Civilización y trascendencia Respuestas a un cuestionario del periódico Bhavan del 28 de junio de 1976
<< 11. «Percibir la unidad» ... con una diferencia >>

Puṣṭa Kṛṣṇa: La próxima pregunta es muy interesante, Śrīla Prabhupāda. “¿Puede ser posible que todas las clases de espiritualistas —sean Advaitistas [partidarios de la unidad del yo con Dios], Dvaitistas [partidarios de la total diferencia entre el yo y Dios], o Viṣiṣ˜ādvaitistas [partidarios de la unidad cualitativa entre el yo y Dios]— se unan, en vez de permanecer aislados como facciones beligerantes?”

Śrīla Prabhupāda: Sí. El sistema enseñado por Caitanya Mahāprabhu consiste en unir a todos los Dvaitistas y Advaitistas en un plan. Todos deben entender que, en esencia, son sirvientes de Dios. El Advaitista piensa, de un modo equivocado, que es uno con Dios, que él mismo es Dios. Eso es un error. ¿Cómo alguien puede volverse Dios? Dios es ṣa-aiśvarya-pūrṇam, aquel que está colmado de seis opulencias. Él tiene pleno poder, plena riqueza, plena belleza, plena fama, pleno conocimiento y plena renunciación. Así que, esa idea advaitan de que podemos volvernos Dios, es artificial.

Los Dvaitistas enfatizan que la persona es absolutamente diferente de Dios, que Dios está separado de la entidad viviente. Pero en verdad, El Bhagavad-gītā nos hace entender que los seres vivientes son partes integrantes de Dios. Y en los Vedas, se dice: nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām (Kaṭha Upaniṣad 2.2.13): Tanto Dios como sus criaturas son entidades vivientes, si bien Dios es la principal; Eko yo bahūnāṁ vidadhāti kāmān: la diferencia es que Dios mantiene todos los otros seres vivientes. Eso es un hecho. Nosotros somos mantenidos, y Dios es el mantenedor; Somos predominados —no somos independientes— y Dios es el que predomina, pero porque las entidades vivientes predominadas son partes integrantes de Dios, en cualidad son uno con Dios.

Por eso, la filosofía de Caitanya Mahāprabhu es acintya-bhedābheda: las entidades vivientes son simultáneamente uno con el Señor y diferentes de Él. El ser viviente es uno con el Señor pues es parte integrante de Él: si Dios fuese oro, la entidad viviente también sería oro; eso es la unidad en cualidad. Pero Dios es grande y nosotros somos insignificantes: en ese sentido somos diferentes. Es por eso que Caitanya Mahāprabhu enunció esta filosofía de acintya-bhedābheda: de forma inconcebible, uno con Dios, y, al mismo tiempo, diferente de Él. Eso es verdadera filosofía.

De modo que en el plan de esta filosofía, todos pueden estar juntos; si son sensatos. Si ellos permanecen, sin razón, atracados en su propia filosofía inventada, entonces es difícil. Pero es un hecho que la entidad viviente es uno y diferente de Dios, por siempre. Encuentre este verso: mamaivāṁśo jīva-loke.

Hari-sauri:
mamaivāṁŚo jīva-loke
jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati

Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, están luchando muy afanosamente con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente.

[Bg. 15.7]

Śrīla Prabhupāda: Por eso, si la entidad viviente es eternamente una parte fragmentaria, ¿cómo puede volverse uno con el todo? La parte jamás es igual al todo: esa es una verdad axiomática. Luego, es un concepto erróneo intentar volverse igual a Dios. Los māyāvādīs lo están intentando, pero eso es imposible. Sería mejor que trataran de tornarse en divinos. Divino significa “siervo de Dios”. Esto los volverá perfectos. La filosofía vaiṣṇava enseña que podemos mantenernos en nuestra posición natural, pero obrar como un sirviente de Dios. Esto es perfecto. Mas si el siervo intenta volverse amo, eso es artificial.

Por supuesto, en el mundo espiritual muchas veces parece no haber diferencia entre el amo y el sirviente. Por ejemplo, los amigos de Kṛṣṇa, los vaqueritos, no saben que Kṛṣṇa es Dios. Juegan con Él en términos de igualdad: cuando, Kṛṣṇa, en broma, es derrotado, tiene que cargar a Sus amigos en Sus hombros. Ellos no saben quién es Dios ni quién no lo es. De manera que esa es la concepción espiritual avanzada. Es evidente que la diferencia entre Dios y los seres vivientes fragmentarios siempre existe, pero a causa de la influencia de la potencia interna de Dios, esa comprensión queda cubierta. Nosotros podemos alcanzar semejante posición después de muchísimas vidas de actividades piadosas. Esto se afirma en El Śrīmad-Bhāgavatam [10.12.11]:

itthaṁ satāṁ brahma-sukhānubhūtyā
dāsyaṁ gatānāṁ para-daivatena
māyāŚritānāṁ nara-dārakeṇa
sākaṁ vijahruḥ kṛta-puṇya-puñjāḥ

Los vaqueritos están jugando con Kṛṣṇa. Y, ¿quién es Kṛṣṇa? Él es la esencia de brahma-sukha, bienaventuranza espiritual. Él es Param Brahman, el Espíritu Supremo. Así que, los niños juegan con el Param Brahman, aunque para una persona ordinaria, Él parezca un niño ordinario. ¿Cómo han llegado los vaqueritos a la posición de poder jugar con Kṛṣṇa? kṛta-puṇya-puñjāḥ: Después de muchas, muchas vidas de actividades piadosas, ellos han alcanzado dicha posición de poder jugar con Kṛṣṇa de igual a igual.

Entonces, este es el concepto de servicio devocional puro —que al llegar a Goloka Vṛndāvana, la morada de Kṛṣṇa, usted Lo amará tanto que no distinguirá entre el Señor Supremo y Sus subordinados. Los habitantes de la morada de Kṛṣṇa tienen ese amor resuelto por Él. Esa es la vida de Vṛndāvana. Las vacas, los terneros, los árboles, las flores, el agua, los ancianos, los padres de Kṛṣṇa Nanda Mahārāja y Yaśodāmay —todos están apegados a Kṛṣṇa de modo intenso. El centro de sus vidas es Kṛṣṇa. Todos aman tanto a Kṛṣṇa que no saben que Él es la Suprema Personalidad de Dios.

A veces, los residentes de Vṛndāvana ven las actividades maravillosas de Kṛṣṇa y piensan: “Kṛṣṇa debe de ser algún semidiós”. Ellos nunca reconocen a Kṛṣṇa por la Suprema Personalidad de Dios —o, si eso sucede, Kṛṣṇa les hace olvidar de inmediato. Cuando Kṛṣṇa manifestó Sus pasatiempos en la tierra, hace unos cinco mil años, pasó por muchas situaciones peligrosas —tantos demonios se le acercaban— y madre Yaśodā cantaba mantras para proteger a Kṛṣṇa, pensando: “Puede que lo salve de alguna calamidad”. La familia y los amigos de Kṛṣṇa jamás comprendieron que Kṛṣṇa es Dios; su amor natural por Kṛṣṇa era tan intenso. Por eso la vida de Vṛndāvana es tan exaltada. Como Caitanya Mahāprabhu enseñó, ārādhyo bhagavān vrajeṣa-tanayas tad-dhāma vṛndāvanam: En primer lugar, Kṛṣṇa —Vrajendra-nandana, el hijo de Nanda Mahārāja— es ārādhya, adorable; siendo así, tad-dhāma vṛndāvanam: Su dhāma o morada —Vṛndāvana— también lo es.

De modo que estos hechos corresponden a un nivel superior de comprensión. Sólo un devoto puede entender que volverse uno con Dios no es una idea sublime. En Vṛndāvana, los devotos desean volverse padre o madre de Dios —controlar a Dios a través del amor. Los māyāvādīs o Advaitavādīs no pueden entender este hecho; sólo los devotos puros pueden comprender estas cosas. ¿Cuál es el beneficio de volverse uno con Dios?

Ni siquiera otras filosofías vaiṣṇavas pueden explicar las relaciones con Dios más elevadas, las cuales Caitanya Mahāprabhu explicó. A saber: vatsalya-rasa (calidad de padre o madre), y madhurya-rasa (amor conyugal). Caitanya Mahāprabhu sobre todo enseñó que nuestra relación con Kṛṣṇa puede ser de amor conyugal, madhurya-rasa.

Pero para nuestra comprensión general, el Señor Caitanya Mahāprabhu introdujo la filosofía de acintya-bhedābheda uno con el Señor, y al mismo tiempo, diferente de Él. Kṛṣṇa explica eso en El Bhagavad-gītā [15.7]: mamaivāṁśo … jīva-bhūtaḥ —las entidades vivientes son partes integrantes de Dios. Luego, somos uno con Dios, ya que tenemos las cualidades de Dios en grado diminuto. Pero Dios es el amo y nosotros somos siempre subordinados. Eko bahūnāṁ yo vidadhāti kāmān: somos protegidos, somos mantenidos y somos predominados. Esa es nuestra posición. No podemos alcanzar la posición de predominio. Eso no es posible.

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