Dharma, El camino de la trascendencia
<< 9 La manera segura de conocer a Dios >>

tasmād ekena manasā
bhagavān sātvatāṁ patiḥ
śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca
dhyeyaḥ pūjyaś ca nityadā

«Por consiguiente, con atención concentrada, se debe glorificar, recordar, adorar y oír constantemente sobre la Personalidad de Dios, quien es el protector de los devotos».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.14

Si la realización de la Verdad Absoluta, es la meta última de la vida, debe ser lograda por todos los medios. En cualquiera de las castas y órdenes de vida antes mencionadas, los cuatro procesos, a saber, glorificar, oír, recordar y adorar, son ocupaciones generales. Sin estos principios de vida, nadie puede existir. Las actividades del ser viviente implican ocupaciones en estos cuatro principios diferentes de vida. Especialmente en la sociedad moderna, todas las actividades dependen en mayor o menor medida de oír y glorificar. Cualquier persona de cualquier nivel social se convierte en una persona famosa en la sociedad humana, en un breve lapso de tiempo, si simplemente es glorificada verdadera o falsamente en los periódicos. A veces los líderes políticos de un partido en particular, también son promocionados por la propaganda de los diarios, y por dicho método de glorificación, un hombre insignificante se convierte en un hombre importante, casi de inmediato.

Pero tal propaganda por falsa glorificación de una persona no calificada no puede producir ningún bien, ni para el hombre en particular ni para la sociedad. Puede haber algunas reacciones temporales a dicha propaganda, pero no hay efectos permanentes. Por lo tanto, tales actividades son una pérdida de tiempo. El objeto real de la glorificación es la Suprema Personalidad de Dios, que ha creado todo lo manifestado ante nosotros. Hemos discutido ampliamente este hecho desde el comienzo del janmādy asya [ Śrīmad-Bhāgavatam 1.1.1 ] verso de este Bhāgavatam. La tendencia a glorificar a los demás o escuchar a otros debe convertirse en el verdadero objeto de la glorificación: el Ser Supremo. Y eso traerá felicidad.

La satisfacción real adviene cuando se satisface al Señor Supremo. ¿Y cómo ha de hacerse? Primero, fijando la mente en El con atención concentrada (ekena manasã). No se debe distraer la atención a tantas otras cosas, sino simplemente fijar la mente en el Señor Supremo, Bhagavãn. Previamente el Bhãgavatam enseñó que la Verdad Absoluta se conoce como Brahman (la refulgencia impersonal del Señor), Paramãtmã (la Superalma) y Bhagavãn (la Personalidad de Dios). Pero cuando se centre la atención en el Absoluto, se debe hacerlo en la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa. De otro modo, ¿cómo podremos enfocar nuestra atención? Es muy difícil fijar la mente en el aspecto impersonal o la Superalma. Se puede entender la Verdad Absoluta impersonal por la especulación filosófica y a la Superalma por la meditación, pero estos dos procesos son muy difíciles. Fijar la mente en Bhagavãn, sin embargo, es fácil y práctico.

Podemos fijar fácilmente la mente en Kṛṣṇa, viendo Su forma en el templo, leyendo Sus instrucciones en el Bhagavad-gitã, oyendo y cantando Sus santos nombres, y de muchas otras maneras. No hay dificultad. Pero si tratan de absorber su mente en el Brahman impersonal o la Superalma, es muy difícil. Como expresa Kṛṣṇa en el Bhagavad-gitã (12.5), kleso ‘dhikataras tesãm avyaktãsakta-cetasãm: “Para aquellos que están apegados al rasgo impersonal de la Verdad Absoluta, el avance es muy problemático”. Para los devotos de Kṛṣṇa, por otro lado, está el proceso alegre de cantar el mantra Hare Kṛṣṇa, bailar en éxtasis y comer suntuoso Kṛṣṇa-prasãdam.

Y aunque sigan el problemático sendero de la realización impersonal por muchísimas vidas, trabajando muy duro para separar la materia del espíritu, por el proceso especulativo de neti neti : “Esto no es Brahman. Esto no es Brahman”, de todos modos tendrán que rendirse a Kṛṣṇa si quieren lograr el éxito: bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate [Bhagavad-gītā 7.19].

Ahora bien, alguien podría decir: “Hay tantos Bhagavãns. Puedo fijar mi mente en cualquiera de ellos”. Hoy en día la gente ha fabricado muchos “Bhagavãns”. Pero aquí, el Bhãgavatam dice bhagavãn sãtvatãm patih: “Tienes que fijar tu mente en ese Bhagavãn a quien los devotos aceptan como el Señor”. Quizás haya muchos Bhagavãns, pero solo la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, es aceptado como el Señor por todos los devotos sobresalientes, ãcãryas y maestros, tales como Brahmã y Siva. La gente quizás acepte a una persona ordinaria como Bhagavãn y declare: “Aquí hay una encarnación de Dios”, pero es una necedad. Kṛṣṇa es Dios, como El Mismo Se declara en el Bhagavad-gītā (7.7, 10.8). Mattah parataram nãnyat: “No hay nada más allá de Mí”. Aham sarvasya prabhavah: “Yo soy el origen de todo”. Mattah sarvam pravartate: “Todo emana de Mí”. Iti matvã bhajante mãm budhã bhãva-samanvitãh: “Quienes son en verdad eruditos, saben que Yo soy la fuente de todo y por lo tanto, se vuelven Mis devotos”.

El Brahma-saṁhitā (5.1) ambién declara:
īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ sac-cid-ānanda-vigrahaḥ
anādir ādir govindaḥ sarva-kāraṇa-kāraṇam

«El Dios Supremo es Kṛṣṇa, quien tiene una forma eterna de bienaventuranza y conocimiento».

Hay muchos dioses o controladores, pero Kṛṣṇa es el Dios Supremo. Nadie está por encima de El. Por consiguiente, El es anãdi, sin origen. Todos nosotros tenemos un origen, pero El no tiene ninguno porque El es el origen de todo (ãdih). El es llamado Govinda porque es el depósito de todo placer, y El es la causa de todas las causas (sarva-kāraṇa-kāraṇam [Brahma Samhita 5.1]).

Ahora bien, podría surgir la pregunta: “ ¿Cómo debo fijar mi mente en Bhagavãn?”
El Bhãgavatam responde, srotavyah: “Tienes que oír acerca de El”.
“¿De quién debo oír?”

La mejor persona de la cual oír es Kṛṣṇa Mismo, quien tiene la amabilidad de explicarse a Sí Mismo en el Bhagavad-gitã. Supongamos que tú quieres saber algo acerca de mí. Puedes preguntar a un amigo, y puede que él refiera algo sobre mí. Pero si yo me explico a mí mismo a tí, eso será perfecto. Asimismo, si tú quieres conocer a la Suprema Personalidad de Dios, la mejor forma es justamente oírlo directamente a El. Pero si tú rechazas este proceso y tratas de conocer a Dios a través de la especulación, fracasarás, porque tu mente y sentidos son imperfectos.

Luego, el siguiente proceso que recomienda el Bhãgavatam es cantar (kirtitavyas ca). Si simplemente oyes acerca de Kṛṣṇa, pero no repites lo que has oído a los demás, no avanzarás muy rápidamente en tu comprensión de Dios. Lo que sea que leas u oigas, debes explicarlo a los demás. Eso es perfección. Por eso hemos establecido la revista De Vuelta al Supremo. Nuestros estudiantes oyen y leen a diario sobre Kṛṣṇa, y luego deben pensar mucho y escribir algo acerca de la ciencia de la conciencia de Kṛṣṇa. Y naturalmente cuando uno escribe o habla sobre Kṛṣṇa, piensa en El (dheyah). Finalmente, el Bhãgavatam recomienda la adoración del Señor (pujyah). Por lo tanto, necesitamos visitar regularmente los templos y adorar a las Deidades que residen allí.

Así pues, el Bhãgavatam dice que con atención concentrada, debemos oír acerca del Señor, cantar sobre El, pensar en El, y Adorarlo. Y todo eso debe ser realizado nityadã, regularmente. Ese es el proceso de bhakti-yoga. Todo aquel que adopta este proceso puede entender a la Verdad Absoluta. Esa es la clara declaración de este verso del Srimad-Bhãgavatam.

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