemos entender que la posición de ustedes es exactamente igual a la nuestra. Hemos perdido todo por estar separadas de Śyāmasundara, y ya no escuchamos más Sus placenteras palabras. Nuestros corazones ya no funcionan correctamente y, por ello, también nosotras nos hemos vuelto muy endebles y delgadas. Por consiguiente, pensamos que ustedes se encuentran igual que nosotras. Ustedes se han vuelto endebles y delgados debido a que no están recibiendo agua de su esposo, el océano, a través de las nubes»4. El ejemplo que las reinas dan aquí es muy apropiado. Los cauces de los ríos se secan cuando el océano ya no les suministra más agua a través de las nubes. Se supone que el océano es el esposo del río, y, por lo tanto, tiene el deber de mantenerlo. A menos que las cosas básicas que una mujer requiera en la vida serán proveídas por su esposo, ella también se vuelve tan seca como un río seco.

Una reina le habló a un cisne de la siguiente manera: «Mi querido cisne, por favor ven aquí, ven aquí. Eres bienvenido. Por favor siéntate y toma un poco de leche. Mi querido cisne, ¿puedes decirme si tienes algún mensaje de Śyāmasundara? Yo te considero un mensajero de Él. Si tú tienes algunos mensajes de Él, por favor dime. Nuestro Śyāmasundara es siempre muy independiente. Nadie nunca lo controla a Él. Todas nosotras hemos fracasado en controlarlo, y por lo tanto te preguntamos, ¿se mantiene Él bien? Debo informarte que Śyāmasundara es muy inconstante. Su amistad es siempre temporal; se rompe incluso con una ligera agitación. Pero, ¿tendrías la bondad de explicarme por qué Él es tan poco amable conmigo? Anteriormente, Él decía que yo sola era Su muy querida esposa. ¿Recuerda Él esa afirmación? De todas formas, eres bienvenido. Por favor, siéntate. Pero yo no puedo aceptar tu súplica de ir adonde Śyāmasundara. Si yo no le importo, ¿por qué habría de estar loca por Él? Lamento mucho tener que hacerte saber que te has vuelto el mensajero de un alma de pobre corazón. Me estás pidiendo que vaya adonde Él, pero no voy a ir. ¿Qué dices?, ¿hablas de que Él viene a mí? ¿Acaso Él desea venir aquí a satisfacer mi gran expectación por Él? Está bien. Puedes traerlo aquí. Pero no traigas con Él a Su muy bienamada diosa de la fortuna. ¿Crees tú que Él no puede estar separado de la diosa Lakmī? Su comportamiento es muy desagradable. ¿Acaso eso significa que sin Lakmī, Śyāmasundara no puede ser feliz?, ¿no puede Él ser feliz con ninguna otra esposa? ¿Significa eso que la diosa de la fortuna tiene el océano de amor por Él, y ninguna de nosotras puede compararse con ella?».

Todas las esposas del Señor Kṛṣṇa estaban completamente absortas, pensando en Él. Kṛṣṇa es conocido como yogeśvara, el amo de todos los yogīs, y todas las esposas que Kṛṣṇa tenía en Dvārakā, solían mantener a ese Yogeśvara en sus corazones. En vez de tratar de ser amo de todos los místicos poderes yóguicos, es mejor si uno simplemente mantiene al supremo Yogeśvara, Kṛṣṇa, en su corazón. Así la vida de uno puede volverse perfecta, y no puede ser muy fácilmente trasladado al reino de Dios. Debe entenderse que todas las reinas de Kṛṣṇa que vivían con Él en Dvārakā, fueron sus vidas anteriores devotos muy, muy excelsos que querían establecer una relación con Kṛṣṇa de amor conyugal. Así pues, ellos obtuvieron la oportunidad de volverse sus esposas y disfrutar de una constante relación amorosa con Él. Al final, fueron todos trasladados a los planetas Vaikuṇṭha.

La Suprema Verdad Absoluta y Personalidad de Dios no es nunca impersonal. Todas las Escrituras védicas glorifican la ejecución trascendental de Sus diversos pasatiempos y actividades personales. Se dice que en los Vedas y en El Rāmāyaṇa sólo se describen las actividades del Señor. En todas partes de la literatura védica se cantan Sus glorias. Tan pronto como personas de corazón blando, como las mujeres, oyen esos pasatiempos trascendentales del Señor Kṛṣṇa, de inmediato son atraídas por Él. Por consiguiente, las mujeres y muchachas de corazón blando son muy fácilmente atraídas por el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. Aquel que es así atraído por el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa, y que trata de mantenerse en constante contacto con esa conciencia, consigue indudablemente la salvación suprema, y va de vuelta a Kṛṣṇa, quien se encuentra en Goloka Vṛndāvana. Si simplemente por desarrollar conciencia de Kṛṣṇa uno puede ser trasladado al mundo espiritual, uno puede imaginar cuán bienaventuradas y bendecidas se encontraban las reinas del Señor Kṛṣṇa, que hablaron con Él personalmente y que vieron al Señor Kṛṣṇa cara a cara. Nadie puede describir adecuadamente la fortuna de las esposas del Señor Kṛṣṇa. Ellas cuidaron de Él personalmente, prestándole diversos servicios trascendentales, como bañarlo, alimentarlo, complacerlo y servirle. Así pues, ninguna austeridad de nadie puede asemejarse al servicio de las reinas de Dvārakā.

Śukadeva Gosvāmī le informó a Mahārāja Parīkit que, para la autorrealización, las austeridades y penitencias realizadas por las reinas de Dvārakā no tienen comparación. El objetivo de la autorrealización es uno: Kṛṣṇa. Por lo tanto, si bien el trato de las reinas con Kṛṣṇa parecía igual al trato ordinario entre esposo y esposa, el punto principal que ha de ser observado es el apego que está destinado a desapegarlo a uno del mundo material, y a aumentar el apego de uno por Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios. Kṛṣṇa es el refugio de todas las personas que avanzan en el logro de la autorrealización. Como un casado ideal, Kṛṣṇa vivió con esposa e hijos y con toda opulencia, exactamente igual que un alma condicionada ordinaria, tan solo para darles el ejemplo a esas almas que están verdaderamente condicionadas, de que uno puede entrar en la esfera de la vida familiar, siempre y cuando Kṛṣṇa sea el centro de ella. Por ejemplo, los miembros de la dinastía Yadu vivían en la familia de Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa era el centro de todas sus actividades.

La renunciación no es tan importante como el aumento del apego de uno por Kṛṣṇa. El movimiento de conciencia de Kṛṣṇa está especialmente hecho para lograr ese propósito. Estamos predicando bajo el principio de que no importa si un hombre es sannyāsī o gṛhastha. Uno simplemente tiene que aumentar su apego por Kṛṣṇa, y entonces su vida es un éxito. Siguiendo los pasos del Señor Śrī Kṛṣṇa, uno puede vivir con sus familiares o dentro de a sociedad o de la nación, no con el propósito de entregarse a la complacencia sensual, sino de comprender a Kṛṣṇa, aumentando el apego por Él. Existen cuatro principios para elevarse de la vida condicionada a la vida liberada, que son técnicamente conocidos como dharma, artha, kāma y moka (religión, desarrollo económico, complacencia sensual y liberación). Si uno vive una vida familiar siguiendo los pasos de los familiares del Señor Kṛṣṇa, uno puede alcanzar todos esos cuatro principios del éxito simultáneamente, al hacer que Kṛṣṇa sea el centro de todas las actividades.

Ya es conocido por nosotros que Kṛṣṇa tenía 16.108 esposas. Todas esas esposas eran excelsas almas liberadas, y entre ellas, la reina Rukmiṇī era la principal. Después de Rukmiṇī había otras siete esposas principales, y los nombres de los hijos de esas ocho reinas principales ya se han mencionado. Además de los hijos de esas ocho reinas, el Señor Kṛṣṇa engendró diez hijos en cada una de las otras reinas. Así pues, en conjunto, los hijos de Kṛṣṇa sumaban 16.108 multiplicado por diez. Uno no debe asombrarse al oír que Kṛṣṇa tenía tantos hijos. Se debe recordar que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, y que Él tiene potencias ilimitadas. Él proclama que todos los seres vivientes son Sus hijos, así que si incluso Él tuviera dieciséis millones de hijos apegados a Él personalmente, no habría razón de asombro.

Entre los grandemente poderosos hijos de Kṛṣṇa, dieciocho hijos eran mahā-rathas. Los mahā-rathas podían pelear solos contra muchos miles de soldados, aurigas, soldados de caballería y elefantes. La reputación de esos dieciocho hijos estaba muy difundida y se habla de ella en casí todas las Escrituras védicas. Los dieciocho hijos mahā-rathas se listan de la siguiente manera: Pradyumna, Aniruddha, Diptimān, Bhānu, Sāmba, Madhu, Bṛhadbhānu, Citrabānu, Vṛka, Aruṇa, Pukara, Vedabāhu, Śrutadeva, Sunandana, Citrabāhu, Virūpa, Kavi y Nyagrodha. De esos dieciocho hijos mahā-ratha de Kṛṣṇa, se considera que Pradyumna es el principal. Pradyumna resultaba ser el hijo mayor de la reina Rukmiṇī, y él heredó todas las cualidades de su gran padre, el Señor Kṛṣṇa. Él se casó con la hija de su tío materno Rukmī, y de ese matrimonio nació Anirudha. Anirudha era tan poderoso, que él podía pelear contra diez mil elefantes. Él se casó con la nieta de Rukmī, el hermano de Rukmiṇī. Debido a que la relación entre los primos era lejana, un matrimonio así no era poco común. Vajra era el hijo de Anirudha. Cuando toda la dinastía Yadu fue destruida por la maldición de un brāhmaṇa, sólo Vajra sobrevivió. Vajra tuvo un hijo de nombre Pratibāhu. El hijo de Pratibāhu recibió el nombre de Subāhu, el hijo de Subāhu recibió el nombre de Śāntasena, y el hijo de Śāntasena fue Śatasena.

Śukadeva Gosvāmī afirmó que todos los miembros de la dinastía Yadu tuvieron muchos hijos. Así como Kṛṣṇa tuvo muchos hijos, nietos y bisnietos, así mismo cada uno de los reyes nombrados aquí, tuvo también extensiones familiares similares. Además de que todos ellos tuvieron muchos hijos, todos fueron extraordinariamente ricos y opulentos. Ninguno de ellos fue débil ni tuvo una vida corta, y por encima de todo, todos los miembros de la dinastía Yadu eran firmes devotos de la cultura brahmínica. Es el deber de los reyes katriyas, mantener la cultura brahmínica y proteger a los brāhmaṇas capacitados, y todos los reyes desempeñaron sus deberes correctamente. Los miembros de la dinastía Yadu eran tan numerosos, que sería muy difícil describirlos a todos ellos, incluso si una tuviera una duración de muchos miles de años. Śrīla Śukadeva Gosvāmī le informó a Mahārāja Parīkit que él había oído de fuentes fidedignas que, simplemente para enseñarles a los hijos de Yadu había hasta 38.800.000 maestros o ācāryas. Si se necesitaban todas esos maestros para educar a los hijos de ellos, uno puede simplemente imaginarse cuán vasto era el número de miembros de la familia. En cuanto a su poderío militar, se dice que el rey Ugrasena por sí solo tenía diez mil billones de soldados como guardaespaldas personales.

Antes del advenimiento del Señor Kṛṣṇa en este universo, había muchas batallas entre los demonios y los semidioses. Muchos demonios murieron en el combate, y recibieron todos la oportunidad de nacer en elevadas familias reales de esta Tierra. Debido a sus excelsos puestos en la realeza, todos esos demonios se envanecieron mucho, y sólo de ocupaban de acusar a sus súbditos. El Señor Kṛṣṇa apareció en este planeta justo al final de Dvāpara-yuga para aniquilar a todos esos reyes demoníacos. Como se dice en El Bhagavad-gītā: paritrāṇāya sādhūnāṁ vināśāya ca duskṛtām. El Señor viene para proteger a los devotos y aniquilar a los herejes. A algunos de los reyes también se les pidió aparecer en esta Tierra para asistir en los pasatiempos trascendentales del Señor Kṛṣṇa. Cuando Kṛṣṇa apareció, vino asociado con Sus servidores eternos, pero dos ellos nacieron en la dinastía Yadu. La dinastía Yadu tenía ciento un clanes en diferentes partes del país. Todos los miembros de esos diferentes clanes respetaban al Señor Kṛṣṇa de una forma que correspondía a Su divina posición, y todos ellos eran Sus devotos de alma y corazón. Así pues, todos los miembros de la dinastía Yadu eran muy opulentos, se sentían felices y eran muy prósperos, y no tenían ninguna ansiedad. Debido a su absoluta fe en el Señor Kṛṣṇa y a su devoción por Él, nunca fueron vencidos por ningunos otros reyes. Su amor por Kṛṣṇa era tan intenso, que en sus actividades regulares —al sentarse, al dormir, viajar, hablar, divertirse, limpiarse y bañarse— estaban simplemente absortos pensando en Kṛṣṇa, y no prestaban atención a las necesidades corporales. Ése es el síntoma de un devoto puro del Señor Kṛṣṇa. Así como un hombre olvida a veces sus otras actividades corporales cuando se encuentra plenamente absorto en algún pensamiento particular, así mismo los miembros de la dinastía Yadu actuaban automáticamente para satisfacer sus necesidades corporales; sin embargo, su verdadera atención se encontraba siempre fija en Kṛṣṇa. Sus actividades corporales se realizaban mecánicamente, pero sus mentes estaban siempre absortas, encontrándose en el estado de plena conciencia de Kṛṣṇa.

Śrīla Śukadeva Gosvāmī ha concluido el Nonagésimo Capítulo del Décimo Canto de El Śrīmad-Bhāgavatam, señalando cinco excelencias particulares del Señor Kṛṣṇa. La primera excelencia es, que antes de la aparición del Señor Kṛṣṇa en la familia Yadu, el río Ganges era conocido como la cosa más pura; incluso las cosas impuras podían purificarse simplemente mediante el toque del agua del Ganges. Ese muy excelente poder del agua del Ganges, se debía a que había emanado del dedo del pie del Señor Viṇu. Pero cuando el Señor Kṛṣṇa, el Viṇu Supremo, apareció en la familia de la dinastía Yadu, Él viajó personalmente a través de todo el reino de los Yadus, y mediante Su asociación íntima con la dinastía Yadu, toda la familia, además de volverse muy famosa, se volvió también más eficaz que el agua del Ganges, en cuanto a purificar a las demás personas.

La siguiente excelencia de la aparición del Señor Kṛṣṇa era que, si bien aparentemente Él les daba protección a los devotos y aniquilaba a los demonios, tanto los devotos como los demonios alcanzaron el mismo resultado. El Señor Kṛṣṇa es quien depara cinco clases de liberación, de las cuales sāyujya-mukti, o la liberación de volverse uno con el Supremo, les fue dada a los demonios como Kaṁsa, mientras que las gopīs obtuvieron la oportunidad de asociarse con Él personalmente. Las gopīs mantuvieron su individualidad para disfrutar de la compañía del Señor Kṛṣṇa, pero Kaṁsa fue recibido en su brahmajyoti impersonal. En otras palabras, tanto los demonios como las gopīs se liberaron espiritualmente, pero debido a que los demonios eran enemigos y las gopīs eran amigas, los demonios fueron matados y las gopīs fueron protegidas.

La tercera excelencia de la aparición del Señor Kṛṣṇa era que, la diosa de la fortuna, quien era adorada por los semidioses como el Señor Brahma, Indra y Candra, permaneció siempre dedicada al servicio del Señor, si bien el Señor les dio más preferencia a las gopīs. Lakmijī, la diosa de la fortuna, trató lo mejor que pudo estar al mismo nivel que las gopīs, pero no consiguió el éxito. A pesar de ello, permaneció siendo fiel a Kṛṣṇa, si bien por lo general ella no se queda en un mismo lugar, ni siquiera si es adorada por semidioses como el Señor Brahmā.

La cuarta excelencia de la aparición del Señor Kṛṣṇa se refiere a las glorias de Su nombre. Se afirma en la literatura védica que por cantar los diferentes nombres del Señor Viṇu mil veces, uno puede recibir los mismos beneficios que por cantar tres veces el nombre del Señor Rāma. Y por cantar el santo nombre del Señor Kṛṣṇa solo una vez, uno recibe el mismo beneficio. En otras palabras, de todos los santos nombres de la Suprema Personalidad de Dios, incluso Viṇu y Rāma, el santo nombre de Kṛṣṇa es el más poderoso. En consecuencia, la literatura védica hace especial énfasis en el canto del santo nombre de Kṛṣṇa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. El Señor Caitanya introdujo ese canto del santo nombre de Kṛṣṇa en esta era, haciendo así que la liberación sea más fácil de obtener que en otras eras. En otras palabras, el Señor Kṛṣṇa es más excelente que Sus otras encarnaciones, si bien todas ellas son igualmente la Suprema Personalidad de Dios.

La quinta excelencia de la aparición del Señor Kṛṣṇa es, que Él implantó el más excelente de todos los principios religiosos, mediante Su sola declaración en El Bhagavad-gītā de que, simplemente por rendirse a Él, uno desempeña todos los principios de los ritos religiosos. En la literatura védica se mencionan veintiún clases de principios religiosos, y cada uno de ellos de describe en diferentes śāstras. Pero el Señor Kṛṣṇa es tan bondadoso con las almas condicionadas caídas de esta era, que apareció personalmente y les pidió a todos que abandonaran toda clase de ritos religiosos y simplemente se rindieran a Él. Se dice que en esta era de Kali las tres cuartas partes de los principios religiosos han desaparecido. Apenas una cuarta parte de los principios religiosos se observan aún en esta era. Pero por la misericordia del Señor Kṛṣṇa, ese vacío de Kali-yuga no sólo se ha llenado por completo, sino que el proceso religioso se ha vuelto tan fácil que simplemente por prestarle servicio amoroso y trascendental al Señor Kṛṣṇa, mediante el canto de Sus santos nombres: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, uno puede alcanzar el más elevado resultado de la religión, es decir, el ser trasladado al planeta más elevado del mundo espiritual, Goloka Vṛndāvana. Así pues, uno puede de inmediato darse cuenta del beneficio de la aparición del Señor Kṛṣṇa, y así entender que el hecho de que Él aliviara a la gente del mundo mediante Su aparición, no era en absoluto algo extraordinario.

Śrīla Śukadeva Gosvāmī concluye, así pues, su descripción de la muy excelsa posición del Señor Kṛṣṇa, glorificándolo de la siguiente manera: «¡Oh, Señor Kṛṣṇa, todas las glorias a Ti! Tú te encuentras presente en el corazón de todos como Paramātmā. Por lo tanto, Tú eres conocido como Jananivāsa, o aquel que vive en el corazón de todos». Tal como se confirma en El Bhagavad-gītā: īśvaraḥ sarva bhūtānaṁ hṛd-deśe ´rjuna tiṭhati, el Señor Supremo en Su aspecto de Paramātmā, vive en el corazón de todos. Eso no significa, sin embargo, que Kṛṣṇa no tiene una existencia aparte como la Suprema Personalidad de Dios. Los filósofos māyāvādīs aceptan el aspecto omnipresente de Parabrahman, pero cuando Parabrahman o el Señor Supremo aparece, ellos creen que aparece bajo el control de la naturaleza material. Debido a que el Señor Kṛṣṇa apareció como el hijo de Devakī, los filósofos māyāvādī aceptan a Kṛṣṇa como una entidad viviente ordinaria que nace en este mundo material. Por lo tanto, Śukadeva Gosvāmī les advierte que devakī-janma-vadā, lo cual significa que si bien Kṛṣṇa es famoso como el hijo de Devakī, en realidad Él es la Superalma o la omnipresente Personalidad de Dios. Los devotos, sin embargo, toman esa palabra devakī-janma-vāsa de una manera diferente. Los devotos entienden que en realidad Kṛṣṇa era el hijo de madre Yaśodā. Si bien Kṛṣṇa apareció en primer lugar como el hijo de Devakī, Él de inmediato se trasladó al regazo de madre Yaśodā, y madre Yaśodā y Nanda Mahārāja disfrutaron de una manera bienaventurada de Sus pasatiempos infantiles. Vasudeva mismo admitió ese hecho cuando se encontró con Nanda Mahārāja y Yaśodā en Kuruketra. Él admitió que Kṛṣṇa y Balarāma eran realmente los hijos de madre Yaśodā y Nanda Mahārāja. Vasudeva y Devakī eran únicamente Su padre y Su madre oficiales. Su verdadero padre y Su verdadera madre eran Nanda y Yaśodā. Por lo tanto, Śukadeva Gosvāmī se refiere al Señor Kṛṣṇa como devakī-janma-vāda.

Luego, Śukadeva Gosvāmī glorifica al Señor como aquel que es honrado por el yadu-vara-pariat, la casa de asamblea de la dinastía Yadu, y como el que dio muerte a diferentes clases de demonios. Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, pudo haber matado a todos los demonios empleando Sus diferentes energías materiales, pero Él quiso matarlos personalmente para darles la salvación. No había necesidad de que Kṛṣṇa viniera a este mundo material a matar a los demonios; simplemente mediante Su deseo, muchos cientos y miles de demonios pudieron haber sido matados sin Su esfuerzo personal. Pero en realidad Él descendió por Sus devotos puros, para actuar como un niño con madre Yaśodā y Nanda Mahārāja, y para darles placer a los habitantes de Dvārakā. El Señor Kṛṣṇa, al darle muerte a los demonios y brindarle protección a los devotos, implantó el verdadero principio religioso, que es tan sólo el amor por Dios. Aun las entidades vivientes conocidas como sthira-cara fueron también liberadas de toda contaminación material y trasladadas al reino espiritual, por seguir los verdaderos principios religiosos: los del amor por Dios. Sthira se refiere a los árboles y plantas, los cuales no pueden moverse, y cara se refiere a los animales que se mueven, especialmente las vacas. Cuando Kṛṣṇa estaba presente, Él liberó a todos los árboles, monos, y otras plantas y animales que de una u otra forma lo vieron y los sirvieron, tanto en Vṛndāvana como en Dvārakā.

El Señor Kṛṣṇa es especialmente glorificado por darles placer a las gopīs y a las reinas de Dvārakā. Śukadeva Gosvāmī glorifica al Señor Kṛṣṇa por Su encantadora sonrisa, mediante la cual encantó no sólo a las gopīs de Vṛndāvana, sino también a las reinas de Dvārakā. Las palabras exactas usadas en relación con esto son vardhayan kāmadevam. Kṛṣṇa, en Vṛndāvana como el amante de muchas gopīs y en Dvārakā como el esposo de muchas reinas, aumentaba los deseos lujuriosos que ellas tenían de disfrutar con Él. Para lograr la comprensión de Dios o autorrealización, uno por lo general tiene que someterse a severas austeridades y penitencias durante muchos, muchos miles de años, y luego quizás resulte posible comprender a Dios. Pero las gopīs y las reinas de Dvārakā, simplemente por aumentar sus deseos lujuriosos de disfrutar a Kṛṣṇa como su amante o esposo, recibieron el más elevado tipo de salvación.

Ese comportamiento del Señor Kṛṣṇa con las gopīs y con las reinas es único en la historia de la autorrealización. Por lo general, la gente entiende que para la autorrealización uno tiene que ir al bosque o a las montañas y someterse a severas austeridades y penitencias. Pero las gopīs y las reinas, simplemente por estar apegadas a Kṛṣṇa como amor conyugal y disfrutar de Su compañía en una vida apegadas a Kṛṣṇa con amor conyugal y disfrutar de Su compañía en una vida supuestamente sensual, llena de lujo y opulencia, alcanzaron la más elevadas salvación, que incluso a los grandes sabios y personas santas les resulta imposible alcanzar. De forma similar, los demonios como Kaṁsa, Dantavakra y Śiśupāla, también obtuvieron el más elevado beneficio: ser trasladados al mundo espiritual.

Al comienzo de El Śrīmad-Bhāgavatam, Śrīla Vyāsadeva ofreció sus respetuosas reverencia a la Verdad Suprema, Vāsudeva, Kṛṣṇa. Después de eso, le enseñó a su hijo, Śukadeva Gosvāmī, a predicar El Śrīmad-Bhāgavatam. Es en relación con esto que Śukadeva Gosvāmī glorifica al Señor con la palabra jayanta. Toda la población del mundo, siguiendo los pasos de Śrīla Vyāsadeva, Śukadeva Gosvāmī y todos los ācāryas de la sucesión discipular, debe glorificar al Señor Kṛṣṇa, y para su mejor beneficio debe entregarse a este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. El proceso es sencillo y beneficioso. Consiste simplemente en cantar al mahā-mantra, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Por lo tanto, el Señor Caitanya ha recomendado que uno no se deje afectar por los altibajos materiales. La vida material es temporal, y, así pues, los altibajos de la vida pueden ir y venir. Cuando ellos viene, uno debe ser tan tolerante como un árbol y tan humilde y manso como la hojarasca de la calle, pero indudablemente debe dedicarse al cultivo de conciencia de Kṛṣṇa mediante el canto de Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare.

La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, la Superalma de todas las entidades vivientes, debido a Su misericordia sin causa, desciende y manifiesta Sus diferentes pasatiempos trascendentales en diferentes encarnaciones. El escuchar de los atractivos pasatiempos de las diferentes encarnaciones del Señor Kṛṣṇa, es una oportunidad que tiene el alma condicionada de liberarse, y las muy fascinantes y placenteras actividades del propio Señor Kṛṣṇa son aún más atractivas, debido a que el Señor Kṛṣṇa personalmente es plenamente atractivo.

Nosotros hemos tratado de presentar este libro Kṛṣṇa siguiendo los santos pasos de Śrīla Śukadeva Gosvāmī, para que sea leído y oído por las almas condicionadas de esta era. Por oír hablar de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa, uno tiene la seguridad y la certeza de lograr la salvación, y ser trasladado de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Śukadeva Gosvāmī recomienda, pues a medida que oigamos hablar de las actividades y pasatiempos trascendentales del Señor, vamos cortando gradualmente los nudos de la contaminación material. Por lo tanto, sin importar lo que uno sea, si uno quiere conseguir la asociación del Señor Kṛṣṇa en el trascendental reino de Dios, para lograr la eternidad en un estado de existencia bienaventurada, uno debe oír hablar de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa y cantar el mahā-mantra, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.

Los pasatiempos trascendentales de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, son tan poderosos, que con sólo oír, leer y memorizar este libro Kṛṣṇa, uno tiene la seguridad de ser trasladado al mundo espiritual, lo cual, de ordinario, es muy difícil de lograr. La descripción de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa es tan atractiva, que automáticamente nos da el impulso de estudiar de un modo reiterado, y cuanto más estudiamos los pasatiempos del Señor, más nos apegamos a Él. Ese mismo apego por Kṛṣṇa nos da el derecho de ser trasladados a Su morada, Goloka Vṛndāvana. Tal como hemos aprendido en el capítulo anterior, atravesar el mundo material implica atravesar las estrictas leyes de la naturaleza material. Las estrictas leyes de la naturaleza material no pueden detener el progreso de alguien que esté atraído a la naturaleza espiritual. Eso está confirmado en El Bhagavad-gītā por el propio señor; si bien las estrictas leyes de la naturaleza material son muy difíciles de superar, si uno se rinde al Señor, puede muy fácilmente atravesar la nesciencia. Sin embargo, no existe influencia alguna de la naturaleza material en el mundo espiritual. Tal como hemos aprendido en el Segundo Capítulo de El Śrīmad-Bhāgavatam, en el mundo espiritual el poder regidor de los semidioses y la influencia de la naturaleza material brillan por su ausencia.

Así pues, Śrīla Śukadeva Gosvāmī le aconsejó a Mahārāja Parīkit al comienzo del Segundo Canto, que toda alma condicionada debe dedicarse a oír y cantar los pasatiempos trascendentales del Señor. Śrīla Śukadeva Gosvāmī también le informó al rey Parīkit que, anteriormente, muchos otros reyes y emperadores fueron a la jungla a ejecutar severas austeridades y penitencias para ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. En la India, aún constituye una práctica común el que muchos trascendentalistas avanzados abandonen sus vidas familiares y vayan a Vṛndāvana, a vivir allí solos, y a dedicarse por completo a oír y cantar los santos pasatiempos del Señor. Ese sistema se recomienda en El Śrīmad-Bhāgavatam y los Seis Gosvāmīs de Vṛndāvana lo siguieron; pero en los actuales momentos, muchos karmīs y pseudo-devotos han atestado el santo lugar de Vṛndāvana, tan sólo para imitar ese proceso recomendado por Śukadeva Gosvāmī. Se dice que muchos reyes y emperadores anteriormente fueron al bosque con ese propósito, pero Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Gosvāmī Mahārāja no recomienda que uno se entregue a esa vida solitaria en Vṛndāvana prematuramente.

Aquel que va prematuramente a Vṛndāvana a vivir en seguimiento de las instrucciones de Śukadeva Gosvāmī, de nuevo se vuelve víctima de māyā, incluso mientras reside en Vṛndāvana. Para detener esa residencia desautorizada en Vṛndāvana, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura ha cantado una bella canción en relación con eso, cuyo significado es el siguiente: «Mi querida mente, ¿por qué estás tan orgullosa de ser un vaiṇava? Tu solitaria adoración y canto del santo nombre del Señor se basan en un deseo de conseguir popularidad barata, y por ende, tu canto del santo nombre es tan sólo una ostentación. Esa ambición de una reputación barata puede asemejarse al excremento de un cochino, pues dicha popularidad es otra extensión de la influencia de māyā». Puede que uno vaya a Vṛndāvana en pos de popularidad barata, y en vez de estar absorto en el estado de conciencia de Kṛṣṇa, puede que uno siempre piense en dinero y mujeres, que tan sólo son fuentes temporales de felicidad. Es mejor que uno dedique al servicio del Señor todo el dinero y las mujeres que posea, pues el disfrute sensual no es para el alma condicionada.

El Señor Kṛṣṇa es Hṛīkeśa, el amo de los sentidos. Por lo tanto, los semidioses siempre han de estar dedicados a Su servicio. En cuanto a la reputación material, hubo muchos demonios como Rāvaṇa que quisieron ir en contra de las leyes de la naturaleza material, pero todos ellos fracasaron. Por consiguiente, uno no debe entregarse a la demoníaca actividad de proclamar ser vaiṇava, tan sólo en pos del prestigio falso, sin realizar servicio para el Señor. Sin embargo, cuando uno se dedica al servicio devocional del Señor, automáticamente se le presenta la reputación de vaiṇava. No hay que volverse envidioso de los devotos que están dedicados a predicar las glorias del Señor. Tenemos la experiencia práctica de haber recibido el consejo de los supuestos bābājīs de Vṛndāvana, de que no hay necesidad de predicar, y de que es mejor vivir en Vṛndāvana en un lugar solitario y cantar el santo nombre. Esos bābājīs no saben que si uno se dedica a predicar o a glorificar a la Suprema Personalidad de Dios, automáticamente la buena reputación de predicador lo sigue a uno. Uno no debe, pues, abandonar de un modo prematuro la honesta vida de persona casada, para llevar una vida de libertinaje en Vṛndāvana. La recomendación que ha dado Śrīla Śukadeva Gosvāmī, de abandonar el hogar e ir al bosque en busca de Kṛṣṇa, no es para personas inmaduras. Mahārāja Parīkit era maduro. Incluso en su vida de casado, o desde el mismo comienzo de su vida, él adoró el mūrti del Señor Kṛṣṇa, En su infancia él adoro la Deidad del Señor Kṛṣṇa, y luego, si bien era un hombre casado, se encontraba siempre desapegado, en virtud de lo cual, cuando recibió el aviso de su muerte, de inmediato abandonó todo contacto con la vida familiar, y se sentó en la ribera del Ganges a oír El Śrīmad-Bhāgavatam en compañía de devotos.

Así termina el significado de Bhaktivedanta, del Octogésimo Noveno Capítulo del libro Kṛṣṇa, titulado: «Descripción resumida de los pasatiempos de Kṛṣṇa».

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