Dharma, El camino de la trascendencia
<< 8 El orden social perfecto >>

ataḥ pumbhir dvija-śreṣṭhā
varṇāśrama-vibhāgaśaḥ
svanuṣṭhitasya dharmasya
saṁsiddhir hari-toṣaṇam

«Oh los mejores entre los nacidos dos veces, se concluye por consiguiente que la perfección más elevada a la que se puede arribar, desempeñando los deberes prescritos para la propia ocupación individual, conforme a las divisiones de castas y órdenes de la vida, es complacer a la Personalidad de Dios».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.13

La sociedad humana está dividida por todo el mundo en cuatro castas y cuatro órdenes de vida. Las cuatro castas son: la casta inteligente, la casta marcial, la casta productiva y la casta obrera. Estas castas se clasifican en términos de la propia labor y calificaciones individuales; no por el nacimiento. Luego, seguidamente, existen cuatro órdenes de vida, a saber, la vida de estudiante, la vida de casado, la vida de retiro y la vida devocional. Por el mejor interés de la sociedad humana, deben haber tales divisiones de vida; de otro modo, ninguna institución social puede progresar a un estado saludable. Y en todas y cada una de las antes mencionadas divisiones de vida, el objetivo debe ser complacer a la autoridad suprema de la Personalidad de Dios.

Esta función institucional de la sociedad humana, se conoce como el sistema de varnãsrama-dharma, que es algo natural en la vida civilizada. La institución varnãsrama, se edifica para permitirnos comprender a la Verdad Absoluta. No es para el dominio artificial de una clase sobre otra. Cuando la meta de la vida, a saber, la realización de la Verdad Absoluta, se pierde por un apego excesivo por indriya-priti o la gratificación de los sentidos, como ya hemos discutido anteriormente, la institución del varnãsrama es utilizada por las personas egoístas para postular una predominancia artificial sobre la sección más débil. En Kali-yuga o la Era de riña, esta predominancia artificial es harto corriente, pero la sección sana de personas, sabe bien que las divisiones de castas y órdenes de vida están creadas para una suave interelación social y la autorealización de pensamiento elevado, y por ningún otro propósito.

Aquí la declaración del Bhãgavatam es que la meta más elevada de la vida, o la perfección más elevada de la institución del varnãsrama-dharma es cooperar conjuntamente para la satisfacción del Señor Supremo. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (4.13).

Aquí Suta Gosvãmi apela a su auditorio con la palabra dvija-sresthãh, “Oh los mejores de los brãhmanas”. Esto indica que ellos son devotos de Kṛṣṇa y los mejores entre los estudiosos eruditos. En esta Era todos nacen como sudras, personas de cuarta categoría (janmanã jãyate sudrah). Mediante las prácticas reformatorias, se pueden volver personas de tercera categoría, dvijas (samskãrãd bhaved dvijah). Por el cultivo del conocimiento y la cultura, uno se vuelve una persona de segunda clase, un vipra (veda-pãthãd bhaved viprah). Pero solo cuando se conoce al Brahman se es una persona de primera clase, un brãhmana (brahma jãnãtiti brãhmana). Y puesto que los sabios de Naimisãranya son los mejores de los brãhmanas, ellos no solo conocen al Brahman sino a Bhagavãn, la Suprema Personalidad de Dios.

La clase brahmínica es esencial para la verdadera civilización humana, que comienza con el sistema social de varnãsrama-dharma, cuatro varnas y cuatro ãsramas. Los cuatro varnas son los brãhmanas (los sacerdotes e intelectuales), los ksatriyas (los guerreros y administradores), los vaisyas (los granjeros y mercaderes) y los sudras (los trabajadores manuales). Los cuatro ãsramas son los brahmacãris (estudiantes célibes), los grhasthas (los jefes de familia), los vãnaprasthas (los retirados) y los sannyãsis (los renunciantes). A menos que la sociedad humana se organice científicamente de acuerdo a este sistema varnãsrama, es una sociedad animal. No es una sociedad humana. Y en la sociedad animal no cabe esperar ninguna inteligencia o sentido alguno de bondad o idea de Dios. No es posible.

El sistema de varnãsrama es natural porque es una creación de Dios. Así como el cuerpo tiene cuatro divisiones, el cerebro, los brazos, el estómago y las piernas, la sociedad también tiene cuatro divisiones: los brãhmanas, ksatriyas, vaisyas y sudras. Esto es natural. Pero si se corta la cabeza, ¿de qué sirve el cuerpo? Es un cuerpo muerto. Similarmente, en la actualidad no existe una cultura brahmínica en la sociedad, por eso está acéfala. Quizás exista un departamento muy fuerte del brazo (los ksatriyas); un departamento económico bien equipado (los vaisyas) y un numeroso departamento laboral (los sudras), pero dado que no hay un departamento cabeza (los brãhmanas), la sociedad es como un cuerpo muerto. Por lo tanto, hay sufrimiento.

En el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa estamos entrenando brãhmanas para poder salvar a la sociedad humana. No se trata de que las demás clases no sean importantes. En el cuerpo, el cerebro es muy importante, pero las piernas también son importantes, porque si tus piernas no funcionan y no te puedes mover, tu cerebro no podrá ayudarte. Entonces, debe haber cooperación entre todos los miembros del cuerpo. Aunque el cerebro es la parte más importante del cuerpo, de todos modos se necesita de las piernas, de las manos, del estómago, se necesita de todo. Asimismo, todas las clases sociales y espirituales del sistema varnãsrama son necesarias para el debido funcionamiento de la sociedad.

Así pues, nosotros no desestimamos ninguna división social, sino que decimos que todos deben trabajar para la satisfacción de Kṛṣṇa:saṁsiddhir hari-toṣaṇam [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.13]. Luego, cada miembro de la sociedad puede lograr la perfección. No importa lo que tú hagas, pero si puedes satisfacer a Kṛṣṇa por tu arte, inteligencia y educación, en otras palabras, por tu trabajo, entonces tu vida es perfecta. Nosotros no decimos “No trabajen”. Hagan su trabajo, pero háganlo para Kṛṣṇa: luego es perfecto. Caso contrario, vayan al infierno: śrama eva hi kevalam [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.8].

Quizás alguien diga: “Oh, yo soy un filósofo y estoy haciendo lo que debo”.
“ ¿Pero Ud. conoce a Dios y sirve a Dios?”.
“Sí, conozco a Dios: Yo soy Dios”.

Tal insensatez no los ayudará. Supongamos que una persona común dijera: “Yo soy el Presidente de los Estados Unidos”. Todos comprenderán que es un loco. Asimismo, cuando un pícaro dice: “Yo soy Dios”, debemos entender que está loco.

Tienen que satisfacer al Señor Supremo con su servicio, no tratar de imitarLo. En el Bhagavad-gita Kṛṣṇa nunca aconseja que clamen ser El. No. El dice: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja: [Bhagavad-gītā 18.66]: “Ven exclusivamente bajo Mi refugio”. El nunca dice: “Vuélvete igual a Mí”. Eso es una insensatez. Kṛṣṇa estará satisfecho contigo cuando te entregues a El y trates de servirLo, no cuando proclames falsamente: “Yo soy Kṛṣṇa”, o “Kṛṣṇa ahora está muerto y yo me he vuelto Dios”, o “Dios no existe”. Tal picardía nunca complacerá a Kṛṣṇa.

Entonces, la instrucción del Bhãgavatam es svanusthitasya dharmasya samsiddhir hari-tosanam: [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.13] “Tu perfección vendrá cuando realices bien tus deberes para la satisfacción de Hari o Kṛṣṇa”. Las actividades en las cuatro órdenes sociales y espirituales del sistema varnãsrama, quizás parezcan materiales, pero cuando se ejecutan para la satisfacción de Kṛṣṇa, ya no son más materiales; son espirituales. “Material” significa simplemente olvido de Kṛṣṇa, eso es todo. Caso contrario, no hay nada material. Quienes no son acabadamente conscientes de Kṛṣṇa distinguen entre lo material y lo espiritual, pero cuando se es completamente consciente de Kṛṣṇa se ve la unidad de todo, ekatvam anupaśyataḥ (Īśopaniṣad 7). Esto significa que ves como todo está relacionado con Kṛṣṇa.

Kṛṣṇa es el Supremo y todo es una emanación de Su energía, la cual es variada. Un buen ejemplo es el sol: del sol emana la luz del sol, que está hecha de dos energías, el calor y la luz. Toda la creación material se basa en este calor y esta luz. Si no hubiera luz y calor del sol, los árboles se convertirían rápidamente en esqueletos. Entonces, si bien podemos distinguir entre la energía calórica del sol y la energía luminosa, en un sentido superior son una, porque ambas forman parte de la luz solar.

Asimismo, hay dos energías básicas de Kṛṣṇa actuando en este mundo: Su energía material y Su energía espiritual. La energía material consiste en tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego y la energía espiritual consiste en las entidades vivientes (jīva-bhūtāṁ mahā-bāho yayedaṁ dhāryate jagat [Bhagavad-gītā 7.5]). Luego, el mundo material es una combinación de las energías material y espiritual de Kṛṣṇa. Y dado que el 99,9% de las entidades vivientes de aquí han olvidado a Dios, aquí se distingue entre las energías material y espiritual. Pero en cuanto se avanza en el conocimiento espiritual y se vuelve uno consciente de Kṛṣṇa, ya no se aprecia más nada como material; se observa que todo es espiritual: sarvam khalv idam brahma. Como Sri Caitanya Mahãprabhu dice en el Caitanya-caritāmṛta (Madhya 8.274):

sthāvara-jaṅgama dekhe, nā dekhe tāra mūrti
sarvatra haya nija iṣṭa-deva-sphūrti

«Una persona consciente de Kṛṣṇa, espiritualmente avanzada, ve todas las cosas móviles e inmóviles, pero no ve exactamente sus formas. Antes bien, dondequiera mira, ve la manifestación de su Señor adorable».

La visión del ateo es justamente lo opuesto: aunque venga al templo y vea la forma de la Deidad de Kṛṣṇa, simplemente verá la piedra. Pero la persona espiritualmente avanzada que contempla la Deidad, verá a Kṛṣṇa personalmente. Cuando Caitanya Mahãprabhu entró al templo en Puri y vio la Deidad de Jagannãtha, de inmediato exclamó: “ ¡Aquí está Mi Kṛṣṇa!” y Se desmayó.

Así pues, para superar nuestro olvido de Kṛṣṇa, debemos ocuparnos solamente en satisfacerLo (saṁsiddhir hari-toṣanam [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.13]). Y si vuestro objetivo es simplemente satisfacer a Kṛṣṇa, entonces su vida es perfecta.

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