Dharma, El camino de la trascendencia
<< 10 La espada del recuerdo >>

yad-anudhyāsinā yuktāḥ
karma-granthi-nibandhanam
chindanti kovidās tasya
ko na kuryāt kathā-ratim

«Con la espada en mano, los hombres inteligentes cortan los nudos de la acción fruitiva (karma) recordando a la Personalidad de Dios. Por consiguiente, ¿quién no prestará atención a Su mensaje?»
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.15

El contacto de la chispa espiritual con los elementos materiales, crea un nudo que debe ser cortado si uno desea ser liberado de las acciones y reacciones de la labor fruitiva. Liberación significa libertad del ciclo de la acción reaccionaria. Esta liberación sigue automáticamente a quien recuerda constantemente los pasatiempos trascendentales de la Personalidad de Dios. Esto se debe a que todas las actividades del Señor Supremo (Su lilã) son trascendentales a las modalidades de la energía material. Todas son actividades espirituales absolutamente atractivas, y por lo tanto, la constante asociación con las actividades espirituales del Señor Supremo, espiritualiza gradualmente al alma condicionada y finalmente cercena el nudo del cautiverio material.

La liberación del cautiverio material es, por consiguiente, un sub-producto del servicio devocional. El alcance del conocimiento espiritual no es suficiente para asegurar la liberación. Dicho conocimiento debe ser protegido con el servicio devocional, para que finalmente predomine solo el servicio devocional. Luego es posible la liberación. Hasta la acción reaccionaria de los trabajadores fruitivos puede conducir a la liberación, cuando está protegida por el servicio devocional. El karma recubierto de servicio devocional, se denomina karma-yoga. Similarmente, el conocimiento empírico recubierto con servicio devocional, es denominado jñana-yoga. Pero el bhakti-yoga puro es independiente de tal karma y jñana porque solo él, además de darnos la liberación de la vida condicional, nos concede el servicio amoroso trascendental del Señor.

Por consiguiente, toda persona sensible que esté por encima del hombre promedio, con un escaso acopio de conocimiento, debe recordar constantemente a la Personalidad de Dios, oyendo acerca de El, glorificándoLo, recordándoLo y adorándoLo siempre, sin cesar. Esa es la vía perfecta del servicio devocional. Los Gosvãmis de Vrndãvana, que estaban autorizados por Sri Caitanya Mahãprabhu para predicar el culto del bhakti, acataron rígidamente esta regla y produjeron una inmensa literatura de ciencia trascendental, para nuestro beneficio. Ellos trazaron caminos para todas las clases de hombres, en términos de las diferentes castas y órdenes de vida, en prosecución de las enseñanzas del Srimad-Bhãgavatam y Escrituras autorizadas similares.

A menos que leamos, oigamos y recordemos estas literaturas, no podemos cortar el nudo de nuestras reacciones kármicas. Supongamos que un hombre está atado muy fuertemente con sogas. Con sus manos y piernas atadas, no se puede mover libremente. Similarmente, nosotros estamos atados por las leyes de la naturaleza material. Cuanto más pecaminosos seamos, más nos atará la naturaleza material. Por ejemplo, siempre estamos atados por las leyes del Estado, ya sea las leyes penales o civiles. Si violamos las leyes criminales, nuestro castigo es muy severo, y si violamos las leyes civiles, somos castigados con menos severidad, pero en cualquier caso se nos castiga.

Para las entidades vivientes condicionadas en el mundo material, el cuerpo en sí es un castigo. Pero la gente ignora esto, por eso tratan de disfrutar del cuerpo como cerdos. Un cerdo de campo no sabe lo abominable que es que tenga el cuerpo de un cerdo, tener que comer excremento y vivir en un lugar sucio. El es feliz si simplemente puede disfrutar del sexo con una hembra de la especie, no importa si es su hermana, su madre o su hija. Esa es la vida del cerdo: comer excremento y disfrutar del sexo. Nosotros somos conscientes de esa abominable condición, pero él piensa: “ ¡Oh, qué vida feliz que tengo! Como muy bien, comida de primera clase y tengo sexo sin ninguna restricción. Esto es vida”.

En realidad, eso es Mãyã, ilusión. Mãyã posee dos energías: la ãvaranãtmika-sakti y la praksepãtmikã-sãkti. La ãvaranãtmika-sakti cubre a la entidad viviente con ignorancia. Aunque esté llevando una vida condenada, de todos modos ella piensa: “Soy muy feliz. Está todo bien”. Su conocimiento real está cubierto. Y la praksepãtmika-sakti lanza hacia abajo a la entidad viviente, al océano de la existencia material, y la guarda allí. Cuando alguien está tratando de venir a la conciencia de Kṛṣṇa, la praksepãtmika-sakti ordenará: “ ¿Porqué estás yendo a la sociedad de conciencia de Kṛṣṇa? Allí hay tantas restricciones, tantas reglas y regulaciones. Mejor abandónalo”. Y el alma condicionada piensa: “ Porqué, sí, esta conciencia de Kṛṣṇa es una tontería. Lo voy a dejar”.

Cuanto más pecaminoso se es, más tratará Mãyã de evitar que alguien se vuelva consciente de Kṛṣṇa. Esa es la ingrata misión de Mãyã. Ella es tal como el Dto. de Policía. La policía no es nuestro enemigo, pero cuando alguien comete un crimen, lo arresta, lo pone en prisión y lo castiga. Asimismo, Mãyã está empleada por la autoridad suprema, Kṛṣṇa, para castigar a las entidades vivientes pecaminosas.

Entonces, el nudo de la forma de vida materialista es muy fuerte y el comienzo del nudo es la vida sexual. Todo el mundo está atado por las leyes materiales de la naturaleza debido al fuerte deseo por el sexo. Tanto en la sociedad humana como en la animal, el punto central es el sexo. La gente trabaja muy duro para ganar dinero, porque quieren disfrutar del sexo. Ni siquiera los hippies pudieron abandonarlo. Ellos renunciaron a todo, la propiedad de sus padres, su vida feliz en el hogar, pero al sexo no pudieron renunciar.

De todos modos, aunque el nudo de la vida material es muy difícil de cortar, aquí el Bhãgavatam nos brinda el camino: yad-anudhyãsinã yuktãh karma-granthi-nibandhanam chindanti. “Con la espada del recuerdo de Kṛṣṇa, se puede cortar el nudo de la vida material”. La mejor manera de recordar a Kṛṣṇa es cantar siempre Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rãma, Hare Rãma, Rãma Rãma, Hare Hare. Tomen esta espada del canto del mahã-mantra, en esta Era es el único medio para cortar el nudo de la vida material.

Vida material significa karma, actividades fruitivas. Por realizar actividades fruitivas en esta vida, la persona crea su siguiente cuerpo. Quien obre pecaminosamente, quizás obtenga el cuerpo de un perro, cerdo o árbol y quien obre piadosamente puede obtener el cuerpo de un semidiós. Pero eso también es un “nudo”; no es libertad, porque hasta los semidioses, los seres vivientes materialmente más avanzados en el universo, deben morir.

Las personas tratan de ser felices progresando materialmente. Ellos no saben que la meta de la vida es llegar a la conciencia de Kṛṣṇa (na te viduh svãrtha-gatim hi visnum). Ellos piensan: “Aumentando la cantidad de automóviles, seremos felices”. Eso es Mãyã, ilusión. Los automóviles no los harán felices. Esta civilización del automóvil estará terminada a lo sumo en cien años más. Cualquier cosa que fabriquemos, un supuesto imperio, una supuesta civilización material, un día se terminará. Todas estas cosas simplemente constituyen tantos otros nudos en el corazón, que nos cautivan y nos llevan a pensar: “ ¿De qué sirve este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa? Debemos tener tres docenas de automóviles y tres docenas de botellas de vino y entonces seremos felices”. Eso es ilusión.

En el humor de alguien atado por la ilusión, Narottama dãsa Thãkura canta:
sat-saṅga chāḍi' kainu asate vilāsa
te-kāraṇe lāgila ye karma-bandha-phāṅsa

«Ay de mí, he abandonado la asociación de los devotos de Kṛṣṇa porque quise disfrutar de la felicidad material ilusoria. De esta forma, me he enredado en la red del karma».

Aquí Narottama emplea la palabra sat-sanga, que significa “asociación con devotos de Kṛṣṇa”. Sat-sanga se encuentra en el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa, donde uno puede oír el Srimad-Bhãgavatam, cantar Hare Kṛṣṇa y practicar la forma de volverse puro. Justo lo opuesto es asat-sanga, la mala asociación, que nos lleva a la intoxicación, el sexo ilícito, la bebida y tantas otras prácticas pecaminosas. Los publicitarios son asat-sanga: “Vamos, fuma cigarrillos Kool y serena tu cerebro”. ¡Qué pillos! ¿Cómo puede alguien volverse sereno fumando cigarrillos? De todos modos se presentan los avisos y los necios, cautivados por ellos, fuman cigarrillos para ser sobrios. Eso es Mãyã.

Quien tiene un poco de inteligencia, sin embargo, de inmediato observará la contradicción en la publicidad: “ ¿ Este aviso declara que me puedo volver sereno fumando cigarrillos? ¿ Qué es esta tontería?”. Asimismo, la persona inteligente puede entender los trucos de Mãyã y ver las contradicciones en todas sus fascinaciones.

Por consiguiente, aquí el Bhãgavatam usa la palabra kovida, “persona inteligente”. “Cuando alguien se vuelve realmente inteligente, debe preguntar: “ ¿Porqué me encuentro en esta miserable condición de vida? Yo no quiero morir, pero la muerte está ahí. ¿Porqué? No quiero la enfermedad, pero la enfermedad se presenta. ¿Porqué? No quiero envejecer, pero me veo obligado. ¿Porqué? No quiero la guerra, pero el ejército me recluta para luchar. ¿Porqué?”. La persona inteligente debe plantearse todos estos “porqué”. Sanãtana Gosvãmi mostró la forma debida de preguntar al guru, al acudir a Caitanya Mahãprabhu: ke ãmi, kene ãmãya jãre tãpa-traya. “ ¿Quién soy yo?”-preguntó Sanãtana Gosvãmi. “ ¿Porqué he sido puesto en esta miserable condición de vida? Mi querido Señor, dado que soy el Ministro del rey y sé un poquito de sánscrito y de árabe, la gente común me llama pandita, estudioso erudito. Pero para decirlo con franqueza, si ignoro quién soy, y porqué estoy sufriendo, ¿de qué vale mi educación?”. Eso es inteligencia.

La inteligencia se evidencia por el autocontrol. Los gatos y perros no tienen autocontrol. Si un toro o un gato macho ven una hembra, de inmediato la violan, empero, no son castigados. Pero si un ser humano hace eso en la calle, es arrestado de inmediato. La tendencia al estupro existe tanto en el animal como en el ser humano, mas se supone que el ser humano debe auto-controlarse. Ciertamente, la vida humana está creada para el autocontrol. Cuanto más autocontrol personal se ejerza, más ser humano perfecto se es y cuanto más se permite a los sentidos descontrolarse, más animal se es. La gente no lo sabe. Ellos quieren libertad, pero se están volviendo animales en nombre de la libertad. Esa es su (así llamada) civilización.

Así pues, tenemos que seguir la instrucción del Bhãgavatam y volvernos kovida, inteligentes. La persona inteligente debe tomar la espada del recuerdo de Kṛṣṇa (anudhyãsina) y cortar el nudo del apego por el disfrute material. Uno de los significados del prefijo anu en anudhyãsina es “seguimiento”. Esto indica que debemos seguir los pasos de un maestro espiritual genuino o ãcãrya. Debemos acatar lo que el ãcãrya enseña y demuestra por su ejemplo. Otro significado de anu es “siempre”. Siempre debemos recordar a Kṛṣṇa si queremos cortar el nudo del karma que nos ata al nacimiento y la muerte en este mundo material.

Es el nudo del karma el que nos obliga a transmigrar de un cuerpo a otro. Esta no es la teoría de la evolución de Darwin, que la naturaleza causa una gradual evolución de los cuerpos. Antes bien, cada alma determina su cuerpo futuro por sus acciones en esta vida. Los cuerpos ya están allí, y la entidad viviente simplemente entra a un tipo particular de cuerpo, conforme a su karma. Supongamos que yo actúo tan abominablemente en esta vida que en mi siguiente vida debo sufrir el castigo de volverme un perro. Entonces, tengo que entrar al vientre de un perro hembra, y ella me proporcionará el cuerpo de un perro. Eventualmente saldré de la experiencia vital en el cuerpo de perro. Esa es la ley del karma.

Así pues, pueden volverse perros o pueden volverse un dios. Como seres humanos, tienen la facilidad de optar por cualquiera de ambos. Simplemente tienen que elegir. Como dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gitã (9.25),

yānti deva-vratā devān pitṝn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā yānti mad-yājino 'pi mām

«Aquellos que adoran a los semidioses, nacerán entre los semidioses; aquellos que adoran a los ancestros, irán con los ancestros; aquellos que adoran a los fantasmas y espíritus, nacerán entre esos seres y aquellos que Me adoren, vivirán Conmigo».

Mas si tú deseas vivir con Dios en el mundo espiritual, debes tener un cuerpo como el Suyo, tal como si quieres vivir en el agua, debes tener el cuerpo de un pez. Y si no quieres vivir con Dios, si quieres disfrutar del goce irrestricto de los sentidos, entonces puedes tomar el cuerpo de un cerdo. La naturaleza le brinda la oportunidad a todo ser humano de seleccionar su propio futuro; nadie es obligado

Por lo tanto, hay que ser inteligente y preguntar: “ ¿Cómo me puedo liberar del cautiverio material?”. La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, responde esta pregunta en el Bhagavad-gitã (4.9):

janma karma ca me divyam evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so 'rjuna

«Oh Arjuna, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al abandonar este cuerpo no vuelve a nacer nuevamente en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna».

Aquí Kṛṣṇa dice que uno debe conocerLo en verdad, tattvatah. Tal conocimiento proviene de los sãstras autorizados, como el Bhagavad-gitã y el Srimad-Bhãgavatam. Mas hoy en día, hay demasiados pícaros que promocionan: “No necesitas entender a Dios a través de ningún libro. Tan solo acéptame como Dios”. Y las personas son tan necias que aceptan a esos pillos como Dios.

Toda proclama del mundo científico está sustentada por algún libro. Por ejemplo, supongamos que alguien llega hasta un árbol y declara que es un árbol de mango. Seguidamente, podemos verificar esa proclama, consultando un libro de Botánica y aprender las características de un árbol de mango; la forma de sus hojas, el sabor de sus frutos, etc. Lo mismo se aplica ciertamente en las áreas de la química, la física y toda otra ciencia.

Asimismo, hay un proceso para verificar si alguien es Dios o no. Cuando a Caitanya Mahãprabhu se le preguntó cómo comprobar si una persona es Dios, El dijo: “El sãstra menciona las características de Dios. Si alguien posee esas características, El es Dios”. Entonces, nosotros aceptamos a Kṛṣṇa como Dios, no por fé ciega, sino debido a que Su carácter y actividades se mencionan en el sãstra. Y debemos emplear el mismo proceso para determinar quien es un maestro espiritual genuino: no por fé ciega, sino consultando al sãstra. Acerca del guru genuino, el Śrīmad-Bhāgavatam (11.3.21), dice:

tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam
śābde pare ca niṣṇātaṁ brahmaṇy upaśamāśrayam

«La persona que desea seriamente la verdadera felicidad, debe buscar un maestro espiritual fidedigno y ampararse en él por la iniciación. La calificación del guru fidedigno es que ha comprendido las conclusiones de las Escrituras, mediante la deliberación y puede convencer a los demás de dichas conclusiones. Tales grandes personalidades, que han tomado refugio en el Dios Supremo, haciendo a un lado todas las consideraciones materiales, debe comprenderse son maestros espirituales dignos de fé».

So, one should be intelligent enough to take shelter of a bona fide guru. This will enable one to cut the hard knot of material life with the weapon of remembrance of Kṛṣṇa. It is not difficult. One simply has to cultivate an attraction for hearing about Kṛṣṇa (kathā-ratim). You don't need to pass an M.A. or Ph.D. examination. God has given you ears. Simply sit down and hear books like Śrīmad-Bhāgavatam and Bhagavad-gītā from a realized person. These books contain everything you need to understand God. All you have to do is increase your attachment for hearing them. Simply by hearing repeatedly, you will become expert in the science of God. Caitanya Mahāprabhu has approved this process: sthāne sthitāḥ śruti-gatāṁ tanu-vāṅ-manobhiḥ. Remain in your social position, but try to hear the transcendental message from realized souls. You will gradually become enlightened and cut the knot of material bondage.

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