Civilización y trascendencia Respuestas a un cuestionario del periódico Bhavan del 28 de junio de 1976
<< 2. Avanzando más allá del «progreso» >>

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Pregunta número dos?

Śrīla Prabhupāda: Sí.

Puṣṭa Kṛṣṇa: Se acusa tradicionalmente al Hinduísmo de ser fatalista, de impedir el progreso, volviendo a las personas esclavas de la creencia en la naturaleza inevitable de lo que há de ocurrir. ¿Hasta qué punto esta acusación es verdadera?

Śrīla Prabhupāda: Eso es falso. Aquellos que han hecho esa acusación no saben qué es “Hinduísmo”. En primer lugar, las Escrituras védicas no menciónan “Hinduísmo” alguno, pero sí hablan sobre sanātana-dharma, la religión universal y eterna, y también varṇāśrama-dharma, la organización natural de la sociedad humana. Eso es lo que podemos encontrar en las Escrituras védicas.

Así que, es falsa la acusación de que el sistema védico inhibe el progreso de la humanidad. ¿Qué es ese “progreso”?, ¿un perro saltando es progreso? [Risas]. Un perro está corriendo de aquí para allá en cuatro patas y ustedes están corriendo en cuatro ruedas. ¿Eso es progreso?

El sistema védico es el siguiente: El ser humano tiene cierta cantidad de energía —mejor que la de los animales, mejor conciencia— y esa energía debería ser empleada para el avance espiritual. Por eso, todo el sistema védico se destina al avance espiritual. La energía humana se utiliza con una finalidad más exaltada que la de competir con el perro.

Por consiguiente, a veces, aquellos que no tienen ninguna idea sobre religión advierten que las personas santas de la India no trabajan arduamente como perros. Personas sin cultura espiritual piensan que la carrera de perros es vida, pero la verdadera vida es el progreso espiritual. Por lo tanto, El Śrīmad-Bhāgavatam [1.5.18] dice:

asyaiva hetoḥ prayateta kovido
na labhyate yad bhramatām upary adhaḥ
tal labhyate duḥkhavad anyataḥ sukhaṁ
kālena sarvatra gabhīra-raṁhasā

El ser humano debería emplear su energía para aquello que no obtuvo en muchas, muchas vidas. El alma espiritual ya ha aceptado tantas veces formas de perros, semidioses, gatos, pájaros, o insectos. Existen 8,400,000 formas materiales, con lo que la transmigración continúa, pero en cada una de estas muchísimas formas, la única preocupación es el placer de los sentidos. El perro está ocupado en el goce de los sentidos: “¿Dónde hay comida?, ¿dónde me voy a refugiar?, ¿dónde habrá una perra?, ¿cómo me defenderé?” ... Y el hombre está haciendo estas mismas cosas, pero de un modo diferente.

Así, esta lucha por la existencia continuará, vida tras vida. Hasta un pequeño insecto se está esforzando por obtener estas cosas —āhāra-nidrā-bhaya-maithunam— comer, dormir, aparearse y defenderse. Los pájaros, las bestias, los insectos, los peces, en todas partes, la misma lucha:”¿Dónde habrá algo para comer?, ¿dónde podré hacer sexo?, ¿dónde habrá refugio?, ¿cómo voy a defenderme?”. Por consiguiente, las śāstras [Escrituras] dicen que hemos hecho esas cosas durante muchas, muchas vidas, en el pasado, y si no salimos de esta lucha por la existencia, tendremos que volver a hacerlas en muchísimas vidas más. Por eso, debemos poner fin a esto.

En consecuencia, Prahlāda Mahārāja aconsejó a sus amigos[El Śrīmad-Bhāgavatam 7.6.3]:

sukham aindriyakaṁ daityā
deha-yogena dehinām
sarvatra labhyate daivād
yathā duḥkham ayatnataḥ

Mis queridos amigos, el placer sensual —que se debe apenas a este cuerpo material— es, en esencia, el mismo que en cualquier otro cuerpo. Y así como las miserias vienen sin que las busquemos, la felicidad que merecemos también vendrá, por un arreglo superior.

El perro tiene un cuerpo material, y yo tengo un cuerpo material. Luego, mi placer sexual y el placer sexual del perro son lo mismo. Claro que éste no se avergüenza de hacer sexo en las calles, delante de todos. Nosotros nos ocultamos en un lindo departamento. Eso es todo. Pero la actividad es la misma. No hay diferencia.

Sin embargo, las personas piensan que este placer sexual entre un hombre y una mujer en un bonito y decorado departamento es un gran avance. Pero no lo es, y aún así, ellos están haciendo una carrera de perros por este “avance”. Prahlāda Mahārāja dice que imaginamos que existen diferentes clases de placer de acuerdo con las diferentes clases de cuerpo, pero el placer es fundamentalmente el mismo.

Es probable que, según los distintos tipos de cuerpos, existan algunas diferencias externas en cuanto al placer, pero la cantidad y calidad básicas de dicho placer tienen límites muy bien definidos. Eso se llama destino. El cerdo tiene un cuerpo determinado, y se alimenta de excremento. Esto le está destinado. Usted no puede cambiarlo —”Deje que el cerdo coma halavā [una clase de dulce].” Eso no es posible. Porque el alma tiene un tipo particular de cuerpo, debe comer una determinada clase de alimento. ¿Puede algún científico mejorar el nivel de vida de un cerdo?, ¿es eso posible? [Risas].

Por esta razón, Prahlāda Mahārāja dice que todo lo que tiene relación con el placer material ya se ha determinado. El hombre incivilizado de la jungla tiene el mismo placer sexual que el supuesto hombre civilizado jactancioso que piensa: “en vez de vivir en aquellas chozas de hojas, estamos residiendo en rascacielos. Esto es avance.”

Pero la civilización védica dice: “No, eso no es avance. Verdadero avance es la autorrealización, —cuánto has comprendido tu relación con Dios”.

A veces, la gente tiene un concepto erróneo, y piensa que los sabios que se esfuerzan por la autorrealización son perezosos. En un tribunal, el juez está sentado con sobriedad, aparentemente sin hacer nada; no obstante recibe el mejor salário. Y otro hombre, en la misma corte, trabaja duro todo el día, sellando, y no obtiene ni siquiera la décima parte del salario del juez. Él piensa: “Estoy tan ocupado y trabajo tanto, sin embargo no recibo una buena paga. Ya este hombre, que solo está ahí sentado, le pagan semejante salário.” La crítica de que el Hinduísmo “impide el progreso”, es como la de ese hombre: surge de la ignorancia. La civilización védica es para la autorrealización. Ella se destina a personas inteligentes, que no viven tan sólo para trabajar como asnos, sino que se esfuerzan por aquello que no alcanzaron en muchas otras vidas, a saber, la autorrealización.

Por ejemplo, a veces nos califican de “escapistas”. ¿Cuál es el cargo?

Discípulo: Dicen que huimos de la realidad.

Śrīla Prabhupāda: Sí, huimos de su realidad, que consiste en una carrera de perros, pero la nuestra es el avance en la autorrealización, en la conciencia de Kṛṣṇa. Ésa es la diferencia. Por esto, a los trabajadores mundanos y materialistas se los describe como m™has, asnos. ¿Por qué? Porque el asno trabaja muy duro a cambio de una ganancia irreal. Carga en su espalda montones de ropa para llevarla al lavandero, y éste, le da en pago un poco de pasto. Entonces el asno se para en frente de la puerta del lavandero, comiendo el pasto, mientras éste le coloca la carga nuevamente. El asno no tiene el sentido común para pensar: “¿si me libero de las garras de este lavandero, puedo obtener pasto en cualquier lugar. ¿Por qué esforzarme tanto?”

Los trabajadores mundanos son como este asno. Ellos están muy ocupados en su escritorio. Si usted quiere ver a una de esas personas, él le dirá: “Estoy muy ocupado ahora”. [Risas] ¿Entonces, cuál es el resultado de estar tan ocupado? “Bien, como dos pedazos de pan tostado y una taza de té”. Eso es todo. [Risas] ¿Y es con este propósito que está tan ocupado? Él está ocupado todo el día sólo para que al finalizar la tarde pueda mirar sus libros de cuentas y decir: “¡Oh, el saldo era de mil dólares, ahora se ha convertido en dos mil!”. Ésa es su satisfacción. Pero, a pesar de eso, tendrá los mismos dos pedazos de pan y la misma taza de té, aún cuando ha aumentado su saldo de mil a dos mil dólares. Y todavía trabajará mucho. Es por eso que los karmīs son llamados m™has. Trabajan como asnos, sin ninguna verdadera meta en la vida.

Pero la civilización védica es diferente. La acusación implicada en la pregunta no es correcta. En el sistema védico, las personas no son perezosas, sino que están muy ocupadas trabajando con un objetivo superior. Y tal ocupación es tan importante que Prahlāda Mahārāja dice: kaumāra ācaret prājño: [SB 7.6.1] “Desde la infancia, uno debería trabajar para lograr la autorrealización”. No se tendría que perder ni un segundo. Así que eso es civilización védica.

Por supuesto, los trabajadores materialistas solo ven: “Estos hombres no trabajan como nosotros, como perros y asnos. Así que son escapistas”.

Sí, escapamos de ese esfuerzo infructuoso.

La civilización védica está interesada en la autorrealización y comienza con el sistema de organización social llamado varṇāśrama. Varnāśramācāravatā puruṣeṇa paraḥ pumān viṣṇur ārādhyate: “Todos deberían ofrecer los frutos de su deber ocupacional a los pies de loto del Señor Viṣu, o Kṛṣṇa”. Es por eso que el sistema védico se denomina varṇāśrama —que literalmente significa: “organización social para la vida espiritual progresiva”.

El sistema varṇāśrama tiene cuatro divisiones sociales y cuatro divisiones espirituales. Las divisiones sociales son: los brāhmaṇas [maestros y sacerdotes], los kṣatriyas [administradores y militares], los vaiśyas [granjeros y comerciantes] y los śūdras [artesanos y trabajadores], mientras que las divisiones espirituales son: los brahmacārīs [estudiantes], los gṛhasthas [padres de familia], los vānaprasthas [retirados], y sannyāsīs [renunciantes]. Pero, la meta última es viṣṇur ārādhyate —que todos adoren al Señor Viṣu. Esa es la idea.

Pero los miembros de la así llamada civilización moderna, desconocen el varṇāśrama. Por lo tanto, han creado una sociedad que no es más que una simple carrera de perros. El perro corre en cuatro patas y ellos corren en cuatro ruedas. Eso es todo. Y piensan que la competencia de cuatro ruedas es avance de la civilización.

La civilización védica es diferente. Como afirma Nārada Muni, tasyaiva hetoḥ prayateta kovido na labhyate yad bhramatām upary adhaḥ: la persona erudita y sagaz usará esta vida para obtener aquello que no consiguió en incontables vidas previas —es decir, la comprensión del yo y la comprensión de Dios. Tal vez alguien pregunte: ¿Entonces, no hacemos nada? Sí, no haga nada solo para mejorar su posición material. Cualquiera que sea su felicidad material, le será asignada por el destino, y la obtendrá dondequiera que se encuentre. Acepte la conciencia de Kṛṣṇa, y logrará también estas otras cosas.

"¿Cómo las conseguiré?"

¿Cómo? Kālena sarvatra gabhīra-raṁhasā: mediante el arreglo del tiempo eterno todo ocurrirá a su debido momento. Se da el ejemplo de que, aún cuando nosotros no queremos el sufrimiento, no obstante sobreviene. De manera semejante, a pesar de que no nos esforcemos por la felicidad que nos esta destinada, lo mismo vendrá.

Análogamente, Prahlāda Mahārāja dice, na tat-prayāsaḥ kartavyam: no deberíamos desperdiciar nuestra energía en busca de la felicidad material, porque no podemos obtener más que aquello que el destino nos reservó. Eso no es posible. Cómo puedo creer que si trabajo más no obtendré más felicidad material de la que tendría en caso contrario.

Porque usted está sufriendo tantas condiciones angustiosas aunque no las quiera. ¿Quién desea sufrir? Por ejemplo, en nuestro país, Mahatma Gandhi fue asesinado por sus propios compatriotas. Él era un gran hombre, estaba protegido por tantos seguidores, era amado por todos —y sin embargo lo mataron. Destino. ¿Quién puede protegerlo de todas estas condiciones angustiosas?

“Luego”, se debería concluir, “si estas condiciones angustiosas me son impuestas a la fuerza, la otra especie de condición, también lo será. ¿Por consiguiente, por qué desperdiciar mi tiempo intentando evitar el sufrimiento y obtener una felicidad falsa? Déjeme utilizar mi energía en favor de la conciencia de Kṛṣṇa”. Eso es inteligencia. Usted no puede detener su destino. La pregunta de la revista toca este punto.

Puṣṭa Kṛṣṇa: Sí, la acusación habitual es que este sistema védico de civilización es fatalista, y que como resultado, las personas no hacen tanto progreso material como lo harían de otro modo.

Śrīla Prabhupāda: No, no, el sistema védico no es fatalista. Es fatalista sólo en el sentido de que el destino material no se puede cambiar. Pero su vida espiritual está en sus manos. Nuestro punto es el siguiente: Toda la civilización védica se basa en la comprensión que, en este mundo, el destino sólo concede cierta cantidad de felicidad material, y nuestros esfuerzos deberían, por lo tanto, tener como objetivo la autorrealización. Nadie está disfrutando de la felicidad material ininterrumpida. No es posible. Cierta cantidad de felicidad material y cierta cantidad de sufrimiento material —ambos deben estar siempre presentes. De modo que, así como no puede detener su condición penosa de vida, de la misma manera no puede detener su condición feliz. Vendrá automáticamente. Por ende, no desperdicie su tiempo con estas cosas, mejor es utilizar su energía para avanzar en conciencia de Kṛṣṇa.

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Así pues, Śrīla Prabhupāda, sería exacto, al fin y al cabo, decir que la gente que tiene esta concepción védica no trataría de progresar?

Śrīla Prabhupāda: No, no. “Progreso” —primero usted debe entender lo que es verdadero progreso. —El hecho es que si trata de progresar en vano, para qué intentarlo? —Si es un hecho que no puede cambiar su destino material, por qué habría de esforzarse por ello? Más bien, utilize toda su energía, para comprender la conciencia de Kṛṣṇa. Eso es verdadero progreso. Vuelva muy clara su comprensión espiritual —su comprensión de Dios y del yo.

Por ejemplo, en nuestra Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa, nuestro principal asunto consiste en cómo avanzar en conciencia de Kṛṣṇa. No nos entusiasmamos por abrir grandes, grandes fábricas con enormes máquinas para ganar dinero. No. Estamos satisfechos con cualquier felicidad material o sufrimiento que el destino nos depare. Pero, sí estamos muy ávidos de utilizar nuestra energía para progresar en conciencia de Kṛṣṇa. Este es el punto.

De modo que el sistema védico de civilización se destina a la comprensión de Dios: viṣṇur ārādhyate. En el sistema védico las personas tratan de conseguir eso. En verdad, los seguidores del varṇāśrama-dharma, jamás intentaron obtener el desarrollo económico. Usted, todavía encontrará en la India millones de personas bañándose en el Ganges durante el Kumbha-melā. ¿Ha ido al festival de Kumbha-melā?

Devoto: No.

Śrīla Prabhupāda: En el Kumbha-melā, millones de personas vienen a bañarse al Ganges porque están interesadas en volverse espiritualmente liberadas de este mundo material. Ellas no son perezosas. Viajan miles de kilómetros para bañarse en el Ganges, en un lugar sagrado llamado Prayag. Entonces, aunque no estén ocupados en la carrera de perros, esta gente no es holgazana. Yā niśā sarva-bh™tānāṁ tasyāṁ jāgarti saṁyamī: “Lo que es la noche para el hombre ordinario, es la hora de despertar para el autocontrolado”. El hombre autocontrolado se despierta muy temprano —más o menos en medio de la noche— y se esfuerza para lograr compresión espiritual, mientras que los otros están durmiendo. De forma semejante, durante el día los perros y los asnos piensan: “Nosotros trabajamos, pero estos espiritualistas, ellos no trabajan”.

Así, existen dos plataformas diferentes: la material y la espiritual. Los seguidores de la civilización védica, que es practicada en la India —aunque hoy en día está desvirtuada— de hecho no son perezosos. Están ocupadísimos. No sólo muy pero muy ocupados, sino también kaumāra ācaret prājño dharmān bhāgavatān iha: ellos están intentando volverse autorrealizados desde el comienzo de la vida. Están tan ocupados que desean comenzar el proceso desde su misma niñez. Por consiguiente, es un error pensar que son ociosos.

Aquellos que acusan a la civilización védica de holgazanería o de “inhibir el progreso” no saben qué es verdadero progreso. La civilización védica no está interesada en el falso avance del desarrollo económico. Por ejemplo, a veces las personas se enorgullecen diciendo: “Cambiamos la cabaña por el rascacielo”. Piensan que esto es progreso. Pero en el sistema védico de civilización, uno piensa sobre cuánto ha avanzado en la autorrealización. Se puede vivir en una cabaña y volverse muy avanzado en autorrealización. Pero si uno desperdicia su tiempo transformando su cabaña en un rascacielo, entonces, toda su vida está perdida, acabada. Y en su próxima existencia, será un perro, a pesar de que no lo sabía. Eso es todo.

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Śrīla Prabhupāda, entonces, quizás alguien nos pueda preguntar: ya que no se puede detener el destino, cuando nace un niño, por qué no dejarlo correr por ahí como un animal? Y cualquier cosa que le suceda...

Śrīla Prabhupāda: No. Esa es la ventaja de la forma de vida humana. Usted puede dar a los niños educación espiritual. Por eso se dice, tasyaiva hetoḥ prayateta kovido: utilice esta inestimable forma humana para alcanzar lo que no pudo lograr en muchos millones de formas inferiores. Para ese propósito espiritual es que debería dedicar su energía. Esa ventaja se nos da ahora en la forma humana. Ahaituky apratihatā: el servicio devocional puro al Señor, conciencia de Kṛṣṇa, está abierto para ustedes ahora, y no puede ser detenido. Así como el avance de la seudofelicidad material ya está destinado y no se puede detener, de la misma manera, el progreso en la vida espiritual no puede ser impedido —si uno se esfuerza por ello. Nadie puede parar nuestro avance espiritual. Trate de entender esto.

Puṣṭa Kṛṣṇa: De modo que, no podemos decir que el sistema védico, o sanātana-dharma, es fatalista. De hecho, existe esfuerzo por el progreso.

Śrīla Prabhupāda: Desde luego —progreso espiritual. Sobre la cuestión del “fatalismo”, he dado a menudo el siguiente ejemplo: digamos que el tribunal condena a un hombre a ser ahorcado. Nadie puede detener la ejecución de la sentencia. Ni siquiera el propio juez que dió el veredicto, puede impedirlo; pero si el hombre implora la misericordia del rey, éste puede parar la ejecución. Él puede pasar totalmente por encima de la ley. Por consiguiente, en El Brahma-saṁhitā [5.54] se dice: karmāṇi nirdahati kintu ca bhakti-bhājām, Kṛṣṇa puede cambiar el destino de sus devotos; caso contrario, es imposible.

Por lo tanto, nuestra única ocupación debería ser rendirnos a Kṛṣṇa. Y si usted de modo artificial desea más felicidad a través del desarrollo económico, no le será posible.

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Pregunta número tres?

Śrīla Prabhupāda: ¿Hm?, No. Antes que nada, asegurese de que todo esté claro. ¿Por qué usted está tan ansioso por avanzar? [Risas]

Intente comprender todo, punto por punto. En primer lugar, su destino no se puede cambiar. Eso es un hecho. Pero a pesar de su destino, si se esfuerza por la conciencia de Kṛṣṇa, podrá lograr el éxito espiritual. ¿De otro modo, por qué Prahlāda Mahārāja alentaría a sus amigos?, kaumāra ācaret: “Acepten la conciencia de Kṛṣṇa desde su misma infancia”. ¿Si el destino no puede ser cambiado, entonces, por qué Prahlāda Mahārāja recomendó esto? En general, “destino” significa su futuro material, el cual usted no puede modificar. Pero hasta el destino puede mudar, en el caso que adopte la vida espiritual.

Puṣṭa Kṛṣṇa: ¿Cuál es el significado de apratihatā? Usted dijo que el desarrollo espiritual no puede ser detenido.

Śrīla Prabhupāda: Apratihatā quiere decir lo siguiente: Supongamos que usted esté destinado a sufrir. Entonces apratihatā significa que pese a su supuesto destino de sufrimiento, si adopta la conciencia de Kṛṣṇa, dicho sufrimiento será reducido, o no habrá sufrimiento —y mismo que lo haya, podrá avanzar en la vida espiritual. Como en el caso del propio Prahlāda Mahārāja. Su padre le ocasionó tantos sufrimientos, pero ello no fue un impedimento, él avanzó espiritualmente; y no se perturbó a causa de las tentativas de su padre para hacerlo padecer. Tal estado de existencia se denomina apratihatā: si usted quiere ejecutar conciencia de Kṛṣṇa su condición de vida material no puede detenerlo. Esa es la verdadera plataforma de progreso.

Por supuesto, en lo que concierne a su condición material, no se puede cambiar. Usted tiene que sufrir. Pero, en el caso de un devoto, ese sufrimiento puede ser parado o minimizado. De lo contrario, la afirmación de Kṛṣṇa sería falsa: ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi, “Yo te libraré de todas las reacciones pecaminosas”. El sufrimiento vendrá a causa de mis actividades pecaminosas, pero Kṛṣṇa dice: “Yo te libraré de todas las reacciones pecaminosas”. Esto debería quedar claro. De modo general, no se puede detener el destino. Por lo tanto, en vez de desperdiciar su tiempo intentando cambiar su condición económica o su destino material aparte de la conciencia de Kṛṣṇa, debería emplear su preciosa energía humana para alcanzar conciencia de Kṛṣṇa, la cual, no se puede parar.

Vemos muchísimos hombres trabajando tanto. ¿Eso quiere decir que cada uno ellos se volverá un Ford, o un Rockefeller? ¿por qué no? Todos están tratando de hacer lo mejor que pueden. Pero el señor Ford estaba destinado a convertirse en un hombre rico. Era su destino, así que se volvió un hombre rico. Otro hombre puede trabajar tanto como Ford lo hizo, pero esto no quiere decir que se volverá tan rico como Ford. Esto es práctico. No puede cambiar su destino por el simple hecho de trabajar mucho como los asnos y los perros. No. Pero puede utilizar su energía humana para incrementar su conciencia de Kṛṣṇa. Eso es un hecho.

Discípulo: ¿Śrīla Prabhupāda, si no es posible cambiar el destino, qué es lo que Kṛṣṇa quiere decir en la siguiente afirmación: “Sean felices por medio de este sacrificio”?

Śrīla Prabhupāda: ¿Sabe lo que significa “sacrificio”?

Discípulo: Sacrificio a Viṣṇu, a Kṛṣṇa.

Śrīla Prabhupāda: Sí. Eso significa satisfacer a Kṛṣṇa. Si Kṛṣṇa está complacido, puede cambiar el destino, Karmāṇi nirdahati kintu ca bhakti-bhājām: [Bs. 5.54] Kṛṣṇa puede ambiar el destino de aquellos que Lo sirven con amor y devoción. Entonces sacrificio, yajña, quiere decir satisfacer a Kṛṣṇa. Todo nuestro movimiento de conciencia de Kṛṣṇa tiene la intención de complacer a Kṛṣṇa. En ello consiste todo el programa. No existe la posibilidad de satisfacer a Kṛṣṇa en ningún otro lugar. Cuando una nación declara la guerra a otra, no es posible complacer a Kṛṣṇa o servirlo a Él. Ellos están satisfaciendo sus propios sentidos, están al servicio de sus propios caprichos. Cuando comenzaron la Primera y Segunda Guerra Mundial, la meta no era complacer a Kṛṣṇa. Los alemanes no querían que los ingleses impidieran su goce de los sentidos. En otras palabras, fue una guerra a favor de la satisfacción de los sentidos. “Los ingleses disfrutan del placer de los sentidos; nosostros no podemos hacerlo. Entonces, luchemos.” De modo que no había posibilidad de complacer a Kṛṣṇa. Hmm. ¿Próxima pregunta?

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