Dharma, El camino de la trascendencia
<< 6 Definiendo a la Verdad Absoluta >>

vadanti tat tattva-vidas
tattvaṁ yaj jñānam advayam
brahmeti paramātmeti
bhagavān iti śabdyate

«Los trascendentalistas eruditos que conocen la Verdad Absoluta, llaman a esta sustancia no dual Brahman, Paramatma o Bhagavan».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.11

La Verdad Absoluta es tanto sujeto como objeto y allí no hay diferencia cualitativa. Por consiguiente, Brahman, Paramatma y Bhagavãn son cualitativamente uno y lo mismo. La misma sustancia se comprende como Brahman impersonal por los estudiantes de los Upanisads, como Paramãtmã localizado por los Hiranyagarbhas o yogis y como Bhagavãn, por los devotos. En otras palabras, Bhagavãn o la Personalidad de Dios, es la última palabra en la Verdad Absoluta, Paramãtmã es la representación parcial de la Personalidad de Dios y el Brahman impersonal es la refulgencia resplandeciente de la Personalidad de Dios, como los rayos del Sol lo son del Sol. Los estudiantes menos inteligentes de cualquiera de las dos últimas Escuelas, argumentan en favor de su propia comprensión, pero quienes son buscadores perfectos de la Verdad Absoluta, saben bien que los tres aspectos antes mencionados de la única Verdad Absoluta, son visiones diferentes, apreciadas desde diferentes ángulos de visión.

Como se explicara en el primer verso del Primer Capítulo del Bhãgavatam, la Verdad Suprema es auto-suficiente, sabia y libre de la ilusión de la relatividad. En el mundo relativo, el conocedor es diferente de lo conocido, pero en la Verdad Absoluta, el conocedor y lo conocido son uno y lo mismo. En el mundo relativo, el conocedor es el espíritu viviente o energía superior, mientras que lo conocido es materia inerte, o energía inferior. Por consiguiente, hay una dualidad de energía inferior y superior, mientras que en el reino absoluto, el conocedor y lo conocido son de la misma energía superior. Por lo tanto, en el mundo material existe el sentido de la relatividad, y además se piensa que se pertenece a la energía inferior. En el Absoluto no existe ese sentido de diferencia entre el conocedor y lo conocido, y por consiguiente todo allí es absoluto.

Como ya se mencionara, la analogía del Sol y de la luz del Sol es útil para entender a Brahman, Paramãtmã y Bhagavãn, los tres aspectos de la Verdad Absoluta. En cierto sentido, no hay diferencia entre estos tres términos, así como en un sentido no hay diferencia entre la luz del sol, el disco solar y el dios-sol, Vivasvãn. Todos ellos son luz. Los habitantes del disco solar, guiados por Vivasvãn, poseen cuerpos hechos de fuego y por lo tanto, todo en el sol es resplandeciente. Desde muy lejos vemos al sol como un globo refulgente, y la luz del sol es el resplandor.

Entonces, Brahman es como la luz del sol, Paramãtmã, como el disco solar localizado y Bhagavãn como el dios-sol. Son uno en el sentido de que todos son luz pura de la Verdad Absoluta, pero de todos modos hay diferencia: Si tú estás parado en la luz del sol, eso no significa que has llegado al disco solar o visto la Deidad predominante del sol, Vivasvãn. Asimismo, los diferentes medios para entender la Verdad Absoluta, producen diferentes realizaciones. Quien trate de entender al Absoluto simplemente por la especulación mental, quizás comprenda finalmente al Brahman impersonal y quien trate de entender al Absoluto mediante la práctica del yoga meditativo, puede ser capaz de comprender al Paramãtmã, pero aquel que practica bhakti-yoga puede lograr un entendimiento completo de la Verdad Absoluta y realizar la forma espiritual de Bhagavãn, la Personalidad de Dios, quien es la fuente original de todo.

Hay muchos filósofos que están tratando de descubrir la fuente original de todo. Los científicos también están tratando de descubrir esa fuente original. Ellos han concluído que todo se origina de la materia, esta es la moderna teoría de la evolución cósmica. Pero aunque la teoría de los así llamados científicos es que todo, incluyendo la vida, viene de la materia, ellos no han sido capaces de producir vida a partir de las sustancias químicas.

El Vedãnta-sutra enseña que debemos buscar la fuente original de todo, la Verdad Absoluta. Pero la conclusión de todo el conocimiento Védico es que dicha fuente es un ser viviente, no materia. Como expresa el Katha Upanisad: nityo nityãnam cetanas cetanãnãm eko bahunam yo vidadhãti kãmãn: “Entre todos los seres vivientes conscientes, hay un Ser viviente Supremo, que está supliendo a todos los demás sus necesidades”. En el Bhagavad-gītā (10.8), Kṛṣṇa revela que El es ese Ser viviente Supremo: aham sarvasya prabhavo mattah sarvam pravartate. “Yo soy el origen de todo”. Ese aham -“Yo”, es Kṛṣṇa, el Ser viviente Supremo, no la materia muerta. Asimismo, anteriormente, en el Bhagavad-gītā (7.7) Kṛṣṇa dice:

mattaḥ parataraṁ nānyat kiñcid asti dhanañjaya
mayi sarvam idaṁ protaṁ sūtre maṇi-gaṇā iva

«Oh conquistador de riquezas, no hay verdad superior a Mí. Todo descansa en Mí, como perlas enhebradas en un hilo».

Entonces, debemos entender que Kṛṣṇa, Bhagavãn, es la última palabra en la Verdad Absoluta. En el Bhagavad-gitã (14.27) Kṛṣṇa declara que el Brahman impersonal descansa en El (brahmano hi pratisthãham). Tal como la luz del sol proviene del sol, la luz del Brahman que se esparce por todo el universo, proviene de Kṛṣṇa. Eso se explica en el Brahma-saṁhitā (5.40):

yasya prabhā prabhavato jagad-aṇḍa-koṭi-
koṭiṣv aśeṣa-vasudhādi vibhūti-bhinnam
tad brahma niṣkalam anantam aśeṣa-bhūtaṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi

La efulgencia Brahman es el resplandor del cuerpo de Kṛṣṇa, llamado brahmajyoti, y este mundo material se genera de dicha refulgencia. En el Bhagavad-gitã (9.4) Kṛṣṇa dice: mayã tatam idam sarvam jagad avyakta-murtinã: “Mi aspecto impersonal, la efulgencia Brahman, se expande por todas partes”. Mat-sthāni sarva-bhūtāni: “Todo descansa en esa refulgencia Brahman”. Na cāhaṁ teṣv avasthitaḥ: "Pero yo personalmente no estoy allí." Eso es tattva-jñana, conocimiento de la Verdad Absoluta.

Si tratamos de entender la Verdad Absoluta por medio de nuestro poder especulativo, entonces a lo sumo podemos acercarnos solo hasta el aspecto impersonal, tal como si tratáramos de entender al sol por nuestra facultad personal, a lo sumo podemos ver la luz del sol. Pero si queremos estudiar el disco solar o entender la Deidad predominante del sol, eso es otra cosa. Para eso, simplemente llegar hasta la luz del sol no nos ayudará: necesitaremos cierto proceso por el cual poder ir al disco solar y conocer al dios-sol. Asimismo, se puede entender al Brahman impersonal por medio del conocimiento especulativo, pero no se podrá entender al Paramãtmã, la expansión del Señor situada en el corazón de todos o Bhagavãn, la Suprema Personalidad de Dios, y el origen de Brahman y Paramãtmã.

El hecho es que el conocimiento de Kṛṣṇa, Bhagavãn, incluye todo. Por lo tanto, los Vedas dicen: kasmin tu bhagavo vijñate sarvam idam vijñatam bhavati. Si simplemente entienden a Kṛṣṇa, automáticamente entenderán el aspecto Brahman y el aspecto Paramãtmã. No hace falta tratar de entender el rasgo Brahman y Paramãtmã por separado: simplemente por entender a Kṛṣṇa, se entenderá a ambos.

Aquí se brinda otro ejemplo: Supongamos que ven una montaña desde muy lejos. Simplemente verán una forma vaga y nubosa. Pero si se aproximan a la montaña, verán la misma montaña de un modo muy diferente, con su color verduzco y su forma masiva. Y si escalan la montaña, descubrirán muchos animales, hombres, casas, árboles, etc. El objeto es el mismo, pero aparece diferente desde los diferentes ángulos de visión.

Así pues, entender a Kṛṣṇa significa entender el Brahman y también el Paramãtma, pero debemos entender verdaderamente a Kṛṣṇa. Como El dice en el Bhagavad-gitã (4.9):

janma karma ca me divyam evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so 'rjuna

«Oh, Arjuna, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al abandonar su cuerpo no vuelve a tomar nacimiento nuevamente en el mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna».

Aquí se emplea la palabra tattvatah, “verdaderamente”. Dado que no nos esforzamos por entender a Kṛṣṇa de verdad, Lo consideramos como un ser humano ordinario. Esa es la vía de los necios y pícaros (avajãnanti mãm mudhãh [Bhagavad-gītā 9.11]). Pero Kṛṣṇa no es de este mundo material. Quienquiera entienda realmente a Kṛṣṇa como la Verdad Absoluta, ha completado su misión en la vida, y al final de esta vida no vuelve a nacer nuevamente en este mundo, sino que regresa al hogar, de vuelta con Dios.

Cómo se logra esa comprensión, se explica en el siguiente verso.

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