Dharma, El camino de la trascendencia
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vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam

«Por prestar servicio a la Personalidad de Dios, Sri Kṛṣṇa, uno adquiere de inmediato conocimiento sin causa y desapego del mundo.».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.7

Quienes consideran el servicio devocional al Señor Supremo Sri Kṛṣṇa como algo parecido a los asuntos emotivos materiales, quizás argumenten que en las Escrituras reveladas se recomiendan el sacrificio, la caridad, la austeridad, el conocimiento, los poderes místicos, y otros procesos similares de realización trascendental. Conforme a ellos, el bhakti o servicio devocional del Señor, está creado para quienes no pueden realizar actividades de alto grado. Por lo general se dice que el culto del bhakti está creado para los sudras, vaisyas y la clase menos inteligente de las mujeres. Pero ese no es el hecho real. El culto del bhakti es la más sublime de todas las actividades trascendentales, y por consiguiente es simultáneamente sublime y sencillo. Es sublime para los devotos puros que son serios respecto a entrar en contacto con el Señor Supremo y es sencillo para los neófitos, que se hallan justamente en el umbral de la casa del bhakti. Lograr el contacto con la Suprema Personalidad de Dios Sri Kṛṣṇa es una gran ciencia, y está abierta para todos los seres vivientes incluyendo los sudras, qué decir de las personas de clase alta, como los brãhmanas calificados y los grandes reyes autorealizados. Las otras actividades de alto grado, designadas como sacrificio, caridad, austeridad, etc., son todas factores corolarios que siguen el proceso del bhakti científico y puro.

Los principios del conocimiento y desapego, son dos factores importantes en el sendero de la realización trascendental. Todo el proceso espiritual conduce al conocimiento perfecto de todo lo material y espiritual y los resultados de dicho conocimiento perfecto, son que uno se torna desapegado del afecto material y se apega a las actividades espirituales. Volverse desapegado de las cosas materiales no significa volverse completamente inerte, como piensan los hombres con escaso acopio de conocimiento. Naiskarmya significa no asumir actividades que producirán efectos, buenos o malos. Negación no significa negación de lo positivo. Negación de lo que no es esencial, no significa negación de lo esencial. Asimismo, desapego de las formas materiales, no significa anular la forma positiva. El culto del bhakti está creado para la realización de la forma positiva. Cuando se comprende la forma positiva, se eliminan automáticamente las formas negativas. Por consiguiente, con el desarrollo del culto del bhakti, con la aplicación del servicio positivo a la forma positiva, uno naturalmente se va desapegando de las cosas inferiores, y se apega a las cosas superiores. Similarmente, el culto del bhakti, siendo la ocupación suprema del ser viviente, nos conduce fuera del disfrute de los sentidos. Esa es la señal del devoto puro. El no es un tonto, ni se ocupa en las energías inferiores, ni posee valores materiales. Eso no es posible mediante el razonamiento a secas. Realmente sucede por la gracia del Todopoderoso. Quien es un devoto puro, posee todas las otras buenas cualidades, a saber, el conocimiento, el desapego, etc., pero aquel que solo posee conocimiento o desapego, no necesariamente está bien familiarizado con los principios del bhakti. El bhakti es la ocupación suprema del ser humano.

El conocimiento derivado de la práctica del bhakti nos permite responder a la pregunta: “ ¿Qué soy yo?”. En el estado de vida condicionada, pasamos nuestros días no en el conocimiento, sino en la ignorancia, tal como los animales. Los animales no tienen auto-conocimiento. Ellos siempre están absortos en el concepto corporal de la vida. El perro piensa: “Yo soy un perro. Yo soy este cuerpo”. Por supuesto, él ignora si es un perro o un gato. Nosotros le hemos dado el nombre de “perro”. El simplemente sabe que, “Yo soy este cuerpo, y debo cumplimentar las necesidades de este cuerpo, de un modo u otro”. Esa es su única función. Durante todo el día y toda la noche, simplemente se afana por satisfacer las necesidades de su cuerpo. Eso es ignorancia.

Cuando ya no somos más gatos y perros, sino seres humanos, podemos entender: “Yo no soy este cuerpo; yo soy un alma espiritual”. Por consiguiente, el Vedãnta-sutra dice, athãto brahma-jijñasã:” Habiendo obtenido la forma humana de vida, uno debe inquirir sobre la Verdad Absoluta”. El cuerpo humano se obtiene después de transmigrar por muchísimos años a través de 8.000.000 de formas inferiores de vida. Por lo tanto, esta vida no debe ser desperdiciada viviendo como gatos y perros, simplemente comiendo, durmiendo, defendiéndose y apareándose. Estas demandas del cuerpo son comunes tanto a los animales como a los seres humanos. Mas, ¿cuál es la facilidad especial de la vida humana? El ser humano es idóneo para entender cual es el valor de la vida, cuales son los problemas de la vida y cómo encontrar una solución a esos problemas. Eso es vida humana, no simplemente pasar nuestros días como los perros y los gatos, trabajando muy duro para satisfacer las demandas de nuestro cuerpo.

Una y otra vez las Escrituras nos previenen contra esta clase de vida degradada. El Señor Rsabhadeva dice (Śrīmad-Bhāgavatam 5.5.1), nãyam deho deha-bhãjãm nr-loke kastãn arhate vid-bhujam ye “Esta forma humana de vida no está creada para satisfacer los sentidos con gran dificultad, como los cerdos que comen excremento”. Por supuesto, comer es necesario, pero un cerdo de campo come la cosa más abominable, excremento, buscándolo durante día y noche. Y si los seres humanos crean una así llamada civilización en la cual simplemente tenemos que trabajar duro día y noche para conseguir comida, luego las vidas de los seres humanos en esa civilización no son mejores que la vida del cerdo. Eso no es vida humana. La vida humana debe ser tranquila. Uno debe poder adquirir comida fácilmente, comer bien, y ahorrar tiempo para cultivar la conciencia de Kṛṣṇa. Eso es vida humana. Pero si creamos una civilización de gatos, perros y cerdos, entonces Kṛṣṇa nos dará la oportunidad de trabajar día y noche simplemente para comer, dormir, aparearse y defenderse. Y esa es la posición hoy, porque la gente así lo desea.

En realidad, no hay escasez de alimento. Kṛṣṇa es tan gentil que está proveyendo de comida a todos. (eko bahunam yo vidadhãti kãmãn). El está alimentando a millones y trillones de entidades vivientes. En todo el mundo, hay billones de pájaros. ¿Quién los está alimentando? Kṛṣṇa los está alimentando. Entonces, los problemas reales del mundo no son la superpoblación o la escasez de alimento. El problema es la escasez de conciencia de Dios. Por eso está sufriendo la gente. Esto no equivale a decir que las necesidades del cuerpo deban ser descuidadas; deben ser atendidas. Pero no debemos simplemente ocuparnos en satisfacer las necesidades del cuerpo. Somos almas espirituales, y el alma espiritual tiene sus propias necesidades. Debemos atender esas necesidades. Luego seremos felices.

Estas necesidades pueden ser atendidas siguiendo las instrucciones de este verso y obteniendo jñana y vairãgya, conocimiento y desapego. El desapego no puede ser obtenido sin conocimiento. Verdadero conocimiento significa entender, “Yo no soy este cuerpo”. En cuanto entendemos que no somos el cuerpo, también podemos entender que no se necesita la gratificación de los sentidos. Y ese entendimiento es desapego, o vairãgya. Pero sin jñana, pensamos que debemos satisfacer los sentidos. Absortos en el concepto corporal de la vida, que es ajñana o ignorancia, pensamos que nuestra única función es satisfacer nuestros sentidos.

Todo el mundo se está moviendo a base de la gratificación de los sentidos. Cuando dos jóvenes de ambos sexos se encuentran, el deseo por la gratificación de los sentidos se vuelve muy fuerte. Como expresa el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.8),

puṁsaḥ striyā mithunī-bhāvam etaṁ
tayor mitho hṛdaya-granthim āhuḥ
ato gṛha-kṣetra-sutāpta-vittair
janasya moho 'yam ahaṁ mameti

«Un hombre es atraído por una mujer, y la mujer es atraída por el hombre, y en cuanto se unen sexualmente, esa mutua atracción se vuelve muy fuerte. Luego se casan y necesitan una casa o departamento (grha) y un trabajo para ganar dinero o alguna tierra para cultivar comida (ksetra). Luego vienen los hijos (suta), un círculo ampliado de amigos y parientes (ãpta) y riqueza (vittaih). De esta forma, la entidad viviente se enreda en una red de ilusión y piensa, “Yo soy este cuerpo y esta familia y propiedad son mías”».

En realidad, nada le pertenece. En cuanto llega la muerte, el tiene que cambiar su cuerpo y en cuanto cambia su cuerpo, todo se termina. Su propiedad, esposa, hijos, su país, su sociedad, todo se pierde. Como dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (10.4) mrtyuh sarva-haras cãham: “Como la muerte, Yo me llevo todo”. Para Sus devotos, Kṛṣṇa aparece como El Mismo, -como el hermoso Sri Kṛṣṇa tocando una flauta-, pero para los no devotos, Kṛṣṇa viene como la muerte. Luego, pueden ver a Dios. Los ateos simplemente desafian a Dios: “ ¿Dónde está vuestro Kṛṣṇa? ¿Dónde está Dios?” y al final, ellos también Lo ven, como la muerte.

Luego, los ateos y los teístas, ambos ven a Kṛṣṇa, pero mientras que los ateos solo Lo ven al final de su vida, como la muerte que todo lo devora, los teístas ven a Kṛṣṇa Mismo en sus corazones, a cada momento, porque ellos han desarrollado amor por El (premãñjana-cchurita-bhakti-vilocanena santah sadaiva hrdayesu vilokayanti [Brahma Samhita 5.38]). El verso previo del Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.6) ha descrito la cultura de este amor por Dios, como el dharma supremo para los seres humanos: sa vai pumsãm paro dharmo yato bhaktir adhoksaje. Esa cultura se necesita. Se puede pertenecer a cualquier tipo de religión: hindú, musulmán, cristiano, pero la prueba de cuán religioso se es, es cuánto amor se ha desarrollado por Dios. Sin ese desarrollo, el proceso religioso es inútil.

A veces, la gente pregunta: “ ¿Ha visto Ud. a Dios?”. Ver a Dios no es difícil. Simplemente hay que calificarse para Verlo, desarrollando el amor por Dios. Luego se puede ver a Dios a cada momento. Esa es la fórmula. Y si no se ha desarrollado conciencia de Kṛṣṇa hasta ese grado, siempre se puede Verlo en el corazón, luego se puede ver a Dios en el mundo material, como se prescribe en las Escrituras. Por ejemplo, en el Bhagavad-gītā (7.8) Kṛṣṇa dice, raso ‘ham apsu kaunteya: “Yo soy el sabor del agua”. Entonces, se puede ver a Kṛṣṇa al beber agua, si recuerdan que: “El sabor de este agua es Kṛṣṇa”. ¿Es muy difícil? En absoluto. Luego Kṛṣṇa dice, prabhãsmi sasi-suryayoh: “Yo soy la luz del Sol y de la Luna”. Si mientras se bebe agua, se olvida que Kṛṣṇa es el sabor, entonces se Lo puede ver recordando que El es la luz del Sol y de la Luna. Entonces, cuando la gente pregunta, “ ¿Ha visto Ud. a Dios?”, nosotros respondemos, “Yo soy la luz del sol”. ¿Quién no ha visto la luz del sol? Luego, hay que comenzar por ver a Dios de este modo, recordándoLo cuando se saborea el agua, cuando se ve la luz del Sol, y demás. Tal recuerdo de Dios, es también Verlo. La visión espiritual no se limita simplemente a los ojos. Dado que Kṛṣṇa es absoluto, también se Lo puede ver cantando Su nombre o describiéndoLo. Sravanam kirtanam visnoh smaranam pãda-sevanam [Śrīmad-Bhāgavatam 7.5.23]. Cuando se oye sobre Kṛṣṇa, se está viendo a Kṛṣṇa, cuando se canta acerca de Kṛṣṇa, se está viendo a Kṛṣṇa, cuando se piensa en Kṛṣṇa, se está viendo a Kṛṣṇa. Ese es el proceso de ver a Dios.

Si se oye sobre Kṛṣṇa, si se canta sobre Kṛṣṇa, si se piensa en Kṛṣṇa, si se adora a Kṛṣṇa, si se presta algún servicio a Kṛṣṇa, si se ofrece todo a Kṛṣṇa, se verá siempre a Kṛṣṇa, las veinticuatro horas del día. Eso es bhakti-yoga. Mis estudiantes en la sociedad de conciencia de Kṛṣṇa, están siguiendo estos principios: Ellos cocinan para Kṛṣṇa, bailan para Kṛṣṇa, cantan para Kṛṣṇa, hablan para Kṛṣṇa, van por todo el mundo por Kṛṣṇa, todo para Kṛṣṇa. Cualquiera puede adoptar estos principios. ¿Dónde está la dificultad? Vãsudeve bhagavati bhakti-yogah prayojitah [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.7]. Y si se practica conciencia de Kṛṣṇa de este modo, el resultado será janayaty ãsu vairãgyam jñãnam ca yad ahaitukam: Muy pronto se obtendrá automáticamente conocimiento y desapego.

Los yogis místicos se esfuerzan arduamente por desapegarse de este mundo material, por los procesos de yama (prescripciones); niyama (deberes prescritos); ãsana (posturas de asiento); prãnãyãma (control de la respiración), pratyãhãra (retraimiento de los sentidos), dhãranã (concentración), dhyãna (meditación) y samãdhi (trance). Este es el sistema óctuple de yoga místico. ¿Y cuál es el objetivo? El desapego del mundo material. Hoy en día, las personas toman el objetivo del yoga como la salud. Pero el yoga en verdad no está creado a tal fin. El yoga está creado para desapegarnos de la materia y conectarnos con el Supremo. Eso es yoga.

Hay diversos tipos de yoga, pero el yoga supremo se describe en el Bhagavad-gītā (6.47) por Kṛṣṇa, como sigue:

yoginām api sarveṣāṁ mad-gatenāntar-ātmanā
śraddhāvān bhajate yo māṁ sa me yuktatamo mataḥ

«Y de todos los yogis, aquel que con gran fé siempre se refugia en Mí, piensa en Mi en su interior y Me presta servicio amoroso trascendental, es quien más íntimamente unido a Mí está en el yoga y es el más elevado de todos. Esa es Mi opinión».

Entonces, el yogi de primera clase es aquel que siempre está pensando en Kṛṣṇa, y la manera más fácil y simple de pensar en Kṛṣṇa, es cantar Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Por este proceso, la lengua, la voz y el proceso de oír se fijan todos en Kṛṣṇa. Eso es samãdhi, absorción en pensamiento sobre Kṛṣṇa.

Esta absorción en Kṛṣṇa, no obstante, solo puede venir cuando estamos desapegados de los objetos de los sentidos. Como dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (2.44):

bhogaiśvarya-prasaktānāṁ tayāpahṛta-cetasām
vyavasāyātmikā buddhiḥ samādhau na vidhīyate

«Quienes están demasiado apegados al disfrute material y la opulencia, no pueden llegar al samãdhi, la absorción en la conciencia de Kṛṣṇa».

Ellos piensan que el disfrute material y la opulencia los harán felices, y en tal sentido, son llamados apahrta-cetasãm, confundidos. Pero si se practica el bhakti-yoga, el desapego aparece automáticamente, seguido por la absorción en conciencia de Kṛṣṇa.

Todo el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa se basa en los principios del conocimiento y el desapego. Ahora, estamos en ignorancia, pensando: “Yo soy este cuerpo, y estoy apegado a las expansiones de mi cuerpo: mi esposa, hijos, nietos, nueras, yernos, etc.”. De este modo, reunimos todos nuestros apegos alrededor nuestro. Estos apegos no deben ser rechazados de inmediato, sino que deben ser consagrados a la conciencia de Kṛṣṇa. Este principio ha sido enunciado por Srila Rupa Gosvãmi:

anāsaktasya viṣayān yathārham upayuñjataḥ
nirbandhaḥ kṛṣṇa-sambandhe yuktaṁ vairāgyam ucyate

Hombre y mujer deben vivir juntos como jefes de familia en relación con Kṛṣṇa, solo con el propósito de desempeñar deberes en Su servicio. El esposo, la esposa y los hijos deben ocuparse todos en deberes conscientes de Kṛṣṇa, y entonces todos esos apegos materiales o corpóreos desaparecerán. Cada familia puede adorar a Vasudeva, o Kṛṣṇa. Se puede instalar una pequeña Deidad o un cuadro de Kṛṣṇa en la casa y realizar la adoración. Por ejemplo, todos tienen que cocinar para comer. Luego, cocinen buenos alimentos vegetarianos para Kṛṣṇa, ofrézcanlos a la forma de la Deidad o a un cuadro de Kṛṣṇa y luego compartan el prasãdam o los remanentes. Eso es bhakti-yoga. No se trata de que la Deidad solo deba ser instalada en el templo. ¿Porqué no en vuestro hogar? Aunque Kṛṣṇa es el virãt-purusa, con una forma tan grande como el universo, El también puede venir dentro de vuestra pequeña habitación, como una pequeña Deidad. Anor aniyãn mahato mahiyãn: Dios es más pequeño que lo más pequeño y más grande que lo más grande. Esa es Su grandeza.

Así pues, todos pueden practicar bhakti-yoga, bajo la guía de un maestro espiritual fidedigno, quien conoce la ciencia de Kṛṣṇa. No pierdan esta oportunidad de la vida humana. Practiquen bhakti-yoga, sean conscientes de Kṛṣṇa y hagan de su vida un éxito. Nuestra misión es enseñar esta ciencia. No es un negocio: “Deme algo de dinero y se lo enseñaré”. El conocimiento es gratis. Simplemente estamos animando a todos: “Canten el mantra Hare Kṛṣṇa”. ¿Cuál es la dificultad? Simplemente canten Hare Kṛṣṇa y bailen. ¿Para qué ir a algún club a bailar? Toda la familia puede cantar y bailar en el hogar. Serán felices. Entonces entenderán su posición constitucional como sirvientes de Kṛṣṇa.

Esta es la principal misión de la vida humana: entender nuestra posición como sirvientes del Señor. Este entendimiento generalmente resulta en vairāgya, desapego. Dos buenos ejemplos son Sanãtana Gosvãmi y Rūpa Gosvāmī, los principales discípulos de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Antes de conocer al Señor Caitanya, ellos eran los primeros ministros de un rey, Nawab Hussein Sha. Ellos se asociaban con personas altamente aristocráticas. Mas después de conocer a Sri Caitanya Mahãprabhu, decidieron retirarse del servicio del rey y unirse al movimiento de conciencia de Kṛṣṇa del Señor Caitanya. Sobre ellos se dice: tyaktvā tūrṇam aśeṣa-maṇḍala-pati-śreṇīṁ sadā tuccha-vat: Aunque eran grandes líderes de la sociedad, rápidamente lo abandonaron todo considerándolo muy insignificante. Entonces, ¿qué hicieron? Bhūtvā dīna-gaṇeśakau karuṇayā kaupīna-kanthāśritau: Para beneficiar a toda la sociedad humana, ellos se convirtieron en mendicantes renunciados y enseñaron conciencia de Kṛṣṇa.

Aquí las palabras dina-gana significan: “la masa general de los pobres”. Rūpa Gosvãmi y Sanãtana Gosvami notaron que la gente era muy pobre, porque no conocían la meta de la vida o los medios para alcanzarla. Realmente pobre es aquel que carece de conocimiento trascendental. La pobreza material no se toma en cuenta, va y viene y hay que tolerarlo: tãms titiksava bhãrata. E incluso si se tiene suficiente dinero, no se es feliz si se es pobre en conocimiento trascendental. Por lo tanto, el conocimiento trascendental es la verdadera riqueza. Es por eso que en la India, los brãhmanas, los que eran ricos en conocimiento, porque ellos comprendían al Brahman Supremo, Kṛṣṇa, eran tradicionalmente respetados incluso por los reyes.

Entonces, podemos volvernos ricos en conocimiento y desapego. Hemos estado enredados por tanto tiempo en el modo de vida materialista debido al apego. Vivimos nuestra vida en ignorancia y después de la muerte obtenemos otra vida, otro cuerpo. Luego, empieza otro capítulo. Así transcurre nuestra vida. Por consiguiente, debemos desapegarnos del modo de vida materialista, para poder terminar con el cambio de un cuerpo a otro.

Desafortunadamente, la gente es tan ignorante que no toman muy en serio este proceso de la transmigración. Ellos piensan: “Sigamos como estamos. No nos importa obtener otro cuerpo. Lo que tenga que pasar, que pase”. Eso no es muy inteligente. Deben tener conocimiento. Este conocimiento es impartido en el propio comienzo de las enseñanzas de Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (2.11): asocyãn anvasocas tvam prajña-vãdams ca bhãsase. “Arjuna, hablas como un gran pandita, pero todas tus charlas conciernen a este cuerpo, en el cual nadie debe interesarse en demasía”. Gatãsun agatãsums ca nãnusocanti panditãh: “Los verdaderos panditas no se interesan mucho en este cuerpo, solo los necios y pícaros se involucran simplemente con los problemas del mismo”. Eso es jñana, conocimiento.

Se puede obtener este jñana muy fácilmente. ¿Cómo? Kṛṣṇa explica en el Bhagavad-gītā (10.10):

teṣāṁ satata-yuktānāṁ bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ yena mām upayānti te

«Si te ocupas en el servicio devocional de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa o Vasudeva, quien se halla en tu corazón, luego Kṛṣṇa te impartirá el conocimiento».

Pero ese servicio debe ser prestado con fé y amor, como enseñamos en el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. Dado que El está situado en tu corazón, Kṛṣṇa sabe quién eres. Tú no puedes engañarLo. Cuando El entiende que tú eres serio respecto a conocerLo, El te brinda el conocimiento por el cual puedes ir hacia El. Ese conocimiento es el proceso de bhakti-yoga, como lo expresa claramente Kṛṣṇa en el Capítulo Dieciocho del Bhagavad-gītā (18.55):

bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ
tato māṁ tattvato jñātvā viśate tad-anantaram

«Solo se Me puede entender tal como soy, como la Suprema Personalidad de Dios, mediante el servicio devocional. Y cuando alguien está en plena conciencia de Mí, por dicha devoción, puede entrar al reino de Dios».

Así pues, no hace falta hacer ningún esfuerzo por separado para adquirir conocimiento. Como se expresa en el actual verso del Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.7, janayati ãsu vairãgyam jñãnam ca yad ahaitukam: “Por servir a Vãsudeva, se adquiere conocimiento y desapego”. En tal sentido, un devoto sincero es perfecto en el conocimiento porque es iluminado desde el interior por la Suprema Personalidad de Dios. Como se declara al comienzo del Śrīmad-Bhāgavatam 1.1., tene brahma hrdã ãdi-kavaye: “Desde el interior del corazón, Kṛṣṇa dio al Señor Brahmã la inteligencia para crear el universo”. Similarmente, El también te dará inteligencia si te vuelves Su sirviente sincero.

En cuanto se adquiere este conocimiento, se rechaza naturalmente la prosecución de todo disfrute material. En el mundo material, todos trabajan en ignorancia, tratando de incrementar su propio sentido de disfrute, pero en el mundo espiritual, todos trabajan en el conocimiento, tratando de incrementar el sentido de disfrute de la Suprema Personalidad de Dios. En dos líneas, el Caitanya-caritāmṛta (Ādi-līlā 4.165) explica muy bellamente la diferencia entre la motivación material y la espiritual:

ātmendriya-prīti-vāñchā—tāre bali 'kāma'
kṛṣṇendriya-prīti-icchā dhare 'prema' nāma

«El deseo de satisfacer los deseos de los propios sentidos, se denomina kãma, lujuria y el deseo de satisfacer los sentidos de Kṛṣṇa se denomina prema; devoción amorosa pura».

Observamos el contraste entre kãma y prema en la conducta de Arjuna. Al principio, el quería satisfacer sus propios sentidos: “Mi querido Kṛṣṇa, no me es posible matar a mis primos hermanos, a mi abuelo o a mi maestro Dronãcãrya”. Mas luego que Kṛṣṇa hubiera impartido las instrucciones del Bhagavad-gitã a Arjuna, y seguidamente le preguntara: " ¿Qué decides ahora?” Arjuna replicó:

naṣṭo mohaḥ smṛtir labdhā tvat-prasādān mayācyuta
sthito 'smi gata-sandehaḥ kariṣye vacanaṁ tava

«Mi querido Kṛṣṇa, por Tu gracia toda mi ilusión se ha disipado y he recuperado mi conciencia de Kṛṣṇa original».
[Bhagavad-gītā 18.73]

¿Y cuál es su conclusión? “Mi deber es satisfacerte a Tí, no a mis sentidos”. De este modo, Arjuna tomó de nuevo su posición como devoto de Kṛṣṇa y luchó en la Batalla de Kuruksetra.

La conciencia de Kṛṣṇa, el amor puro por Dios, no es algo artificial. Al principio, se deben seguir los principios regulativos del bhakti-yoga. Luego, al cabo de un tiempo, se obtiene naturalmente amor espontáneo por Dios. Como le explica el Señor Caitanya a Sanãtana Gosvãmi en el Caitanya-caritãmrta (Madhya-lilã 22.107),

nitya-siddha kṛṣṇa-prema 'sādhya' kabhu naya
śravaṇādi-śuddha-citte karaye udaya

«El amor puro por Kṛṣṇa está eternamente establecido en el corazón de todas las entidades vivientes. No es algo que deba obtenerse de alguna otra fuente. Cuando el corazón se purifica por oír y cantar sobre Kṛṣṇa, ese amor despierta naturalmente».

Entonces, el amor por Dios ya está allí dentro de cada uno de nosotros, porque somos parte y porción Suya, pero ese amor ahora está cubierto por la lujuria, debido a la asociación material. Cuando un espejo está cubierto por polvo, no te puedes ver reflejado en el mismo, mas luego que lo lustras, ves tu rostro claramente. Asimismo, el proceso de bhakti-yoga lustra el espejo de tu corazón, y cuando está bellamente pulido, verás quien eres y cómo debes trabajar para poder ser feliz. Todo será revelado.

Por lo tanto, nuestro pedido es que adopten este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa muy seriamente y traten de abocarse personalmente al servicio de Kṛṣṇa.

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