Kṛṣṇa La Suprema Personalidad de Dios
<< 20 La descripción del otoño >>

La muerte de Pralambā y el haber devorado el incendio devastador del bosque, todo lo cual fue realizado por Kṛṣṇa y Balarāma, se convirtieron en el tema de conversación de los hogares de Vṛndāvana. Los pastores de vacas les describieron estas maravillosas actividades a sus esposas y a todo el mundo, y todos están sobrecogidos de asombro. Ellos concluyeron que Kṛṣṇa y Balarāma eran semidioses que bondadosamente habían venido a Vṛndāvana, tan solo para convertirse en sus hijos. De esta manera, llegó la estación lluviosa. En la India, después del calor abrazador del verano, la estación lluviosa es muy bien recibida. Las nubes que se acumulan en el cielo cubriendo el Sol y la Luna les resultan muy placenteras a la gente, y ellos esperan la lluvia a cada momento. Después del verano, la llegada de la estación lluviosa es considerada como una fuente de vida para todo el mundo. Los truenos y los ocasionales relámpagos también son del agrado de la gente.

Los síntomas de la estación lluviosa puede decirse que se asemejan a los síntomas de las entidades vivientes que están cubiertas por las tres modalidades de la naturaleza material. El cielo ilimitado es como el Brahman Supremo, y las pequeñas entidades vivientes son como el cielo cubierto, o sea, el Brahman cubierto por las tres modalidades de la naturaleza material. Originalmente, todo el mundo es parte integral del Brahman. El Brahman Supremo, o el cielo ilimitado, nunca puede ser cubierto por una nube, pero una porción de él puede ser cubierta. Tal como se afirma en El Bhagavad-gītā, las entidades vivientes son partes integrales de la Suprema Personalidad de Dios. Pero ellas son solamente una porción insignificante del Señor Supremo. Esta porción está cubierta por las modalidades de la naturaleza material, y, por lo tanto, las entidades vivientes están residiendo en este mundo material. El brahmajyoti, o refulgencia espiritual, es como la luz del Sol; así como la luz del Sol está llena de partes moleculares refulgentes, así mismo el brahmajyoti esta lleno de diminutas porciones de la Suprema Personalidad de Dios. En esta expansión ilimitada de diminutas porciones del Señor Supremo, algunas están cubiertas por la influencia de la naturaleza material, mientras que otras son libres.

Las nubes son agua acumulada que ha sido extraída de la Tierra por la luz del Sol. Continuamente, durante ocho meses, el Sol evapora todo tipo de agua de la superficie terrestre, y esta agua se acumula en la forma de nubes, las cuales son distribuidas como agua cuando hay necesidad de ello. De forma similar, un gobierno exige varios impuestos de los ciudadanos, que éstos son capaces de pagar mediante sus diferentes actividades materiales, tales como la agricultura, el comercio y la industria; de esta manera, el gobierno también puede exigir impuestos en la forma de impuesto sobre la renta e impuesto sobre la venta. Esto se asemeja al Sol cuando extrae agua de la Tierra. Al haber de nuevo necesidad de agua en la superficie de la Tierra, la misma luz del Sol transforma el agua en nubes, y la distribuye por todo el globo. De igual manera, los impuestos recolectados por el gobierno deben de ser distribuidos de nuevo a la gente, como trabajo educacional, trabajo público, etcétera. Esto es muy esencial para un buen gobierno. El gobierno no debe simplemente exigir impuestos para hacer derroches inútiles; la recolección de impuestos debe ser utilizada para el bienestar público del Estado.

Durante la estación lluviosa hay fuertes vientos que soplan por todo el país y llevan nubes de un lugar a otro para distribuir el agua. Cuando el agua se necesita urgentemente después de la estación de verano, las nubes son como un hombre rico que en tiempos de necesidad distribuye su dinero aun a costa de agotar todo su tesoro. De esta misma manera, las nubes se agotan al distribuir el agua sobre toda la superficie del globo.

Cuando Mahārāja Daśaratha, el padre del Señor Rāmacandra, solía pelear con sus enemigos, se decía que él se les acercaba tal como un granjero que desarraiga las plantas y árboles necesarios. Y cuando había necesidad de dar caridad, él solía distribuir dinero tal como una nube distribuye la lluvia. La distribución de la lluvia por parte de las nubes es tan suntuosa, que se asemeja a la distribución de las riquezas por parte de una persona munífica. La caída de la lluvia de las nubes es tan espléndida, que la lluvia cae aun sobre las piedras, sobre las colinas, sobre los océanos y sobre los mares, donde el agua no se necesita. Es como una persona caritativa que abre su tesorería para distribuir su riqueza, y que no discrimina si la caridad se necesita o no. Ella da caridad a manos llenas.

Antes de la caída de la lluvia, toda la superficie del globo casi se agota de todo tipo de energía y parece muy improductiva. Después de la caída de a lluvia, toda la superficie de la Tierra se pone muy verde por la vegetación, y luce muy sana y fuerte. Aquí se hace la comparación con la persona que se somete a austeridades para satisfacer un deseo material. La condición floreciente de la Tierra después de una estación lluviosa se asemeja al cumplimiento de los deseos materiales. Algunas veces, cuando un país está subyugado por un gobierno indeseable, las personas y los partidos se someten a severas penitencias y austeridades para tomar el control del gobierno; y cuando obtienen el control, florecen, dándose a sí mismos generosos salarios. Esto también es como el florecimiento de la Tierra en la estación lluviosa. En realidad, uno debe someterse a severas austeridades y penitencias únicamente para alcanzar la felicidad espiritual. En El Śrīmad-Bhāgavatam se recomienda que el tapasya, o penitencia, debe aceptarse para comprender al Señor Supremo. Por aceptar austeridades en el servicio devocional, uno recupera su vida espiritual, y tan pronto como una la recupera, disfruta de bienaventuranza espiritual ilimitada. Pero si alguien se somete a austeridades y penitencias por alguna ganancia material, El Bhagavad-gītā afirma que los resultados son temporales y que los desean las personas de poca inteligencia.

Durante la estación lluviosa, al atardecer, hay muchas luciérnagas visibles en las copas de los árboles, de un lado a otro, y ellas brillan como luces. Pero los luminares del cielo, las estrellas y las lunas, no son visibles. Igualmente, en la era de Kali, las personas que son ateas o malhechoras se vuelven notablemente visibles, mientras que las personas que realmente están siguiendo los principios védicos para la emancipación espiritual están prácticamente oscurecidas. Esta era, Kali-yuga, se asemeja a la estación nublada de las entidades vivientes. En esta era, el verdadero conocimiento está cubierto por la influencia del avance material de la civilización. Los especuladores mentales baratos, los ateos y los manufacturadores de los mal llamados principios religiosos, se vuelven resaltantes como luciérnagas, mientras que las personas que siguen estrictamente los principios védicos, o los mandatos de las Escrituras, se ven cubiertas por las nubes de esta era. Las personas debieran aprender a sacar provecho de los luminares reales del cielo, como el Sol, la Luna y las estrellas, en vez de la luz de la noche. Así como las nubes algunas veces se disipan, incluso en la estación lluviosa, y así como algunas veces la Luna, las estrellas y el Sol se hacen visibles, así mismo, aun en este Kali-yuga, algunas veces existen varias ventajas. El movimiento védico del Señor Caitanya —la distribución del canto del mantra Hare Kṛṣṇa— se toma de esta manera. Las personas seriamente ansiosas por encontrar la verdadera vida, deben aprovechar este movimiento, en lugar de mirar hacia la luz de los especuladores mentales y ateos.

Después de la primera lluvia, cuando hay un sonido de truenos en las nubes, todas las ranas empiezan a croar, tal como los estudiantes que repentinamente se ocupan en leer sus estudios. Por lo general, se supone que los estudiantes deben levantarse temprano por la mañana. No obstante, ellos no se levantan normalmente por su propia voluntad, sino que únicamente lo hacen cuando suena una campana en el templo o en la institución cultural. Por orden del maestro espiritual, ellos se levantan inmediatamente, y después de terminar sus tareas matutinas se sientan a estudiar los Vedas o a cantar mantras védicos. Todo el mundo está durmiendo en la oscuridad de Kali-yuga, pero cuando hay un gran ācārya, por su llamado únicamente, todo el mundo emprende el estudio de los Vedas para adquirir verdadero conocimiento.

Durante la estación lluviosa, muchos pequeños estanques, lagos y riachuelos se llenan de agua; el resto del año permanecen secos. De forma similar, las personas materialistas son secas, pero algunas veces, cuando están en una supuesta posición opulenta, con un hogar o hijos o una pequeña cuenta bancaria, parecen estar floreciendo, pero inmediatamente después se secan otra vez, tal como los pequeños riachuelos y estanques. El poeta Vidyāpati dijo que en la sociedad de amigos, familia, hijos, esposa, etc., hay ciertamente algún placer, pero que ese placer se asemeja a un gota de agua en el desierto. Todo el mundo está anhelando la felicidad, así como en el desierto todo el mundo anhela el agua. Si en el desierto encontramos una gota de agua, el agua sin duda está allí, pero el beneficio de una gota de agua es muy insignificante. En nuestro modo de vida materialista estamos anhelando un océano de felicidad, pero en la forma de la sociedad, amigos y amor mundano, no obtenemos más que una gota de agua. Nunca alcanzamos la satisfacción, tal como los pequeños riachuelos, lagos y estanques nunca se llenan de agua en la estación seca.

Debido a la lluvia, el pasto, los árboles y la vegetación se ven muy verdes. Algunas veces, el pasto está cubierto por un cierto tipo de insecto rojo, y cuando y el verde y el rojo se combinan con hongos en forma de paraguas, la escena completa cambia, tal como una persona que repentinamente se ha vuelto rica. El agricultor se pone entonces muy feliz de ver sus campos llenos de granos, pero los capitalistas —quienes nunca están conscientes de las actividades de algún poder sobrenatural— se sienten infelices, debido a que temen un precio competitivo. En algunos lugares, ciertos capitalistas del gobierno le impiden al granjero producir demasiados granos, sin conocer el hecho real de que todos los granos alimenticios los provee la Suprema Personalidad de Dios. De acuerdo con el mandato védico: eko bahūnāṁ yo vidadhāti kāmān, la Suprema Personalidad de Dios mantiene esta creación; por consiguiente, él dispone de manera de abastecer cualquier cosa que necesiten todas las entidades vivientes. Cuando hay un aumento de población, es función del Señor Supremo el alimentarlos. Pero a las personas que son ateas o que no son creyentes, no les gusta la producción abundante de granos alimenticios si sus negocioso pueden ser obstaculizados.

Durante la estación de las lluvias, todas las entidades vivientes de la tierra, el cielo y el agua se refrescan mucho, exactamente como quien se ocupa en el amoroso servicio trascendental del Señor. Tenemos experiencia práctica de esto con nuestros estudiantes en la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna. Antes de convertirse en estudiantes, tenían un aspecto sucio, aunque tenían rasgos personales naturalmente hermosos; debido a que no tenían información sobre la Conciencia de Kṛṣṇa, parecían muy sucios y miserables. Desde que adoptaron el proceso de la Conciencia de Kṛṣṇa, su salud ha mejorado y al seguir las reglas y regulaciones, el brillo de su cuerpo ha aumentado. Cuando están vestidos con telas de color azafrán, con tilaka en la frente, cuentas en las manos y en el cuello, se ven exactamente como si hubieran venido directamente de Vaikuṇṭha.

En la estación lluviosa, cuando los ríos crecen y fluyen hacia los océanos y mares, parece como si agitaran el océano. En forma similar, si una persona que se ocupa en el proceso de yoga místico no es muy avanzado en la vida espiritual, puede ser agitada por el impulso sexual. Sin embargo, las montañas altas no cambian aunque se les arrojen torrentes de lluvia. Así mismo, una persona que está avanzada en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, aunque si es puesta en dificultades, no se desconcierta, debido a que una persona que está espiritualmente avanzada acepta cualquier condición adversa de la vida como la misericordia del Señor, y así pues, ella es completamente merecedora de entrar en el reino espiritual.

En la estación lluviosa, algunos de los caminos no son usados con frecuencia, y se cubren de largas hierbas. Esto es exactamente como el ejemplo de un brāhmaṇas que no está acostumbrado a estudiar ni a practicar los métodos reformatorios de los mandatos védicos: se llega a cubrir de las largas hierbas de māyā. En esta condición, olvidadizo de su naturaleza constitucional, olvida su posición de servidumbre eterna hacia la Suprema Personalidad de Dios. Desviándose a causa el crecimiento excesivo de las largas hierbas que māyā crea durante la estación, la persona se identifica erróneamente con la producción máyica, y sucumbe a la ilusión, olvidando su vida espiritual.

Durante la estación lluviosa, el relámpago aparece en un grupo de nubes, y luego, inmediatamente después, en otro grupo. Este fenómeno se asemeja a una mujer lujuriosa que no fija su mente en un hombre. Una nube se asemeja a una persona capacitada, debido a que derrama lluvia y da sustento a muchas personas; un hombre capacitado les da igualmente sostén a muchas criaturas vivientes, tales como los miembros de la familia o los muchos trabajadores de un negocio. Desafortunadamente, toda su vida se puede ver perturbada por una esposa que se divorcia de él; cuando el esposo está perturbado, toda la familia se arruina, los niños se dispersan, o el negocio se cierta, y todo es afectado. Por lo tanto, se recomienda que la mujer que desee avanzar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, viva pacíficamente con el esposo, y que la pareja no se separe bajo ninguna condición. El esposo y la esposa deben controlar la complacencia sexual y concentrar sus mentes en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, para que sus vidas puedan tener éxito. Después de todo, en el mundo material, el hombre necesita de una mujer, y la mujer necesita de un hombre. Cuando ellos se unen, deben vivir pacíficamente con conciencia de Kṛṣṇa, y no deben mostrarse inquietos como el relámpago, centelleando de un grupo de nubes a otro.

Algunas veces, además de los rugientes truenos de las nubes, aparece un arco iris, el cual se sostiene como un arco sin cuerda. De hecho, el arco está en una posición curva debido a que está atado en sus dos extremos por la cuerda; pero en el arco iris no hay dicha cuerda, y aun así permanece en el cielo muy hermosamente. De forma similar, cuando la Suprema Personalidad de Dios desciende a este mundo material, aparece tal como un ser humano ordinario, pero no se apoya sobre ninguna condición material. En El Bhagavad-gītā, el Señor dice que él aparece mediante su potencia interna, la cual está libre del cautiverio de la potencia externa. Lo que es cautiverio para la criatura ordinaria, es libertad para la Personalidad de Dios. En la estación lluviosa, a la luz de la Luna la cubren las nubes, pero aun así es visible a intervalos. Algunas veces, parece que la Luna se moviera con el movimiento de las nubes; pero, en realidad, la Luna está quieta; es debido a las nubes que parece moverse. De forma similar, para alguien que se ha identificado con este mundo material en movimiento, su verdadero brillo espiritual está cubierto por la ilusión, y con el movimiento de las actividades materiales, él cree que se está moviendo a través de diferentes esferas de vida. Esto se debe al ego falso, el cual es el lindero entre la existencia material y la espiritual. En la estación lluviosa, cuando las nubes aparecen por vez primera, después de ver su aparición, los pavos reales empiezan a bailar con regocijo. Esto puede asemejarse a las personas a quienes se les ha hostigado mucho en la forma de vida materialista. Si ellos pueden encontrar la compañía de una persona ocupada en el amoroso servicio devocional del Señor, se iluminan, tal como los pavos reales cuando danzan. Tenemos experiencia práctica de esto, debido a que muchos de nuestros estudiantes eran secos y displicentes antes de venir al movimiento de conciencia de Kṛṣṇa, pero habiendo tenido contacto con devotos, ahora ddanzan como pavos reales jubilosos.

Las plantas y enredaderas crecen con el agua que deben del cuelo. De igual manera, una persona que practica austeridades se seca, pero después que se completan las ejecuciones austeras y obtiene el resultado, empieza a disfrutar d la vida en medio de la complacencia de los sentidos, con la familia, la sociedad, el amor, el hogar y otros enseres. Algunas veces se ve que las cigüeñas y los patos vagan continuamente por las riberas de los lagos y ríos, aunque las riberas están llenas de basura enlodada y de enredaderas espinosas. En forma similar, las personas que son jefes de familia sin conciencia de Kṛṣṇa, permanecen constantemente en la vida material, a pesar de todos los tipos de inconvenientes. En la vida familiar, o en cualquier otra vida, uno no puede estar perfectamente feliz sin ser consciente de Kṛṣṇa. Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura reza pidiendo que él pueda tener la compañía de una persona —ya sea un jefe de familia o un hombre en la división de la vida renunciante— que se ocupe en el servicio trascendental amoroso del Señor y que siempre grite el santo nombre del Señor Caitanya. Para la persona materialista, los asuntos mundanos se vuelven demasiado agresivos, mientras que para la persona con conciencia de Kṛṣṇa todo parece estar felizmente situado.

Las barreras que hay alrededor de los campos agrícola, algunas veces se rompen debido a los fuertes torrentes de lluvia. En forma similar, la propaganda desautorizada y atea de la era de Kali rompe el límite de los mandatos védicos. Así, las personas gradualmente se degeneran hasta llegar al ateísmo. En la estación lluviosa, las nubes, lanzadas por el viento, entregan agua que se recibe como néctar- Cuando los seguidores védicos, los brāhmaṇas, inspiran a los hombres ricos, cuando los reyes y la rica comunidad mercantil, a dar caridad en la ejecución de grandes sacrificios, la distribución de tal riqueza es también nectárea. Las cuatro secciones de la sociedad humana, a saber, los brāhmaṇas, los kṣatriyas, los vaiśyas y los śūdras, están dispuestas para vivir pacíficamente con una actitud cooperativa. Esto es posible cuando los guían los expertos brāhmaṇas védicos, los cuales ejecutan sacrificios y distribuyen las riquezas equitativamente.

El bosque de Vṛndāvana mejoró con las lluvias, y estaba repleto de dátiles, mangos, moras y otras frutas maduras. El Señor Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, Sus amigos y el Señor Balarāma, entraron en el bosque para disfrutar de la atmósfera de la nueva estación. Las vacas, alimentadas con hierbas frescas, se volvieron muy sanas, y sus ubres estaban muy llenas, Cuando el Señor Kṛṣṇa las llamó por sus nombres, ellas inmediatamente fueron a él por afecto, y, en su condición jubilosa, la leche fluía de sus ubres. El Señor Kṛṣṇa estaba muy complacido mientras pasaba a través del bosque de Vṛndāvana, al lado de la colina Govardhana. En la ribera del Yamunā, él vio que todos los árboles estaban decorados con colmenas que derramaban miel. Había muchas cascadas en la colina Govardhana, y su flujo producía un agradable sonido. Kṛṣṇa las oyó mientras miraba dentro de las cuevas de la colina. Cuando la estación lluviosa no había terminado completamente, pero gradualmente se convirtió en otoño, algunas veces, especialmente cuando había lluvia en el bosque, Kṛṣṇa y Sus compañeros se sentaban debajo de un árbol o dentro de las cuevas de la colina Govardhana, y disfrutaban comiendo las frutas maduras y hablando con gran placer. Cuando Kṛṣṇa y Balarāma permanecían en el bosque todo el día, madre Yaśodā solía mandarles arroz mezclado con yogur, frutas y caramelo. Kṛṣṇa lo tomaba y se sentada sobre una plancha de piedra en la ribera del Yamunā. Cuando Kṛṣṇa, Balarāma y Sus amigos comían, observaban a las vacas, los terneros y los toros. Las vacas parecían estar cansadas de estar paradas con sus pesadas ubres. Ellas se contentaban al echarse y masticar el pasto, y Kṛṣṇa se complacía de verlas. él estaba orgulloso de ver la belleza del bosque, lo cual no era nada más que la manifestación de Su propia energía.

En esos momentos, Kṛṣṇa solía alabar las actividades especiales de la naturaleza durante la estación lluviosa. Se afirma en El Bhagavad-gītā que la energía material, o la naturaleza, no es independiente en sus acciones. La naturaleza actúa bajo la superintendencia de Kṛṣṇa. También se afirma en El Brahma-saṁhitā que la naturaleza material, conocida como Durgā, actúa como la sombra de Kṛṣṇa. La naturaleza material obedece cualquier orden dada por Kṛṣṇa. Por consiguiente, la belleza natural creada por la estación lluviosa se ejecutó de acuerdo con las indicaciones de Kṛṣṇa. Pronto todas las fuentes de agua se tornaron muy limpias y agradables, y el aire refrescante soplaba por doquier debido a la aparición del otoño. El cielo estaba completamente despejado de toda nube, y recobró su natural color azul. La flor de loto que se abría en el agua cristalina del bosque, parecía una persona que se ha caído de la práctica del yoga, pero que otra vez se ha puesto hermosa al haber reasumido su vida espiritual.

Todo se vuelve naturalmente hermoso con la aparición de la estación del otoño. En forma similar, cuando una persona materialista adopta el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y la vida espiritual, también se torna límpida como el cielo y el agua del otoño. La estación del otoño acaba con el rodar de las nubes oscuras del cielo, así como también con el agua contaminada. Las condiciones inmundas del cielo también se limpian. En forma similar, una persona que adopta el proceso de la conciencia de Kṛṣṇa, inmediatamente se limpia de todas las cosas sucias, por dentro y por fuera. Por consiguientes, a Kṛṣṇa se le conoce como Hari. Hari significa «aquél que quita». Kṛṣṇa inmediatamente elimina todos los hábitos sucios de cualquier persona que emprende el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Las nubes del otoño son blancas porque no llevan agua, En forma similar, un hombre retirado que está libre de todas las responsabilidades de los asuntos familiares, o sea, mantener el hogar, a la esposa y a los hijos, adopta completamente el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, se libera de todas las ansiedades, y se ve tan blanco como las nubes del otoño. Algunas veces, en el otoño, las cascadas caen de la cima de la colina para proveer agua limpia, y algunas veces se detienen. En forma similar, algunas veces grandes personas santas distribuyen conocimiento cristalino, y algunas veces permanecen en silencio. Los pequeños estanques que están repletos de agua debido a la estación lluviosa, se secan gradualmente en el otoño. En cuanto a las diminutas entidades acuáticas que viven en las fuentes, ellas no pueden comprender que su número disminuye día a día, tal como las personas enfrascadas en lo material no pueden comprender que la duración de su vida se reduce día a día. Esas personas están dedicadas a mantener vacas, propiedades, hijos, esposa, sociedad y amistades. Debido a lo reducido del agua y al calor abrasador del Sol en la estación del otoño, las pequeñas criaturas que viven en pequeñas fuentes de agua se perturban mucho; ellas son tal como las personas descontroladas que siempre están infelices al ser incapaces de disfrutar la vida o de mantener a los miembros de su familia. La tierra fangosa gradualmente se seca, y los vegetales frescos, recién crecidos, empiezan a marchitarse. En forma similar, para aquél que ha adoptado el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, el deseo por el disfrute familiar gradualmente se seca.

Debido a la aparición de la estación del otoño, el agua de los océanos se calma y se aquieta, así como a una persona desarrollada en la autorrealización ya no la perturban las tres modalidades de la naturaleza material. En el otoño, los granjeros guardan el agua dentro de los campos, construyendo paredes muy fuertes para que el agua contenida dentro del campo no corra hacia fuera. Difícilmente hay esperanzas de nuevas lluvias; por consiguiente, ellos quieren ahorrar cualquier agua que esté en el campo. En forma similar, una persona que realmente está avanzada en la autorrealización protege su energía controlando sus sentidos. Se aconseja que después de los cincuenta años de edad, uno se retire de la vida familiar, ya que debe conservar la energía del cuerpo para su utilización en el avance del cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. A menos que uno sea capaz de controlar los sentidos y ocuparlos en el amoroso servicio trascendental de Mukunda, no hay posibilidad de salvación.

En el otoño, el Sol es muy ardiente durante el día, pero por la noche, debido al claro brillo de la Luna, las personas sienten alivio de la fatiga del día. Si una persona se refugia en Mukunda, o sea, Kṛṣṇa, puede salvarse de la fatiga de identificar erróneamente el cuerpo con el yo. Mukunda, o Kṛṣṇa, es también la fuente de solaz para las doncellas de Vṛndāvana. Las doncellas de Vrajabhūmi están siempre sufriendo debido a la separación de Kṛṣṇa. Cuando ellas se encuentran con Kṛṣṇa durante la noche iluminada por la Luna de otoño, la fatiga de su separación también se alivia. Cuando el cielo está despejado de toda nube, las estrellas brillan muy hermosamente por la noche; en forma similar, cuando una persona está verdaderamente situada en el estado de conciencia de Kṛṣṇa, se limpia de todas las cosas sucias, y se vuelve tan hermosa como las estrellas del cielo otoñal. A pesar de que los Vedas prescribenkarma en la forma de ofrecimiento de sacrificios, su propósito último se establece en El Bhagavad-gītā: uno tiene que adoptar el proceso de conciencia de Kṛṣṇa después de haber comprendido concienzudamente el propósito de los Vedas. Por consiguiente, el corazón limpio que exhibe un devoto con conciencia de Kṛṣṇa puede ser asemejado al limpio cielo de la estación del otoño. Durante el otoño, la Luna se ve muy brillante, junto con las estrellas, en el cielo claro. El Señor Kṛṣṇa Mismo apareció en el cielo de la dinastía Yadu, y él era tal como la Luna rodeada por las estrellas, es decir, los miembros de la dinastía Yadu.. Cuando en los jardines del bosque hay muchas flores abiertas, la fresca brisa aromática brinda un gran alivio a la persona que ha sufrido durante el verano y la estación lluviosa. Desafortunadamente, dichas brisas no podían dar ningún alivio a las gopīs, debido a que sus corazones estaban dedicados a Kṛṣṇa. La gente en general puede que hubiera disfrutado de una sabrosa brisa otoñal, pero las gopīs, al no ser abrazadas por Kṛṣṇa, no estaban muy satisfechas.

A la llegada de la estación del otoño, todas las vacas, ciervas, pájaros y hembras en general quedan preñadas, porque en esa estación generalmente todos los esposos se ven impelidos por el deseo sexual. Esto es tal como los trascendentalistas, a quienes, por la gracia del Señor Supremo, se les recompensa con la bendición de su destino en la vida. Śrīla Rūpa Gosvāmī ha instruido en su Upadeśāmṛta que uno debe seguir el servicio devocional con gran entusiasmo, paciencia y convicción, y que debe seguir las reglas y regulaciones, mantenerse limpio de la contaminación material, y mantenerse en compañía de devotos. Siguiendo estos principios, uno está seguro de lograr el resultado deseado del servicio devocional. Para aquel que pacientemente sigue los principios regulativos del servicio devocional, llegará el tiempo en que obtendrá el resultado, tal como las esposas, quienes cosechan los resultados al quedar embarazadas.

Durante el otoño, las flores de loto de los lagos crecen en gran número, debido a la ausencia de los lirios. Tanto los lirios como las flores de loto crecen donde hay sol, pero durante la estación del otoño, el Sol ardiente ayuda solamente a los lotos. Ese ejemplo se da en el caso de un país donde el rey o el gobierno es fuerte; el crecimiento de elementos no deseados, como los ladrones y los rateros, no puede prosperar. Cuando los ciudadanos confían en que no serán atacados por los ladrones, se desenvuelven de forma muy satisfecha. Un gobierno muy fuerte se asemeja al Sol ardiente de la estación del otoño; los lirios se asemejan a las personas no deseadas, como los ladrones, y las flores de loto se asemejan a los ciudadanos satisfechos del gobierno. Durante el otoño, los campos se llenan de granos maduros. En ese entonces, la gente se torna feliz a causa de la cosecha, y observa diversas ceremonias, tales como Navānna —la ofrenda de los granos recién cosechados a la Suprema Personalidad de Dios—. Los granos recién cosechados se les ofrecen primeramente a las Deidades en diversos templos, y a todos se les invita a tomar arroz con leche, preparado con estos granos recién cosechados. Hay otras ceremonias religiosas y métodos de adoración, particularmente en Bengala, en donde se observa la más grande de todas esas ceremonias, llamadas Dūrga-pūjā.

En Vṛndāvana, la estación del otoño era muy hermosa debido a la presencia de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa y Balarāma. La comunidad mercantil, la división real y los grandes sabios estaban en libertad de moverse a fin de obtener sus bendiciones deseadas. En forma similar, los trascendentalistas, cuando se han liberado del enjaulamiento del cuerpo material, también alcanzan su meta deseada. Durante la estación lluviosa, la comunidad mercantil no puede moverse de un sitio a otro, y, así pues, no puede obtener su ganancia deseada. Tampoco puede la división real ir de un lugar a otro para recaudar los impuestos de la gente. En lo que concierne a las personas santas que deben viajar para predicar el conocimiento trascendental, a ellos también los restringe la estación lluviosa. Pero durante el otoño, todos ellos abandonan sus confines. En el caso del trascendentalista, sea este un jñāni, un yogī o un devoto, debido al cuerpo material, él no puede realmente disfrutar del logro espiritual. Mas, tan pronto como abandona el cuerpo, o sea, después de la muerte, el jñāni se funde en la refulgencia espiritual del Señor Supremo, el yogī se transfiere a los diversas planetas elevados, y el devoto va al planeta del Señor Supremo, Goloka Vṛndāvana, o a los Vaikuṇṣhas, y así disfruta de su eterna vida espiritual.

Así termina el significado de Bhaktivedanta, del Vigésimo Capítulo del libro Kṛṣṇa, titulado: «La descripción del otoño».

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