Dharma, El camino de la trascendencia
<< 1 ¿Qué es el Dharma? >>

sa vai puṁsāṁ paro dharmo
yato bhaktir adhokṣaje
ahaituky apratihatā
yayātmā suprasīdati

«La suprema ocupación [dharma] para toda la humanidad es aquella por la cual los hombres pueden obtener el servicio devocional amoroso al Señor trascendental. Dicho servicio devocional, debe ser innmotivado e ininterrumpido, para satisfacer por completo al ser».
Śrīmad-Bhāgavatam 1.2.6

En esta declaración, Śrī Sūta Gosvāmī responde la primera pregunta de los sabios de Naimiṣāraṇya. Los sabios le solicitaron que resumiera todo el alcance de las Escrituras reveladas y presentara la parte más esencial, de modo que las personas caídas, o la gente en general, pudieran fácilmente adoptarlo. Los Vedas prescriben dos tipos de ocupación para el ser humano. Una es pravṛtti-mārga, o el sendero del disfrute sensorial y la otra es nivṛtti-mārga, o el sendero de la renuncia. El sendero del disfrute es inferior, y el sendero del sacrificio por la causa suprema, es superior.

La existencia material del ser viviente, es una condición enfermiza de la vida real. Vida real es existencia espiritual o existencia brahma-bhūta [Śrīmad-Bhāgavatam 4.30.20], en que la vida es eterna, bendita y plena de conocimiento. La existencia material es temporal, ilusoria y llena de miserias. No hay felicidad en absoluto. Solo existe el vano intento por dominar las miserias y el cese temporal del sufrimiento es falsamente llamado felicidad. Por consiguiente, el sendero del disfrute material progresivo, que es temporal, miserable e ilusorio, es inferior. Pero el servicio devocional al Señor Supremo, que nos conduce a la vida eterna, bienaventurada y plena de conocimiento, es llamada la ocupación de cualidad superior. Esta a veces se ve contaminada cuando se mezcla con la cualidad inferior. Por ejemplo, la adopción del servicio devocional por ganancia material, es ciertamente una obstrucción al sendero progresivo de la renuncia. La renuncia o abnegación por el bien último, es ciertamente una mejor ocupación que el disfrute en la condición enfermiza de la vida. Dicho disfrute solo agrava los síntomas de la enfermedad e incrementa su duración. Por lo tanto, el servicio devocional al Señor debe ser de cualidad pura, o sea, sin el menor deseo de disfrute material. En consecuencia, debemos aceptar la ocupación de cualidad superior, en la forma de servicio devocional al Señor, sin ningún tinte de deseo innecesario, acción fruitiva o especulación filosófica. Solo esto puede llevarnos al solaz perpetuo en Su servicio.

Hemos denotado premeditadamente a dharma, como “ocupación” porque el significado original de la palabra dharma es “aquello que sustenta la existencia individual”. El sustento de la existencia de un ser viviente es coordinar sus actividades con su relación eterna con el Señor Supremo Kṛṣṇa. Kṛṣṇa es el eje central de los seres vivientes, y El es la entidad cuya forma eterna es absolutamente atractiva, entre los demás seres vivientes o formas eternas. Todos y cada uno de los seres vivientes poseen su forma eterna en la existencia espiritual y Kṛṣṇa es la atracción eterna para todos ellos. Kṛṣṇa es el todo completo, y todo lo demás es Su parte y porción. La relación es la del servido y el sirviente. Es trascendental y es completamente distinta de nuestra experiencia en la existencia material. Esta relación del servido y el sirviente, es la forma más armónica de intimidad. Se la puede comprender a medida que se avanza en el servicio devocional. Todos deben ocuparse en ese servicio amoroso trascendental del Señor. Eso nos brindará gradualmente la clave para la vida real y para complacerlo a entera satisfacción.

Todos anhelamos la auto-satisfacción completa, o ãtma-suprasãda, pero antes debemos saber qué es el ser verdadero. La palabra ãtma o “ser” se refiere al cuerpo, la mente y el alma. En realidad, somos el alma espiritual cubierta por dos clases de “vestidos”. Tal como un caballero se cubre con su saco y camisa, así yo, el alma, estoy cubierto por un cuerpo burdo consistente en los sentidos materiales y un cuerpo sutil, consistente en la mente, la inteligencia y el ego falso. La persona cubierta por el ego falso, se identifica con el cuerpo. Cuando se le pregunta quién es, responde: “Yo soy americano” o “Yo soy indio”, etc. Pero estas son designaciones corporales; no son su verdadera identidad.

La literatura Védica enseña que uno comienza a entender su verdadera identidad cuando piensa, aham brahmãsmi: “Yo soy Brahman o alma espiritual”. Por consiguiente, el Vedãnta-sutra dice: athato brahma jijñãsã “Ahora, se debe inquirir sobre el espíritu”. La forma humana de vida está creada para avanzar en el conocimiento del espíritu y este conocimiento es el comienzo de la verdadera felicidad.

Todos anhelan la felicidad porque somos felices por naturaleza: ãnandamayo ‘bhyãsat [Vedānta-sūtra 1.1.12]. Como almas espirituales, somos naturalmente felices y bienaventuradas. Pero, estamos sufriendo debido a que hemos sido cubiertos por cinco elementos burdos materiales: tierra, agua, fuego, aire y éter, y tres elementos sutiles materiales, mente, inteligencis y ego falso. Los materialistas, se identifican a sí mismos con estas coberturas, buscando satisfacción a través de estos elementos burdos y sutiles del cuerpo. En otras palabras, ellos simplemente anhelan la gratificación de los sentidos, la felicidad del cuerpo. En el mundo material, todos trabajan duro solo por esa felicidad. Algunos tratan de ser felices gratificando los sentidos físicos y otros tratan de ser felices gratificando la mente en objetivos tales como el arte, la poesía y la filosofía. Pero ni la gratificación burda ni la sutil pueden darnos la felicidad real, porque la felicidad real pertenece al alma. Y vemos en verdad que aunque la gente se esfuerza por todo el mundo por las comodidades del cuerpo, por la gratificación de los sentidos, no son felices. Ellos no pueden ser felices, porque el principio básico de la felicidad se ha perdido.

Supongamos que tú tienes un buen saco. Si simplemente lo muestras, lo almidonas y lo conservas con mucho cuidado, nunca serás feliz. Asimismo, ahora estás tratando de ser feliz, gratificando el saco del cuerpo, pero eso no es posible. La felicidad solo viene cuando el alma está feliz. O, supongamos que tienes un pájaro en una jaula. Si simplemente lustras la jaula, pero no le das al pájaro ningún alimento, el pájaro nunca será feliz. Similarmente, el cuerpo material, es la jaula del alma, y si simplemente cuidamos del cuerpo, el alma nunca será feliz. Entonces, comienzo de conocimiento espiritual, es entender que el alma está encerrada dentro del cuerpo y la mente y que ni las comodidades materiales ni la satisfacción mental traerán jamás al alma la verdadera felicidad.

¿Luego, cómo puede ser feliz el alma? Como se expresa en el actual verso del Śrīmad-Bhāgavatam, el alma puede ser feliz solo cuando vive de acuerdo al dharma supremo. Una traducción común inglesa para la palabra “dharma” es “religión”, pero como ya se mencionara, un significado más exacto es “aquello que sustenta nuestra existencia individual” o “ característica esencial individual”. Todo posee una característica esencial. La característica esencial del chili, por ejemplo, es saber muy caliente. Cuando vamos al mercado a comprar chili, probamos lo caliente que están. Si no están muy calientes, los rechazamos. Así, el dharma del chili es ser muy caliente. Similarmente, el dharma del azúcar es ser dulce.

Luego, ¿cuál es el dharma del alma? Estando atrapada por la naturaleza material, el alma adopta diversos dharmas artificiales, basada en su falsa identificación con el cuerpo. Alguien nacido en una familia hindú, dirá: “Yo soy hindú”, alguien nacido en una familia musulmana, expresará, “Yo soy musulmán”, alguien nacido en una familia cristiana, dirá, “Yo soy cristiano” y etc. Pero, como ya he explicado, la propia identidad real es el alma espiritual, aham brahmãsmi : “Yo soy Brahman, un alma espiritual”. Cuando llegamos a ese nivel de entendimiento espiritual, se aclara nuestra característica esencial. Como se explica aquí, sa vai pumsãm paro dharmo yato bhaktir adhoksaje. El dharma supremo del alma es el servicio devocional a Dios. Esa es nuestra característica esencial. Todos ya son devotos, devotos de su país, de su sociedad, de su familia, de su esposa, de sus hijos, de sus sentidos. Nadie puede decir: “ Yo no sirvo a nadie”. Se debe servir forzosamente, porque ese es vuestro dharma. Si una persona no tiene a nadie a quien servir, tiene un gato o un perro y lo sirve. Así pues, prestar servicio amoroso a alguien más, es nuestra característica esencial. Pero, estamos perdiendo el punto. Estamos amando a los gatos y perros y a tantas otras cosas, y estamos descuidando el amar a Dios. Por lo tanto, no estamos obteniendo felicidad real. Cuando orientemos nuestro amor hacia el objeto apropiado, Adhoksaja o Kṛṣṇa, seremos felices.

Cuando la palabra dharma se toma como implicando “religión”, podemos entender a partir de este verso del Śrīmad-Bhāgavatam, que prestar servicio amoroso trascendental al Señor, es la forma más elevada de religión. La pregunta hecha por los sabios en Naimisarãnya, fue: “ ¿Cuál es la mejor forma de religión, por la cual uno puede ser elevado a la emancipación espiritual? “. Algunos dicen que la religión Hindú es la mejor, otros recomiendan la religión Cristiana, otros quizás digan que la religión Musulmana es muy buena y otros más digan que el Budismo es muy bueno, etc. Pero el Śrīmad-Bhāgavatam no propicia la religión Hindú, Cristiana, Musulmana o Budista. Brinda una descripción general de la mejor religión: “La mejor práctica religiosa, es aquella que te permite volverte un devoto de Adhokṣaja”.

“Adhokṣaja” es un nombre sánscrito para la Suprema Personalidad de Dios. El significado literal del nombre Adhoksaja es: “Aquel que vence o “aplasta” (adha) todos los esfuerzos por entenderLo por medio del conocimiento ganado a través de la percepción sensorial (akṣa-ja)”.Este nombre de Dios-Adhokṣaja-es una respuesta a los especuladores mentales que investigan la pregunta: “ ¿Qué es Dios? “y escriben volúmenes de libros. Para ellos, el nombre Adhoksaja dice, “Puedes seguir especulando por muchos miles de años, pero nunca podrás entender a Dios de esa manera”.

Por lo general, la gente dice, “Dios es grande”, pero ellos no saben de qué manera es grande Dios. La grandeza de Dios se indica perfectamente con el nombre “Kṛṣṇa”. Si quieres una definición perfecta de la palabra “Dios”, entonces, esa es Kṛṣṇa, porque la palabra Kṛṣṇa significa “absolutamente atractivo”. A menos que uno sea absolutamente atractivo, ¿cómo puede ser Dios, el más grande? Si alguien es grande, debe ser atractivo. Por ejemplo, John D. Rockefeller y Henry Ford, fueron considerados grandes hombres porque eran muy ricos, y su gran riqueza los hizo atractivos. Entonces, la riqueza es un rasgo de la atracción. Por lo tanto, Dios debe ser la persona más rica. La belleza es otro rasgo atractivo, entonces Dios debe ser la persona más hermosa. Muchas personas, al ver un cuadro de Kṛṣṇa, se convencen de que nunca habían visto a una persona tan hermosa, aunque El es un poquito negruzco. Asimismo, Kṛṣṇa posee completamente las opulencias atractivas de la fuerza, la sabiduría, la fama y la renunciación. Y dado que estas seis opulencias de riqueza infinita, belleza, fuerza, sabiduría, fama y renunciación Lo hacen absolutamente atractivo, Dios es conocido con el nombre de “Kṛṣṇa”. Con estas opulencias trascendentales, El puede atraer a la persona más rica, a la persona más hermosa, a la persona más fuerte, a la persona más sabia, a la persona más famosa y a la persona más renunciada. Tales rasgos infinitamente atractivos, son imposibles para nuestro entendimiento a través de la especulación mental basada en la percepción sensorial, de modo que Kṛṣṇa es también conocido como Adhokṣaja, el nombre usado en este verso del Śrīmad-Bhāgavatam.

Así pues, aquí el Śrīmad-Bhāgavatam, brinda una simple definción de la mejor religión: La mejor religión es aquella por la cual puedes desarrollar tu devoción y amor por Dios. ¡Qué bella es esta definición! Tú puedes seguir al Cristianismo, el Hinduísmo, el Budismo, el Islam, no importa. Pero la prueba de tu éxito será cuánto amor hayas desarrollado por Dios. Si has desarrollado algún sentido de amor por Dios, es que en verdad has seguido los principios religiosos. Religión no significa ir a un templo, mezquita o iglesia como una cuestión de formalidad, observar algunos rituales, dar alguna donación y luego regresar a casa y hacer toda clase de tonterías. Eso no es religión. Supongamos que se dice que alguien es grande. ¿Cual es la prueba de su grandeza? Debe tener grandes riquezas, conocimiento, influencia, belleza, etc. Asimismo, ¿cual es la prueba de que una persona tiene principios religiosos? La prueba es que ha desarrollado amor por Dios. Luego, es religiosa.

Ahora bien, alguien podría decir: “Oh, sí, yo amo a Dios”. Pero, ¿de qué naturaleza es ese amor? En nuestra experiencia en este mundo vemos comúnmente que el hombre ama a la hermosa joven. Pero, ¿por cuánto tiempo? En tanto ella sea hermosa. Y la joven ama al muchacho, ¿por cuánto tiempo? -En tanto su bolsillo esté bien. Eso no es amor: es lujuria. “Amo tu piel. Amo tu dinero”, eso no es amor. Aquí, el Śrīmad-Bhāgavatam expresa que el amor por Dios debe ser ahaituki, libre de motivación egoísta. Y no que digamos, “Mi querido Dios, Te amo porque me das el pan de cada día:. Ya sea en la iglesia, el templo o la mezquita, la gente generalmente ofrece la misma clase de plegaria: “Oh Dios, dame el pan de cada día”. En la India, la gente generalmente va al templo y ora: “Mi querido Kṛṣṇa, estoy en problemas, por favor ayúdame a salir de esto” o “Necesito algo de dinero. Ten la amabilidad de darme un millón de dólares”. Eso no es amor por Dios.

Por supuesto, esta clase de religión es mejor que el ateísmo. Como el Señor Kṛṣṇa declara en el Bhagavad-gītā 7.16: catur-vidhā bhajante māṁ janāḥ sukṛtino 'rjuna. Todo aquel que acude a Dios y pide alguna bendición es un hombre piadoso. Pero, no es un devoto. Quizás se cuente entre las personas piadosas, porque reconoce la supremacía de Dios, pero no ha desarrollado el principio más elevado de la religión, el amor por Dios.

El Señor Śrī Caitanya describe el amor por Dios en Su Śikṣāṣṭaka (7):

yugāyitaṁ nimeṣeṇa cakṣuṣā prāvṛṣāyitam
śūnyāyitaṁ jagat sarvaṁ govinda-viraheṇa me

«¡Oh, mi querido Govinda! Dado que no puedo Verte, cada momento Me parece como doce años”. Todos tienen alguna experiencia de este sentimiento. Si amas a alguien y esperas que tu amado venga en cualquier momento, sentirás cada momento como un día completo. Luego, dado que el Señor Caitanya no puede ver a Kṛṣṇa, El dice, cakṣuṣā prāvṛṣāyitam: “Las lágrimas fluyen de Mis ojos, como torrentes de lluvia” y śūnyāyitaṁ jagat sarvam: “Todo el mundo me parece vacío”. Y, debido a la separación de Govinda, o Kṛṣṇa: govinda-viraheṇa me. Cuando no se puede tolerar la separación de Govinda, eso es amor puro, sin causa, por Dios».

La siguiente palabra usada en el presente verso del Śrīmad-Bhāgavatam, para describir el amor puro por Dios es apratihata, que significa, “sin ser impedido por ninguna razón”. A veces la gente dice, “No puedo amar a Kṛṣṇa porque soy muy pobre” o “No puedo amar a Kṛṣṇa porque no tengo educación, no puedo estudiar la filosofía Vedanta”. No. Para amar a Kṛṣṇa no se necesita ninguna adquisición material. Se puede comenzar desarrollando el amor por Kṛṣṇa simplemente trayendo alguna fruta o una flor al templo y ofrecerla a la forma Deidad de Kṛṣṇa. Ese es uno de los seis signos del amor que Rupa Gosvami describe en su Upadesãmrta (4):

dadāti pratigṛhṇāti guhyam ākhyāti pṛcchati
bhuṅkte bhojayate caiva ṣaḍ-vidhaṁ prīti-lakṣaṇam

Primero, debes dar algo a tu amado y aceptar algo de tu amado. Si simplemente sigues aceptando pero no das nada, entonces no hay amor. Luego gguhyam ākhyāti pṛcchati: No debes conservar ningún secreto en tu mente y tu amado no debe conservar ningún secreto dentro de su mente. Y bhuṅkte bhojayate caiva: Se debe dar al amado comestibles y aceptar comestibles de él o ella. Cuando cultivamos estas seis clases de intercambios amorosos con Kṛṣṇa, desarrollamos amor puro por Dios. Y ese amor debe ser sin ninguna motivación material y sin impedimento.

Si puedes desarrollar dicho amor por Dios, sentirás suprasidanti, satisfacción completa. No más ansiedad, no más insatisfacción. Sentirás que todo el mundo está lleno de placer (viśvaṁ pūrṇa-sukhāyate). Luego, la mejor religión es la que nos enseña como volverse un amante de Dios y la mejor obra de bienestar social es distribuir este conocimiento. Estos son los propósitos del movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. La conciencia de Kṛṣṇa es algo muy hermoso. No depende de ninguna adquisición material, ni puede ser detenida por ningún impedimento. En cualquier parte del mundo, en el hogar o lejos del hogar, se puede cantar el mantra Hare Kṛṣṇa en éxtasis y obtener amor por Dios muy rápidamente.

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