Dharma, El camino de la trascendencia
<< 14 Bhakti-yoga: La forma más rápida hacia la paz y la bienaventuranza >>

tadā rajas-tamo-bhāvāḥ
kāma-lobhādayaś ca ye
ceta etair anāviddhaṁ
sthitaṁ sattve prasīdati

«En cuanto el servicio amoroso irrevocable se establece en el corazón, los efectos de las modalidades de la pasión y la ignorancia de la naturaleza, como ser la lujuria, el deseo y el anhelo, desaparecen del corazón. Seguidamente, el devoto se establece en la bondad, y se vuelve completamente feliz».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.19

Un ser viviente en su posición constitucional normal, está plenamente satisfecho en la bienaventuranza espiritual. Este estado de existencia se denomina brahma-bhūta [Śrīmad-Bhāgavatam 4.30.20] o ãtmãnandi, o el estado de autosatisfacción. Esta autosatisfacción no es como la satisfacción del necio inactivo. El necio inactivo, está en un estado de necia ignorancia, mientras que el ãtmãnandi auto-satisfecho, es trascendental al estado material de existencia. Este estado de perfección se logra en cuanto uno se fija en el servicio devocional irrevocable. El servicio devocional no es inactividad, sino la actividad pura del alma.

La actividad del alma se adultera en contacto con la materia, y en tal sentido, las actividades enfermas se expresan en la forma de la lujuria, el deseo, el anhelo, la inactividad, la necedad y el sueño. El efecto del servicio devocional se hace manifiesto por la completa eliminación de estos efectos de la pasión e ignorancia. El devoto se fija de inmediato en la modalidad de la bondad, y sigue progresando hasta elevarse a la posición de vasudeva, o estado de sattva sin mezcla o suddha-sattva. Solo en este estado de suddha-sattva, se puede ver siempre a Kṛṣṇa cara a cara, en mérito al afecto puro por el Señor.

El devoto está siempre en la modalidad de la bondad pura, por consiguiente, él no lastima a nadie. Pero el no devoto, por muy educado que pueda ser, siempre es lesivo. El devoto no es ni tonto ni apasionado. Los dañinos, necios y apasionados no pueden ser devotos del Señor, no obstante, quizás se promocionen personalmente como devotos por su atuendo exterior. El devoto siempre está calificado con todas las buenas cualidades de Dios. Cuantitativamente, dichas cualidades quizás sean diferentes, pero cualitativamente, el Señor y Su devoto son uno y el mismo.

Los no devotos, por otro lado, actúan bajo la influencia de una combinación de las tres modalidades de la naturaleza material, la modalidad de la bondad, la modalidad de la pasión y la modalidad de la ignorancia. Estas modalidades se combinan en ilimitadas formas, para producir ilimitadas variedades de personas. La vida progresiva se inicia cuando uno se esfuerza por llegar al nivel de la modalidad de la bondad. Mediante el entrenamiento, se puede llegar a esa plataforma, así como por el entrenamiento de los hombres analfabetos, incultos y parecidos a los animales, éstos pueden ser civilizados. Hasta los perros y gatos y tigres pueden ser entrenados para ser obedientes. Esa es nuestra experiencia práctica.

Hay dos clases de procesos de adiestramiento, para elevar al ser humano a la etapa de la bondad pura. Uno es el proceso paso a paso, esquematizado: tapasā brahmacaryeṇa śamena ca damena ca [Śrīmad-Bhāgavatam 6.1.13]. En este proceso, uno sobrelleva diversas austeridades (tapasya), controla el impulso sexual por la práctica del celibato (brahmacarya) y controla en general los sentidos y la mente (sama dama). Además, se puede dar mucho dinero en caridad (tyãga). Este es el proceso de elevación gradual.

Pero existe otro proceso, la conciencia de Kṛṣṇa o bhakti-yoga. Supongamos que tienen que subir al último piso de un edificio de diez pisos. Pueden ir escalón por escalón o pueden tomar el ascensor. El ascensor es el bhakti-yoga. Si adoptan este proceso, entonces llegarán rápidamente al piso de arriba. Caso contrario, tienen que ir escalón por escalón. Aunque ambos procesos conducen al último piso, uno es muy lento y el otro es muy rápido.

El comienzo del bhakti-yoga es oír acerca de Kṛṣṇa. Como se describe en los presentes versos del Bhãgavatam, el resultado de oír sobre Kṛṣṇa con regularidad, es que las cosas sucias del corazón son limpiadas casi totalmente (naṣṭa-prāyeṣv abhadreṣu [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.18]); luego, uno se estabiliza en el servicio devocional; supera las modalidades de la pasión y la ignorancia, y es promovido a la plataforma de la bondad (sthitam sattve prasidati). Y en cuanto se llega a la plataforma de la bondad, se está libre de la lujuria y la codicia, los efectos de las modalidades inferiores de la pasión y la ignorancia.

Todo el mundo se mueve en mérito al impulso de la lujuria y la codicia. Quienes están influenciados por las cualidades inferiores de la naturaleza material, nunca están satisfechos: “Quiero más, quiero más, quiero más”. Pero al margen de cuánto se obtenga, uno no está satisfecho. Un hombre pensará: ‘Si tan solo puedo aumentar mi ingreso a mil dólares por mes, estaré satisfecho”. Pero en cuanto consigue mil dólares, quiere cien mil. Ni siquiera los millonarios están satisfechos. En París he visto a hombres lujuriosos mayores yendo a los clubes. Ellos entran al club pagando cincuenta dólares y allí encuentran mujeres jóvenes y vino, ese es su placer. Por un lado, no están satisfechos ni con millones de dólares, y por el otro lado quieren disfrutar de las mujeres jóvenes. Simplemente lujuria y codicia. Eso es todo.

Así pues, volverse consciente de Kṛṣṇa significa liberarse de la lujuria y de la codicia: ceta etair anãviddham. Viddham significa “horadando”. La lujuria y la codicia siempre están horadando y pinchando el corazón. “ ¡Vamos, vamos, disfruta!”. Pero cuando avancen un poco en conciencia de Kṛṣṇa, estas cosas ya no los pincharán porque vuestro corazón se habrá limpiado.

Entonces, siempre estarán contentos. Como dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gitã (18.54):
brahma-bhūtaḥ prasannātmā na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu mad-bhaktiṁ labhate parām

Cuando se llega a la etapa brahma-bhuta [Śrīmad-Bhāgavatam 4.30.20], la plataforma de la liberación, se volverán completamente contentos y ya no se lamentarán más ni anhelarán las cosas materiales (na socati na kãnksati). En la conciencia material, siempre estamos anhelando algo que no poseemos, y nos lamentamos cuando perdemos algo. Pero en la conciencia de Kṛṣṇa estamos libres de esos efectos de las modalidades de la pasión y la ignorancia. En dicha conciencia, podrán ver a todos en la plataforma espiritual. Como explicara Kṛṣṇa anteriormente en el Bhagavad-gītā (5.18):

vidyā-vinaya-sampanne brāhmaṇe gavi hastini
śuni caiva śva-pāke ca paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ

Quien está en conciencia de Kṛṣṇa es verdaderamente sabio, y en tal sentido ve a los perros y seres humanos de la misma forma. El no ve la ropa externa del cuerpo, sino que ve el alma espiritual. “Aquí hay un alma espiritual” -piensa, “parte y porción de Kṛṣṇa”. Esa clase de visión es la base de la hermandad universal. La hermandad no sobrevendrá porque las Naciones Unidas promulguen resoluciones. Eso no es posible. Hay que llegar a la plataforma espiritual; luego habrá amor, fraternidad, igualdad y hermandad. Caso contrario, todo es una propaganda falsa.

Finalmente, quien llega a la plataforma espiritual, -el nivel brahma-bhuta- [Śrīmad-Bhāgavatam 4.30.20] obtiene servicio devocional puro a Kṛṣṇa (mad-bhaktiṁ labhate parām [Bhagavad-gītā 18.54]). En otras palabras, uno se vuelve completamente adecuado para servir a Kṛṣṇa y Kṛṣṇa acepta su servicio en ese momento. Este nivel se describe más en el siguiente verso.

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