Dharma, El camino de la trascendencia
<< 11 Oyendo con fé acerca de Kṛṣṇa >>

śuśrūṣoḥ śraddadhānasya
vāsudeva-kathā-ruciḥ
syān mahat-sevayā viprāḥ
puṇya-tīrtha-niṣevaṇāt

«Oh sabios nacidos dos veces, por servir a esos devotos que están completamente libres de todo vicio, se hace un gran servicio. Por dicho servicio, uno obtiene afinidad por oír los mensajes de Vãsudeva».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.16

La vida condicionada de un ser viviente, es causada por su rebelión contra el Señor. Hay hombres llamados devas o seres vivientes santos y hay hombres llamados asuras o demonios, que están contra la autoridad del Señor Supremo. En el Bhagavad-gitã (Capítulo Dieciséis) se brinda una vívida descripción de los asuras, y se explica que éstos son puestos en condiciones de ignorancia cada vez más inferiores, vida tras vida, y así se hunden en las formas inferiores animales y no tienen información de la Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios. Estos asuras son gradualmente rectificados a la conciencia de Dios por la misericordia de los servidores liberados del Señor, en diferentes países, de acuerdo a la voluntad suprema. Tales devotos de Dios son asociados muy confidenciales del Señor, y cuando ellos vienen a salvar a la sociedad humana de los peligros de la impiedad, son famosos como poderosas encarnaciones del Señor, como hijos del Señor o como asociados del Señor. Pero ninguno de ellos clama falsamente ser Dios, personalmente. Esta es una blasfemia declarada por los asuras, y sus seguidores demoníacos también aceptan a pretenciosos como Dios o Su encarnación. En las Escrituras reveladas, hay información definitiva en relación a las encarnaciones de Dios. Nadie debe ser aceptado como Dios, a menos que esté confirmado en las Escrituras reveladas.

Los sirvientes de Dios, han de ser respetados como Dios por los devotos que realmente quieren regresar de vuelta con Dios. Tales sirvientes de Dios son llamados mahãtmas o tirthas y ellos predican de acuerdo al tiempo y lugar en particular. Los sirvientes de Dios urgen a las personas a volverse devotos del Señor. Ellos nunca toleran ser llamados Dios. Sri Caitanya Mahãprabhu era Dios Mismo de acuerdo a la indicación de las Escrituras reveladas, pero El jugó el rol de un devoto. La gente que Lo conocía se dirigía a El como Dios, pero El solía taparse los oídos con las manos y cantar el nombre del Señor Visnu. Protestaba enérgicamente por ser llamado Dios, aunque indudablemente era Dios Mismo. El Señor se comporta así para prevenirnos contra los hombres inescrupulosos que se complacen en ser aludidos como Dios.

Los sirvientes de Dios vienen a propagar la conciencia de Dios y las personas inteligentes deben cooperar con ellos en todo sentido. Por servir al sirviente de Dios, se puede complacer a Dios más que por servir directamente al Señor. El Señor se complace más cuando ve que Sus sirvientes son debidamente respetados. porque tales sirvientes lo arriesgan todo por el servicio del Señor y por eso son muy queridos para El. El Señor declara en el Bhagavad-gitã (18.69) que nadie es más querido para El, que aquel que lo arriesga todo para predicar Su gloria. Por servir a los sirvientes del Señor, uno gradualmente obtiene la cualidad de dichos sirvientes y en tal sentido, se califica para oír las glorias de Dios. El anhelo por oír sobre Dios, es la primera calificación del devoto idóneo para entrar al reino de Dios.

Como se mencionara en este verso del Bhãgavatam, tal anhelo es despertado por prestar servicio a los mahãtmãs, o grandes almas. ¿Quién es una gran alma? Aquella que se ocupa en el servicio del Señor las veinticuatro horas del día. En el Bhagavad-gitã (9.13) el Señor Kṛṣṇa describe al mahãtmã de esta forma:

mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ
bhajanty ananya manaso jñātvā bhūtādim avyayam

«Aquellos que no están confundidos, las grandes almas, están bajo la protección de Mi naturaleza divina. Ellos se ocupan completamente en el servicio devocional, porque Me conocen como la Suprema Personalidad de Dios, original e inagotable».

Aquí Kṛṣṇa usa la palabra daivi-prakrti, “naturaleza divina”. En el Bhagavad-gitã Kṛṣṇa explica que El posee dos clases de prakrtis o naturalezas: la daivi o para-prakrti, que es Su naturaleza trascendental y la apara-prakrti, Su naturaleza material. Los devotos de Kṛṣṇa tratan de permanecer bajo la guía de la daivi-prakrti personificada, Srimati Rãdhãrãni. Los materialistas, sin embargo, están bajo el control de la aparã-prakrti personificada como la Diosa Kãli o Durgã. Entonces, para desarrollar nuestro anhelo por oír acerca de Kṛṣṇa (vãsudeva-kathã-ruci), tenemos que prestar servicio a una persona que esté bajo la protección y guía de la naturaleza trascendental de Kṛṣṇa.

Ese servicio comienza con fe (śuśrūṣoḥ śraddadhānasya [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.16]). Sin fe, no se puede hacer ningún progreso. Como ha escrito Srila Rupa Gosvãmi, ãdau sraddhã: “El comienzo de la vida espiritual, es la fe”. Esa fe puede ser simplemente algo de aprecio por la conciencia de Kṛṣṇa. Sin siquiera adoptar el proceso de bhakti-yoga, si la persona piensa: “Estas personas Hare Kṛṣṇa son muy buenas”, tal aprecio le dará un toque de vida espiritual. Y el desarrollo de dicho aprecio, por grados, será el desarrollo de su vida espiritual.

La siguiente etapa es sādhu-saṅga [Śrī Caitanya-caritāmṛta, Madhya 22.83], asociación con devotos de Kṛṣṇa. En esta etapa, uno quizás piense: “Está bien, los devotos están cantando Hare Kṛṣṇa y hablando de Kṛṣṇa. Iré al templo y me sentaré a oír”. La tercera etapa es bhajana-kriyã, comenzar a ejecutar el proceso de servicio devocional. Y después que uno se ha asociado bien con los devotos y ocupado en el servicio devocional por algún tiempo, cantando el mantra Hare Kṛṣṇa y observando los principios regulativos, uno naturalmente sentirá: “ ¿Porqué no convertirme en discípulo de un maestro espiritual?”. Por eso recibimos tantas solicitudes: “Srila Prabhupada, por favor acépteme como su discípulo”.

Luego viene anartha-nivrtti, desaparición de los hábitos indeseables. Uno de esos hábitos es el sexo ilícito. En nuestra Sociedad lo prohibimos. Si uno de nuestros miembros quiere tener sexo, él o ella han de casarse, pero el sexo fuera del matrimonio está estrictamente prohibido. Es simplemente una anartha, picardía. Otra anartha es la intoxicación. ¿De qué sirve la intoxicación? No hace falta. En nuestra Sociedad prohibimos toda clase de intoxicación. Ni siquiera permitimos el té, café o los cigarrillos. Entonces, ¿morimos acaso por falta de té o cigarrillos? No. Como tampoco morimos por necesidad de comer carne o de apostar, lo cual también prohibimos. Por consiguiente, todas estas cosas son anarthas, cosas innecesarias.

Así pues, la primera etapa en el desarrollo del gusto por oír sobre Kṛṣṇa es cierto aprecio preliminar, la segunda etapa es la asociación con devotos, la tercera es ocuparse en servicio devocional y la cuarta etapa, -lograda si uno realmente está cumpliendo con las reglas y regulaciones del servicio devocional, bajo la guía de un maestro espiritual fidedigno-, es la liberación de los deseos y hábitos indeseables. Luego viene nisthã, fé firme en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Y la sexta etapa es ruci, un gusto por oír y cantar sobre Kṛṣṇa, servirLo y demás.

Supongamos que una persona está padeciendo de ictericia. Para ella, el azúcar le sabe amarga, pero el azúcar es la mejor medicina en su caso. Si come azúcar, gradualmente se curará de su enfermedad, y al final llegará al punto donde el azúcar tendrá nuevamente sabor dulce. Asimismo, para llegar a la etapa de vāsudeva-kathā-ruci [Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.16], un gusto por oír la glorificación de Kṛṣṇa, primero hay que atravesar las cinco etapas antes mencionadas, que quizás a veces parezcan un poco amargas. Pero si se oye continuamente acerca de Kṛṣṇa con fe y aprecio, es seguro que se llegará a la etapa del sabor. Luego, obtendrán la espada del recuerdo de Kṛṣṇa, de la cual hablamos en el último verso, yad anudhyãsina. Si tienen un gusto por oír y cantar sobre Kṛṣṇa, es muy fácil que recuerden a Kṛṣṇa, cantando constantemente Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rãma, Hare Rãma, Rãma Rãma, Hare Hare.

Así pues, tienen que tomar la espada de la conciencia de Kṛṣṇa y cortar el nudo del enredo material. El movimiento de conciencia de Kṛṣṇa se está difundiendo para enseñar a la gente cómo tomar esta espada. Yo inicié este movimiento en Nueva York, en 1966. No tenía una espada real, como la que blanden algunos predicadores religiosos. Ellos toman sus Escrituras en una mano y una espada en la otra y dicen: “ ¡Acepten estas Escrituras o les cortaré la cabeza!”. No, esa no es la manera de difundir la conciencia de Kṛṣṇa. De todos modos, sí tenía una espada, la espada del recuerdo de Kṛṣṇa, la cual enseñé a usar a las personas, dándoles una oportunidad de oír sobre el Señor. El efecto de oír sobre el Señor, se describe en el siguiente verso.

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