Civilización y trascendencia Respuestas a un cuestionario del periódico Bhavan del 28 de junio de 1976
<< 8. Civilización significa regulación >>

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Puedo hacer la próxima pregunta, Śrīla Prabhupāda? “¿Es necesario ayunar y seguir otras reglas dietéticas establecidas para llevar una vida espiritual?”.

Śrīla Prabhupāda: Sí, por cierto. Semejante tapasya es esencial para avanzar en la vida espiritual. Tapasya significa aceptar de manera voluntaria algo que tal vez sea penoso. Por ejemplo, nosotros recomendamos la abstinencia de sexo ilícito, intoxicación, juegos de azar, y consumo de carne. De modo que, para aquellos que están acostumbrados a estos malos hábitos —quizá ello sea un poco difícil en el comienzo. Pero a pesar de las dificultades, uno tiene que hacerlo. Eso es tapasya. Levantarse por la mañana temprano —para quien no está habituado, es un poco difícil, pero uno debe hacerlo. Así que de acuerdo con los preceptos védicos, existen algunas tapasyas que deben ser realizadas.

No es que decimos “puede que lo haga”, o decimos:”puede que no lo haga”. Estas austeridades han de ser ejecutadas. Por ejemplo, en El Muṇḍaka Upaniṣad, se prescribe que si alguien desea volverse autorrealizado, debe acudir a un maestro espiritual: tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet [MU 1.2.12]. Por ende, no es una cuestión de opción, se debe hacer. Uno tiene que poner en práctica la orden del maestro espiritual y la orden del śāstra, las Escrituras. Cuando uno se mantiene en esta dirección sin considerar si es conveniente o no, sino que se hace sencillamente porque así debe ser, esto se llama tapasya. Tapo divyam: [SB 5.5.1] Al igual que otras grandes autoridades espirituales, ṣabhādeva nos dice que esta vida humana está destinada a la austeridad dirigida hacia la comprensión de Dios. Por eso encontramos tantas reglas en nuestra civilización védica.

Desde el mismo comienzo de la vida, uno debe ser un brahmacārī. Se debe ir al sitio donde vive el maestro espiritual y actuar como un sirviente humilde. Si el maestro espiritual dice: “ve al bosque y trae leña”, quizá uno sea el hijo de un rey, pero no se puede rehusar a seguir la orden del maestro espiritual. Uno debe ir. Incluso Kṛṣṇa recibió de Su maestro espiritual la orden de ir al bosque a buscar leña seca: así que tuvo que ir, aunque Su padre fuese Nanda Mahārāja, un rey vaiśya de aldea, y si bien Kṛṣṇa fuese la propia Personalidad de Dios; con todo eso Él no podía negarse, tuvo que ir, nicavat —tal como un humilde siervo. Eso es brahmācārya, vida espiritual como estudiante. Eso es tapasya. Tapasya es tan esencial que debe ser ejecutada. No hay alternativa.

Después de la vida de brahamacārī, uno se puede casar, esto quiere decir que se entra en la vida de gṛhastha, vida familiar. Eso también es tapasya, no es que se puede tener sexo cuando a uno se le ocurra. No. El śāstra afirma: “usted debe hacer sexo de la siguiente manera: Una vez por mes y sólo para engendrar hijos”. De manera que, eso también es tapasya.

Hoy en día la gente no sigue tapasya alguna, pero la vida humana está destinada a tapasya —principios regulativos, hasta en asuntos comunes. Digamos que está conduciendo su auto y va a algún lugar para tratar un negocio urgente, al llegar a una esquina, el semáforo está rojo, usted tiene que parar. No puede decir: “Tengo que estar allá en algunos minutos; así que cruzaré”. No, debe parar. Eso es tapasya.

Con que tapasya significa seguir de modo estricto los principios regulativos, según la orden superior. Y eso es vida humana.

Vida animal, sin embargo, significa que usted puede hacer lo que le plazca. En la calle, los animales pueden ir por la derecha o por la izquierda, no importa. Sus irregularidades no se consideran una transgresión, pues son animales. Pero si un ser humano no sigue los principios regulativos, ello es pecaminoso. Y será castigado. Consideremos el mismo ejemplo: Si usted no se detiene cuando el semáforo está en rojo, tendrá que pagar una multa. Pero si un perro o un gato infringen la ley —”No importa que el semáforo esté en rojo, yo cruzaré”— no serán castigados. Luego tapasya se destina al ser humano. Se debe seguirla en caso de que uno quiera progresar en la vida. Es esencial.

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Entonces, Śrīla Prabhupāda, tapasya incluye dieta regulada?

Śrīla Prabhupāda: Eso también es tapasya. Por ejemplo, nosotros prohibimos el consumo de carne, y esto es un poco importuno en su país, ya que desde el mismo comienzo de la vida, a los niños se los habitúa a comer carne. La madre compra carne molida, la mezcla con líquido, y se lo da como alimento al bebé. Yo vi eso. Así que prácticamente todos han crecido comiendo carne. No obstante, yo digo: “No coman carne”. Por consiguiente esto es dificultoso, pero quien es serio en tornarse autorrealizado, debe aceptar esa orden. Eso es tapasya.

Tapasya se aplica a la dieta, al comportamiento personal, a las relaciones con otros, etc.,etc.. En todos los aspectos de la vida existe tapasya. Todo eso es descrito en El Bhagavad-gītā, tapasya mental, tapasya corpórea, tapasya verbal —vaco-vegam, controlar el impulso de hablar disparates o de modo caprichoso. No pueden hablar cosas sin sentido. Si habla, debe ser acerca de Kṛṣṇa. Eso es tapasya. También hay tapasya en relación a krodha-vegam, el impulso de expresar la ira. Si alguien se enoja y desea manifestar su ira golpeando a alguien o haciendo algo muy violento, tapasya lo restringirá —”No, no haga eso”. También hay tapasya con respecto a la lengua, al estómago y al órgano genital. No se puede comer cualquier cosa, y a cualquier hora. Uno tampoco puede hacer sexo fuera de lo que está de acuerdo con los preceptos de las Escrituras. “Tengo deseo sexual, pero no puedo hacerlo. Esta no es la ocasión apropiada”. Eso es tapasya.

De modo que uno debería practicar tapasya en todos sus aspectos —en el cuerpo, en la mente, en las palabras, en el comportamiento personal y en el trato con otros. Eso es vida humana. Tapo divyam: [SB 5.5.1] si tan sólo desea alcanzar la plataforma humana, y sobre todo si desea avanzar en la vida espiritual, debe actuar según los preceptos sástricos. Eso significa tapasya. Antes de poder tomar parte en la creación, Brahmā se tuvo que someter a tapasya. ¿No es eso lo que se afirma en el śāstra? Sí. En consecuencia, tapasya es esencial. No puedes evitarla.

¿Y cuál es el propósito de ejecutar tapasya? El propósito es el de agradar al Señor Supremo a través del maestro espiritual. Yasya prasādād bhagavat-prasādo: “Sólo se puede alcanzar la misericordia del Señor si se obtiene la misericordia del maestro espiritual”. Ésta es la idea.

¿Ahora bién, en las instituciones educacionales de hoy, quién está enseñando esta tapasya?, ¿qué escuela o Universidad? Los alumnos llegan a fumar delante del profesor, y nadie dice nada, ninguna falta. ¿Qué se puede esperar de tales alumnos? Esta es una civilización animal, no es civilización humana: ninguna tapasya, ninguna vida de brahmacārī. Verdadera civilización significa tapo divyam [SB 5.5.1], austeridad religiosa, y esta tapasya comienza con la vida de brahmacārī, aprendiendo a controlar los sentidos —ese es el inicio de la vida. No que aprende el A B C D mas su carácter quizá sea más bajo que el de un animal, si bien tenga un diploma de la Universidad. “No importa, usted se ha vuelto un erudito.” No —eso no es aceptado.

Incluso desde el punto de vista de la instrucción moral básica, debemos preguntar: ¿Quién hoy en día es educado? Cāṇakya Paṇḍita describe así una persona educada:

mātṛ-vat para-dāreṣu
para-dravyeṣu loṣṭra-vat
ātma-vat sarva-bhūteṣu
yaḥ paśyati sa paṇḍitāḥ

El hombre educado ve a la esposa de otro como a su madre, y la propiedad de otros como basura intocable, y ve a todas las demás personas como a sí mismo.

Ese es un paṇita, un hombre erudito. En El Bhagavad-gītā [5.18], Kṛṣṇa también describe al paṇita:

vidyā-vinaya-sampanne
brāhmaṇe gavi hastini
śuni caiva śva-pāke ca
paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ

El sabio humilde, en virtud del conocimiento verdadero, ve con la misma visión a un manso y erudito brāhmaṇa, a una vaca, a un elefante, a un perro y a un comeperros [un paria].

Este es un hombre erudito, no un poseedor de diplomas. Un poseedor de diplomas que no practica tapasya ni tiene fuerza moral —Kṛṣṇa dice que es— māyayāpahṛta-jñānā: “Alguien a quien el conocimiento le ha sido robado por la ilusión”. Aunque ha aprendido tantas cosas, no obstante, māyā le ha quitado su conocimiento. Él es un bribón, un animal. Ese es el punto de vista de la civilización védica.

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