El Bhagavad-gītā Tal y como es
<< 15 - El yoga de la Persona Suprema>>
<< VERSO 5 >>

निर्मानमॊहा जितसङ्गदॊषा; अध्यात्मनित्या विनिवृत्तकामाः
दवन्द्वैर विमुक्ताः सुखदुःखसंज्ञैर; गच्छन्त्य अमूढाः पदम अव्ययं तत


nirmāna-mohā jita-saṅga-doṣā
adhyātma-nityā vinivṛtta-kāmāḥ
dvandvair vimuktāḥ sukha-duḥkha-saṁjñair
gacchanty amūḍhāḥ padam avyayaṁ tat

PALABRA POR PALABRA

niḥ — ; māna — ; mohāḥ — ; jita — ; saṅga — ; doṣāḥ — ; adhyātma — ; nityāḥ — ; vinivṛtta — ; kāmāḥ — ; dvandvaiḥ — ; vimuktāḥ — ; sukha-duḥkha — ; saṁjñaiḥ — ; gacchanti — ; amūḍhāḥ — ; padam — ; avyayam — ; tat — ;

TRADUCCION

Aquellos que están libres de la ilusión, el prestigio falso y la asociación falsa, que comprenden lo eterno, que han terminado con la lujuria material, que están libres de la dualidad de la felicidad y la pena; y que, sin desconcertarse, saben cómo rendirse a la Persona Suprema, alcanzan ese reino eterno.

SIGNIFICADO

El proceso de rendición se describe muy eficazmente aquí. El primer requi­sito es que uno no debe estar alucinado por el orgullo. Es muy difícil que el alma condicionada se rinda a la Suprema Personalidad de Dios, puesto que está muy engreída creyéndose el Señor de la naturaleza material. Uno debe conocer por el cultivo del verdadero conocimiento de que el no es el Señor de la naturaleza material; la Suprema Personalidad de Dios es el Señor. Cuando uno está libre de la ofuscación causada por el orgullo, puede iniciar el proceso de rendición. Para aquel que siempre está esperando algún honor en este mundo material, no es posible rendirse a la Persona Suprema. El orgullo se debe a la ilusión, porque aunque uno viene aquí, permanece por un corto tiempo y luego se va, uno tiene el tonto concepto de que es el señor del mundo. Enton­ces uno hace todas las cosas complicadas y siempre tiene problemas. En realidad todo el mundo se mueve bajo esta impresión. La gente considera que la Tierra, este planeta, pertenece a la sociedad humana, ellos han dividido la Tierra bajo la falsa impresión de que ellos son los propietarios. Uno tiene que salirse de esta idea falsa de que la sociedad es la propietaria de este mundo. Cuando uno se libera de esa idea falsa se libera de todas las asociaciones falsas causadas por los afectos familiar, social y nacional. Estas asociaciones fraudulentas lo atan a uno a este mundo material. Después de esta etapa, se tiene que desarrollar el conocimiento espiritual. Uno tiene que cultivar el conocimiento de lo que es realmente suyo y de lo que no lo es. Cuando se tiene una comprensión de las cosas tal como son, uno se libera de todos los conceptos dualistas tales como felicidad y pena, placer y dolor. Uno se llena de conocimiento; entonces es posible para uno rendirse a la Suprema Persona­lidad de Dios.

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