Conciencia el eslabón perdido
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por Bhaktisvarūpa Dāmodara Swami

El estudio científico de la reencarnación, puede arrojar una nueva luz sobre muchos fenómenos sutiles, inexplicables por las teorìas comúnmente aceptadas, fenómenos tales como la amplia variedad de formas vivientes, habilidades innatas claramente no adquiridas del medio ambiente, y experiencias cercanas a la muerte. En los últimos años, los estudiosos de varias disciplinas, han demostrado gran interés en el estudio de la reencarnación, pero para estudiarla significativamente, primero debemos saber si la vida es una entidad eterna que trasciende el cuerpo físico, temporal, o es meramente una combinación de moléculas que se mueven conforme a las leyes de la Fìsica y de la Química.

El Enfoque Reduccionista: Los Atomos y el Vacío

La ciencia moderna trata fundamentalmente de los aspectos objetivos de la naturaleza. Apoyada en un enfoque experimental, basado en datos sensorios, se abocó al objetivo de desplegar las leyes escondidas de la naturaleza, y en definitiva, de encontrar la causa original del mundo que percibimos. ´Gran cantidad de científicos modernos hoy creen que las leyes físicas ciegas y las leyes de la casualidad rigen el cosmos. Ellos dicen que no hay un diseñador, un creador, Dios, ninguna inteligencia detrás de todo el fenómeno cósmico. Siguiendo esta hipótesis, intentan reducir todo a la nada, incluyendo la vida, a la interacción de átomos y moléculas, los objetos familiares de estudio de la Física y la Química.

¿Qué es la Vida?

Basándose en un cúmulo de datos de laboratorio, la teoría científica predominantemente corriente, sostiene que la vida es una reacción química coordinada. Esta teoría implica la presunción básica de que las diversas formas de vida que hoy contemplamos, se originaron por casualidad, en un antiguo medio ambiente químico, el "caldo primordial", y que se han desarrollado por la influencia del azar y las leyes mecánicas ciegas actuantes en un perìodo prolongado. En palabras de Jacques Monod, "En la fuente de cada innovación, se halla la casualidad, en toda la creación de la biosfera. La pura casualidad, absolutamente libre, pero ciega, es la propia raíz del estupendo edificio de la evolución: este concepto central de la Biología moderna, no es solo una, entre otras hipótesis concebibles. Hoy, es la única hipótesis concebible, la única que cierra el hecho observado y probado"- Este es el concepto Neo-Darwiniano. De acuerdo con esta idea, con el transcurso del tiempo, la acción de diversas formas de energía (los rayos ultra-violetas del Sol, la iluminación, la radiación ionizante y el calor), causaron que las moléculas simples y pequeñas, se combinaran para formar los bio-monómeros (por ejemplo, los aminoácidos) y estos biomonómeros a su vez, dieron origen a los bio-polímeros (como ser las proteínas y los ácidos nucleicos). Se ha presumido que por las interacciones apropiadas, ocurrió la auto-organización de estas moléculas, y la vida surgió eventualmente.

Desafortunadamente, esta teoría, por muy atractiva que parezca, solo permanecerá como un modelo teórico, hasta que sus proponentes puedan realmente producir alguna forma de vida en el laboratorio, mediante reacciones químicas. ¿Mas, cómo es ésto? Asumiendo que la atmósfera primitiva era de una clase reductora, Stanley Miller accionó una descarga eléctrica a través de una mezcla gaseosa de Amoníaco, vapor de agua, Dióxido de Carbono e Hidrógeno. Se descubrió que el producto reactivo contenía aldehìdos, ácido carboxílico, y algunos aminoácidos. Puesto que los aminoácidos son los bloques básicos de construcción de las proteínas moleculares, las cuales a su vez son los componentes fundamentales de las células vivas, el experimento de Miller ha sido considerado como un hito, en caso de que las sustancias químicas sean el origen de la vida. Los subsiguientes experimentos en el laboratorio, sobre el origen de la vida, involucraron algunos cambios en los componentes de los reactivos. Cuando las moléculas simples de Cianuro de Hidrógeno (HCN) fueron sometidas a radiación ultravioleta, los bloques de construcción básicos de los ácidos nucleicos (la purina adenina y la guanina) fueron sintetizadas. En experimentos que estimulaban la atmósfera primitiva presumida de la tierra, se generaron las moléculas simples de formaldehído (H20) y estas moléculas simples de formaldehído, a su vez, pasaron por diversas reacciones condensadas base-catalizadoras, para producir innumerables azúcares. Estas se consideran los progenitores de los azúcares biológicos. La acción de la luz ultravioleta y de la radiación ionizante en soluciones de formaldehído, produjo las moléculas de azúcar, la ribosa y la dexo-ribosa, que son los componentes de los ácidos nucleicos.

Hablando prácticamente, luego, a esta altura del conocimiento científico, la mayoría de las sustancias químicas más importantes halladas en la célula viviente (incluyendo el gene), pueden ser sintetizadas en el laboratorio químico. Quienes van a la vanguardia de la Microbiología y la Bioquímica, han hecho un vigoroso esfuerzo por reunir a todas las sustancias químicas necesarias, y preparar la primera vida sintética en el tubo de ensayo. Desafortunadamente, no hay síntomas visibles de vida, cuando se combinan todas estas sustancias químicas. Incluso sin tomarse tanto trabajo en sintetizar todas estas sustancias químicas, los científicos pueden ciertamente aislar las sustancias químicas necesarias de un cuerpo vivo y luego recombinarlas. Si la vida fuera una combinación química, los científicos podrían realmente producir vida en el tubo de ensayo, reuniendo todas estas importantes sustancias quimicas. Sin embargo, no lo pueden hacer. En tal sentido, abundan los motivos por los cuales dudar de que la vida es un proceso químico.

Indudablemente, en las últimas décadas, se han hecho grandes progresos en el campo de la Biología Celular, la Biología Molecular, y la Bioquímica. Por cierto, el descubrimiento del código genético y muchas vías conductoras metabólicas de los sistemas vivientes, son productos de brillantes y delicados investigadores. En merito a los grandes triunfos de la ciencia y la tecnología, en muchas areas del esfuerzo humano (la Medicina, la Agricultura, la Ciencia Espacial, etc.), las mentes científicas inquisitivas y entusiastas, son tentadas a creer que la brillante ambición de sintetizar la vida en el tubo de ensayo, algún día será concretada. Los periódicos científicos y populares, han reportado en tal sentido, muchas proclamas, en relación a que determinados ajustes moleculares, podrìan originar la vida. Ellos presentan, por ejemplo, las gotitas de Oparin y las micro-esferas proteicas de Fox, como las precursoras de la célula viva. Pero un atento examen de estas entidades, revela que son un fenómeno puramente físico-químico. Las gotitas se explican totalmente en el reino de la Química celular, y las microesferas de Fox, son explicables en términos de la química de los péptidos y polipéptidos.

Por lo tanto, pese a los grandes hallazgos y logros científicos, la brillante esperanza y entusiasmo por entender la vida en términos moleculares, parece estar perdiendo fundamento, y muchos científicos prominentes, de diversas áreas, comienzan a dudar sobre la validez de este concepto. En un libro titulado La Biología Hoy, el Premio Nobel de Química, Albert Szent-Gyorgi, señaló: "En mi búsqueda del secreto de la vida, llegué hasta los átomos y electrones, que no poseen vida en absoluto. En alguna parte, a lo largo del hilo, la vida se escurrió de mis dedos. Así pues, en mi vejez, ahora estoy desandando mis pasos..."

No sólo las moléculas, átomos y electrones carecen de síntomas vitales, sino que también el concepto quìmico de la vida fracasa en corresponder con las sutilezas observadas en la vida, el sentimiento singular de los seres humanos, la voluntad, y las facultades de pensamiento, por ejemplo. Si la vida fuera un inter-juego molecular, podríamos explicar estos aspectos sutiles de la vida, en tèrminos solo de moléculas. ¿Cuále sería el componente genético o molécula que induce el sentimiento amistoso del amor y el respeto, entre las personas? ¿Qué molécula o código genético es responsable de los matices artísticos sutiles de Hamlet o la Misa en Re Menor de Bach? ¿Puede una visión mecanicista de la vida, registrar el valor de la vida y de la naturaleza orientada a una meta, en especial entre los seres humanos? Que no haya mecanismos moleculares plausibles que expliquen estos aspectos sutiles de la vida, convierte en razonable el proponer que la vida trasciende la Física y la Quimica.

Un Nuevo Paradigma de la Vida y la Verdad Absoluta

Si la vida fuera aceptada como un fenómeno material totalmente temporal, entonces la idea de una vida anterior o futura de un ser vivo sería eliminada, y con ello la cuestión de la reencarnación. Por supuesto, como hemos visto, hay muchas razones para creer que la vida es trascendental a la materia y, por lo tanto, independiente de las leyes fisicoquímicas que gobiernan la materia. Lo que necesitamos ahora, para estudiar científicamente la reencarnación, es un nuevo paradigma científico que explique el origen de la vida, sus características y cómo se comporta en el mundo de la materia.

Antes de discutir este nuevo paradigma científico, encontraremos útil discutir brevemente la naturaleza de la Verdad Absoluta. Como se mencionó anteriormente, según la ciencia moderna, la Verdad Absoluta (definida como "la causa última de todos los fenómenos") parece estar vagamente incorporada en las leyes físicas llamadas leyes de la naturaleza. En otras palabras, la ciencia moderna postula la Verdad Absoluta como ciega, impersonal y totalmente dentro del marco de los mecanismos push-pull de átomos y moléculas. Ahora, si la naturaleza fuera simplemente un conjunto de partículas que se mueven de acuerdo con ecuaciones matemáticas, sería posible predecir eventos como el nacimiento, la muerte, los accidentes y las guerras con la ayuda de estas ecuaciones. De hecho, debería ser posible comprender todas las complejidades de la vida (pasada, presente y futura) en términos de ecuaciones matemáticas. Sin embargo, todos los pensadores cuidadosos, especialmente los científicos, saben que esto es imposible, que un enfoque puramente matemático para la comprensión de la vida es demasiado restrictivo y muy insatisfactorio. Por lo tanto, necesitamos un nuevo paradigma para el origen y la naturaleza de la vida.

El nuevo paradigma científico que estamos proponiendo, que aborda tanto las complejidades sutiles de la vida, como el carácter en apariencia no-físico de la Verdad Absoluta, deviene básicamente del fundamento cientifico y teológico de los Vedas. De acuerdo con la antigua sabiduría delineada en el Bhagavad-gita (un texto Védico básico), la Verdad Absoluta es la Persona Suprema, que posee conciencia suprema e inteligencia suprema. En otras palabras, la Verdad Absoluta es un ser supremamente consciente. La Verdad Absoluta emana dos energías: la energía inferior, llamada prakrti en sánscrito, caracterizada por la materia inanimada, y la energía superios, compuesta de atmas, entidades vivientes. Las atmas son denominadas la energía superior, porque poseen conciencia, que es el aspecto principal que distingue la vida de la materia.-

El comportamiento de la materia inanimada, puede describirse, hasta cierto punto, en términos de mecanismos de empuje-arrastre, que operan a niveles moleculares, atómicos y subatómicos, y dichos mecanimos, pueden describirse a su vez, utilizando simples ecuaciones matemáticas. Como ya lo hemos señalado, sin embargo, no hay leyes matemáticas que puedan describir el fenòmeno de la vida y sus diversificadas actividades. En consecuencia, la vida es claramente trascendental a las leyes materiales y puede definirse, de acuerdo con los Vedas, como "la partícula fundamental inmaterial, llamada atma, que se caracteriza por la conciencia".

Puesto que la vida es inmaterial y no química, las leyes matemáticas que gobiernan las actividades de la materia inerte, no se aplican a la vida. Sin embargo, es razonable suponer que debe haber ciertas leyes que gobiernan la vida. De acuerdo con el Bhagavad-gita, estas son leyes de un orden más elevado, que incorporan el libre albedrío. (Como veremos, el libre albedrío juega un rol muy importante en la reencarnación). Está claro que los modelos e instrumentos científicos existentes, no pueden asir estas leyes naturales de orden superior, pero es concebible que los experimentos parapsicológicos ahora implementados en muchas áreas, puedan brindar al menos cierta clave en relación a la naturaleza de estas leyes. De tal modo, hay una vasta zona para una mayor investigación en los campos de la parapsicología y la psicología, que nos puede ayudar a entender la ciencia de la vida y sus diversas actividades.

Las Propiedades de la Vida (el Atma)

Hay innumerables atmas (entidades vivientes), cada ser un quántum de conciencia. Cada atma, reside temporalmente en una forma biológica efímera, de acuerdo a la conciencia del atma. Esta conciencia, se debe sólo al atma, pero el contenido de la conciencia del atma, se debe a sus interacciones con el cuerpo particular que ocupa. El cuerpo material puede ser dividido en dos categorías: el burdo y el sutil. El cuerpo sutil está hecho de mente, inteligencia y el ser aparente (o la falsa identificación del propio ser con el cuerpo material). El cuerpo burdo, está hecho de los cinco elementos burdos, materia sólida, lìquidos, energía radiante, gases y sustancias etéreas. La interacción del atma individual con los cuerpos burdo y sutil, produce reacciones complejas inconcebibles, que no pueden ser explicadas por la simple química y física de la célula viva. Es por ello que la Física y la Química no pueden explicar porqué hay tanta diferencia entre un cuerpo vivo y un cuerpo muerto. Simplemente expuesto, cuando el ser viviente individual deja el cuerpo, el cuerpo vivo se convierte en materia muerta, aunque todas las sustancias químicas necesarias para el funcionamiento del organismo vivo estén aún presentes.

La Conciencia y las Formas Biológicas

De acuerdo con la información brindada en los Vedas, las variedades de formas de vida, son productos de las combinaciones y permutaciones de las tres modalidades de la naturaleza material (bondad, pasión e ignorancia). Las formas de vida son tal como casas temporales o apartamentos, de diversos tamaños, formas y colores, en los cuales el ser eterno o ser viviente, reside temporalmente. Las formas biológicas, gobernadas por las tres modalidades,compelen las cualidades y actividades de la conciencia de los seres vivos. De tal forma, el ser individual en un cuerpo de tigre, rugirá fuerte y matarña animales para comer, mientras que el ser viviente, dentro de un cuerpo de cisne, volará graciosamente y nadará por los lagos. Incluso vemos diferencias en una misma familia, causadas por las actividades de las tres modalidades de la naturaleza. Aunque todos los animales están en la modalidad de la ignorancia, ellos estan influenciados por las modalidades de la bondad y la pasión, en diversos grados. Las vacas, por ejemplo, son muy simples y su comportamiento es muy manso; ellas están influenciadas hasta cierto punto por la modalidad de la bondad. La naturaleza feroz de los leones y tigres, por otro lado, revela su conciencia pasional, mientras que los camellos están casi completamente en la modalidad de la ignorancia. De manera similar, en la familia de las aves, los cisnes son muy nobles y graciosos, exhibiendo síntomas de bondad; en los halcones, águilas y pavos reales, predomina la modalidad de la pasión y los buitres y cuervos, están predominantemente en la modalidad de la ignorancia. Aunque las formas biológicas en la misma familia, son similares en naturaleza, la conciencia y comportamiento de estas aves y animales, es diferente. De ahí que hay millones de formas, donde el ser eterno, o ser viviente, mora temporalmente, exhibiendo su comportamiento de acuerdo a la forma en que las tres modalidades de la naturaleza material afectan su conciencia.

La Reencarnación y el Cambio de Cuerpo

Ahora surge la pregunta: "¿Qué determina la forma biológica particular y el tipo de conciencia que adquiere un ser viviente?". Para responder a esta pregunta, investiguemos primero las transformaciones de la forma y la conciencia, que ocurren dentro de nuestro perìodo de vida.

Como se mencionara anteriormente, la conciencia y la forma biológica, se interrelacionan debido a las modalidades de la naturaleza. De tal modo, el cuerpo de un niño y el desarrollo de su conciencia, son diferentes de las de su etapa juvenil, etc. En principio, luego, a medida que el cuerpo cambia de la niñez a la vejez, el ser viviente, o atma, atraviesa realmente por muchos cuerpos de diversas edades y variedades de desarrollo consciente. De tal modo el cuerpo cambia, pero el ser viviente eterno dentro del cuerpo, -el ser- permanece siendo el mismo. La ciencia biológica lo confirma. En su libro El Cerebro Humano, John Pfeiffer señala: "Tu cuerpo no contiene una sola de las moléculas que contenía siete años atrás". El movimiento de la entidad viviente a través de numerosos cuerpos, en una sola vida, -algo que podemos verificar por una pequeña introspección-, puede ser definido como reencarnación o transmigración interna (o continua).

¿Mas qué sucede con el pasaje del ser viviente a un nuevo cuerpo en el momento de la muerte? En conocimiento del autor, los informes de la literatura sobre el estudio de la reencarnación, se basan primordialmente en algunos datos dispersos, respecto a la memoria de algunos niños de sus vidas previas. Esta información, proviene principalmente del Norte de la India, Sri Lanka, Burma, Tailandia, Vietnam y algunas zonas del Asia occidental. Aunque esta información ciertamente sostiene la teoría de la reencarnación, no nos facilita un fundamento científico por el cual estudiarla, dado que la gran mayoría de las personas no recuerda sus vidas pasadas. En consecuencia, debemos consultar una fuente informativa más confiable que la memoria fortuita. Esa información está disponible en los Vedas. En el Bhagavad-gita, el Señor Kṛṣṇa explica muy claramente la reencarnación, a Su amigo y devoto Arjuna. El Señor dice: "Tal como una persona se pone ropas nuevas, descartando las viejas, asimismo, la entidad viviente individual acepta nuevos cuerpos materiales, abandonando los viejos e inútiles". (Bhagavad-gītā 2.22). "Así como la entidad viviente encarnada pasa en un cuerpo, de la niñez a la juventud, a la vejez, asimismo, la entidad viviente pasa a otro cuerpo en la muerte". (Bhagavad-gītā 2.13). El Señor Kṛṣṇa explica además que la mente es el mecanismo que subyace en todas estas transmigraciones: "Cualquiera sea el estado de ser que se recuerde al dejar el cuerpo, ese estado se alcanzará sin falta, en la siguiente vida", (Bhagavad-gītā 8.6). De modo que la entidad viviente en un cuerpo de hombre, podría ir al cuerpo de un animal, un ave, un insecto, una planta, otro humano, etc. Este viaje del ser o entidad viviente, en diferentes cuerpos, puede ser referido como reencarnación o transmigración externa (o discontinua).

Para ilustrar cómo funciona la reencarnación externa, relataremos brevemente la historia del Rey Bharata, una de las grandes personalidades en la historia Védica, del Śrīmad-Bhāgavatam, el principal de los dieciocho Puranas.

Un día, luego que el Rey Bharata hubiera tomado su baño habitual en el Río Gandaki, estaba cantando su mantra, cuando observó a un ciervo hembra, preñada, acercarse a la orilla del río a beber agua. Súbitamente, el rugido estruendoso de un león resonó por todo el bosque. La cierva se asustó tanto que de inmediato dio a luz a su cría. Cruzó el río, pero murió casi inmediatamente después. Bharata se compadeció del venado huérfano, lo rescató del agua, lo llevó a su asrama y lo cuidó afectuosamente. Gradualmente se apegó cada vez más al venado, y siempre pensaba en el con amor.

A medida que creció, el ciervo se convirtió en la compañía constante de Bharata, quien siempre cuidaba de él. De a poco, se absorbió tanto en pensar en el venado, que su mente se agitó, redujo sus disciplinas de meditación y se apartó de su práctica de yoga místico. Una vez, cuando el venado se había ausentado, Bharata se perturbó tanto que fue en su busca. Mientras lo buscaba, y se lamentaba por la ausencia del ciervo, Bharata cayò y murió. Dado que su mente estaba tan absorta en pensar en el ciervo, naturalmente tomó su siguiente nacimiento en el vientre de un venado. (Bhagavad-gītā 5.8)

Como ya se ha mencionado anteriormente, hay un cuerpo sutil, hecho de mente, inteligencia y ego aparente. En cualquier clase de reencarnación, ya sea interna o externa, el ser viviente es transportado por el cuerpo sutil, de acuerdo a las leyes del karma. La palabra karma, es un término sánscrito que puede ser definido como, "la función y actividad de la entidad viviente, dentro del sistema de su libre albedrío y bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, en un período de tiempo determinado". Por cada acción realizada por el ser viviente, él debe sobrellevar una reacción correspondiente. Por ejemplo, si alguien es muy caritativo en relación a las instituciones educativas, en su siguiente vida puede que sea muy rico y reciba una excelente educación. Por otro lado, si uno realiza o tiene un aborto, el o ella, sufrirán el mismo destino en la siguiente vida. De tal modo, llegamos a la definición de reencarnación o transmigración, conforme a la información Védica: "el tránsito continuo de la entidad viviente, de un cuerpo a otro, ya sea interna o externamente,bajo el arreglo de las leyes estrictas de su karma individual".

Evolución y Devolución de la Conciencia

La evolución Darwiniana o, en los tiempos modernos, la evoluciòn química, asume que lo que evoluciona es estrictamente la morfología de un organismo. Las literaturas Védicas, sin embargo,nos dan la información de que no es el cuerpo lo que evoluciona, sino antes bien la conciencia del ser. Y esta evolución de la conciencia, ocurre por el proceso de la transmigración del ser viviente de un cuerpo a otro. Aquellas entidades vivientes que están por debajo de la forma humana de vida, nunca violan las leyes de la naturaleza, ellas no tienen otra opción que seguirlas. De modo que su transmigracíón es estrictamente unidireccional, de formas menos conscientes, a formas más conscientes. En tal sentido, los microbios, plantas, aves, y animales, todos evolucionan y alcanzan la forma humana de vida.

Sin embargo, cuando el ser viviente individual llega a la forma humana de vida, su conciencia se desarrolla completamente, y junto con la misma, su libre albedrío. De tal modo, el ser viviente en la forma humana, puede rebelarse obstinadamente contra las leyes de la naturaleza, o puede estar en completa armonía con las leyes de la naturaleza. En otras palabras, puede ejercer su libre albedrío, ya sea para evolucionar a un plano más elevado de conciencia o para revertirse a un estado inferior. Desde la forma humana de vida, si el ser viviente individual lo desea, puede escapar al ciclo continuo de transmigración de un cuerpo a otro. Esto puede hacerse si utiliza su libre albedrio con propiedad. Por otro lado, si ejerce su libre albedrío impropiamente, luego puede regresar a las especies inferiores. Y esto se llama, devolución de la conciencia: el pasaje del ser viviente de una conciencia elevada, a una conciencia inferior, lo cual los hombres inteligentes desean evitar.

La Reencarnación y la Ciencia de la Autorealización

La sabiduría eterna de los Vedas, nos enseña que la meta de todo conocimiento, es salir del ciclo repetido del nacimiento y la muerte. La inteligencia de todas las formas de vida, debajo de los seres humanos, no está lo bastante desarrollada como para entender la ciencia de la autorealización. En consecuencia, el Vedanta-sutra dice que en la forma humana de vida, uno debe inquirir acerca de la naturaleza de la Verdad Absoluta.

Debemos comenzar por formular preguntas como ser: "¿Quién soy yo?" "¿De dónde vengo?" "¿Cual es el propósito de mi existencia?" "¿Cómo puedo salir del ciclo del nacimiento y la muerte repetidos?" Debemos investigar las respuestas a todas estas preguntas muy acabadamente. Ese es el comienzo de la ciencia de la autorealización, o la ciencia del estudio de la vida.

Bhakti-yoga: El proceso para romper la cadena del nacimiento y la muerte

El proceso sistemático para estudiar el ser, se denomina bhakti-yoga. El bhakti-yoga es, nuevamente, un término sánscrito que signifia, "la disciplina espiritual por la cual uno se relaciona con la Verdad Absoluta, la Persona Suprema, con amor". El principio básico del bhakti-yoga es que, de modo de obtener un conocimiento exacto concerniente a la Verdad Absoluta, uno debe entrenar a la mente apropiadamente, para que sea capaz de recibir el conocimiento que proviene de la fuente superior. Ya hemos analizado cómo nuestro nuevo paradigma científico describe a la Verdad Absoluta como supremamente consciente y que todo, la materia, la vida, el conocimiento, etc., proviene de esa fuente absoluta. Para poder recibir el conocimiento real, la mente individual debe estar libre de la contaminación de las modalidades inferiores de la naturaleza. Una de las principales impurezas, es el falso orgullo, o hubris, que nos impele a creer que podemos entender todo, por el proceso del conocimiento experimental. Debemos abandonar este hubris, controlar la mente y armonizarla con la naturaleza. Para controlar y entrenar la mente, debemos seguir ciertas disciplinas, de las cuales, una de las más básicas es oír apropiadas vibraciones sonoras. Estas vibraciones sonoras se denominan mantras, que significa literalmente, "vibraciones sonoras que liberan a la mente". El mantra más importante dado en los Vedas, es el mantra Hare Kṛṣṇa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Cantar este mantra regularmente, es el método más sencillo y efectivo para purificar la mente de todas las influencias de las modalidades inferiores de la naturaleza.

El oro que obtenemos de una mina de oro, usualmente está en un estado muy impuro, pero por un proceso químico purificatorio, podemos refinar oro puro, a partir del mismo. Asimismo, cuando la mente está contaminada por las modalidades de la naturaleza, se vuelve impura. Tenemos que remover estas impurezas cantando el mantra Hare Kṛṣṇa. Gradualmente, nuestra conciencia se volverá cada vez más pura y se nos revelará nuestra verdadera identidad.

De tal modo, al desarrollar la conciencia pura, revivimos nuestra identidad original como seres espiritualmente puros, incontaminados por las modalidades de la naturaleza. En esta etapa, ya no nos identificamos más con el cuerpo, burdo o sutil y estamos en el plano de la conciencia de Dios, o conciencia de Kṛṣṇa. Así pues, nos liberamos de la reencarnación de una vez y para siempre.

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