Más allá de la vida y la muerte
<< 5 Asociándose con Kṛṣṇa >>

Cuando uno consigue algo superior, abandona en forma natural todas las cosas inferiores. Queremos disfrutar, pero el impersonalismo y el nihilismo han creado una atmósfera tal, que nos hemos vuelto adictos al disfrute material. Sin embargo, el disfrute debe ser en relación con la Persona Suprema (puruṣaḥ sa paraḥ), a quien podemos ver cara a cara. En el cielo espiritual podemos hablar personalmente con Dios, jugar, comer con Él, etc. Todo esto puede lograrse por medio del bhaktyā: el servicio amoroso trascendental. Sin embargo, este servicio no debe tener adulteraciones, es decir que debemos amar a Dios sin esperar una recompensa material. Amar a Dios para volverse uno con Él es también una forma de adulteración.

Una de las mayores diferencias que existen entre el mundo espiritual y el mundo material es que en el mundo espiritual el jefe o dirigente de los planetas espirituales no tiene rival. En todos los casos la personalidad principal en los planetas espirituales es una expansión plenaria de Śrī Kṛṣṇa. El Señor Supremo y Sus múltiples manifestaciones presiden todos los planetas Vaikuṇṭhas. En la Tierra, por ejemplo, hay rivalidad por la posición de presidente o de primer ministro, pero en el cielo espiritual todos reconocen a la Suprema Personalidad de Dios como el Supremo. Aquellos que no Lo reconocen e intentan rivalizar con Él son puestos en el universo material, el cual es igual a una prisión. Así como en toda ciudad hay una prisión, y ésta forma una parte muy insignificante de toda la ciudad, así mismo el universo material es una prisión para las almas condicionadas. Aunque el universo material forma una parte insignificante del cielo espiritual, no está fuera de él, tal como una prisión que no está fuera de la ciudad.

Los habitantes de los planetas Vaikuṇṭhas del cielo espiritual son todos almas liberadas. El Śrīmad-Bhāgavatam nos informa que sus rasgos corporales son exactamente como los de Dios. En algunos de esos planetas Dios se manifiesta con dos brazos, y en otros con cuatro. Al igual que el Señor Supremo, los habitantes de esos planetas también manifiestan dos o cuatro brazos, y se dice que no puede notarse la diferencia entre ellos y la Persona Suprema. En el mundo espiritual hay cinco clases de liberación. Sāyujya-mukti es una forma de liberación, en la cual uno se fusiona con la existencia impersonal del Señor Supremo, llamada Brahman. Otra forma de liberación se llama sārūpya-mukti, por la cual uno adquiere rasgos exactamente como los de Dios. Otra forma se llama sālokya-mukti, por la cual uno puede vivir en el mismo planeta con Dios. Con la liberación de sārṣṭi-mukti uno puede tener opulencias similares a las del Señor Supremo. Con otra forma, es posible permanecer siempre con Dios como uno de Sus asociados, al igual que Arjuna, quien siempre permanece con Kṛṣṇa como Su amigo. Uno puede obtener cualquiera de estas cinco formas de liberación, pero los devotos vaiṣṇavas no aceptan la de sāyujya-mukti, fusionarse con el aspecto impersonal. Un vaiṣĀava desea adorar a Dios tal como Él es y desea mantener su individualidad separada para poder servirle, mientras que el filósofo impersonal māyāvādī desea perder su individualidad y fusionarse con la existencia del Supremo. Esta fusión no la recomienda ni Śrī Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā ni la sucesión discipular de los filósofos vaiṣṇavas. El Señor Caitanya Mahāprabhu escribió sobre este tema en Su Śikṣāṣtaka:

na dhanaṁ na janaṁ na sundarīṁ
kavitāṁ vā jagad-īśa kāmaye
mama janmani janmanīśvare
bhavatād bhaktir ahaitukī tvayi

«¡Oh, Señor todopoderoso!, no tengo ningún deseo por acumular riquezas, ni por disfrutar de mujeres hermosas, ni tampoco quiero tener seguidores. Lo único que quiero es que en mi vida haya servicio devocional puro a Ti, nacimiento tras nacimiento».
Śrī Caitanya-caritāmṛta Antya 20.29, Siksastakam 4

Aquí el Señor Caitanya Mahāprabhu se refiere a “nacimiento tras nacimiento”. Cuando hay nacimiento tras nacimiento, no hay posibilidad de liberación. En la liberación uno alcanza los planetas espirituales o se fusiona con la existencia del Supremo: en ambos casos, no hay posibilidad de renacer en el mundo material. Pero a Caitanya Mahāprabhu no Le preocupa alcanzar la liberación o no: Su única preocupación es poder dedicarse a las actividades de conciencia de Kṛṣṇa, o sea servir al Señor Supremo. Al devoto no le importa dónde esté, ni tampoco si nace en la sociedad animal, la sociedad humana, la sociedad de los semidioses o donde sea: él sólo ora a Dios que no le permita olvidarlo, y que siempre pueda ocuparse en Su servicio trascendental. Éstos son los síntomas de la devoción pura. Por supuesto, dondequiera que se encuentre, permanece en el reino espiritual, aun mientras está en este cuerpo material. Pero él no le exige nada a Dios para su elevación o comodidad personal.

Aunque Śrī Kṛṣṇa indica que puede ser alcanzado por aquel que se ha consagrado a Él, existe un riesgo para los yogīs que practican otros métodos de yoga. Para ellos, Kṛṣṇa ha dado instrucciones en el Bhagavad-gītā (8.23) referentes al momento apropiado para abandonar el cuerpo burdo.

yatra kāle tv anāvṛttim
āvṛttiṁ caiva yoginaḥ
prayātā yānti taṁ kālaṁ
vakṣyāmi bharatarṣabha

«¡Oh, tú, el mejor de los Bhāratas!, ahora te voy a explicar los diferentes momentos en los que, cuando el yogī se va de este mundo, regresa a él o no regresa».

Aquí Kṛṣṇa indica que si uno es capaz de abandonar el cuerpo en un momento particular, entonces puede liberarse, para nunca volver al mundo material. Por otro lado, Él indica que si uno muere en otro momento, entonces tendrá que volver. Existe ese riesgo, pero no para el devoto que siempre está consciente de Kṛṣṇa, ya que él tiene garantizada la entrada a la morada de Kṛṣṇa, a causa de su devoción al Señor.

agnir jyotir ahaḥ śuklaḥ
ṣaṇ-māsā uttarāyaṇam
tatra prayātā gacchanti
brahma brahma-vido janāḥ

«Aquellos que conocen al Brahman Supremo, llegan a ese Supremo yéndose del mundo durante la influencia del dios del fuego, durante la luz, en un momento auspicioso del día, durante la quincena de la Luna creciente o durante los seis meses en que el Sol viaja por el Norte».
Śrī Bhagavad-gītā 8.24

El Sol pasa seis meses por el Hemisferio Norte y seis meses por el Hemisferio Sur. En el Śrīmad-Bhāgavatam encontramos información de que así como los planetas se mueven, también el Sol se mueve. Si uno muere cuando el Sol está situado en el Hemisferio Norte, logra la liberación.

dhūmo rātris tathā Kṛṣṇaḥ
ṣaṇ-māsā dakṣiṇāyanam
tatra cāndramasaṁ jyotir
yogī prāpya nivartate
śukla-kṛṣṇe gatī hy ete
jagataḥ śāśvate mate
ekayā yāty anāvṛttim
anyayāvartate punaḥ

«El místico que se va de este mundo durante el humo, durante la noche, durante la quincena de la Luna menguante o durante los seis meses en que el Sol pasa al Sur, llega al planeta Luna, pero regresa de nuevo. De acuerdo con la opinión védica, hay dos maneras de irse de este mundo: una en la luz y la otra en la oscuridad. Cuando uno se va en la luz, no regresa; pero cuando se va en la oscuridad, sí lo hace».
Śrī Bhagavad-gītā 8.25-26

Todo esto sucede por casualidad. No sabemos cuándo vamos a morir, y podemos morir accidentalmente en cualquier momento. Pero aquel que es un bhakti-yogī, quien ha establecido su conciencia en Kṛṣṇa, no tiene posibilidad de casualidad. Él siempre está seguro.

naite sṛtī pārtha jānan
yogī muhyati kaścana
tasmāt sarveṣu kāleṣu
yoga-yukto bhavārjuna

«Aunque los devotos conocen esos dos senderos, ¡oh, Arjuna!, nunca se confunden. Por lo tanto, siempre mantente fijo en la devoción».
Śrī Bhagavad-gītā 8.27

Se ha asegurado que si a la hora de la muerte podemos pensar en Kṛṣṇa, seremos trasladados inmediatamente a la morada de Kṛṣṇa.

anta-kāle ca mām eva
smaran muktvā kalevaram
yaḥ prayāti sa mad-bhāvaṁ
yāti nāsty atra saṁśayaḥ
abhyāsa-yoga-yuktena
cetasā nānya-gāminā
paramaṁ puruṣaṁ divyaṁ
yāti pārthānucintayan

«Y quienquiera que al final de la vida abandone el cuerpo recordándome únicamente a Mí, de inmediato alcanza Mi naturaleza. De esto no hay ninguna duda. Aquel que medita en Mí como Suprema Personalidad de Dios, con la mente constantemente dedicada a recordarme a Mí, y que no se aparta del sendero, él, ¡oh, Pārtha!, es seguro que llega a Mí».
Śrī Bhagavad-gītā 8.5, Śrī Bhagavad-gītā 8.8

Tal meditación en Kṛṣṇa puede parecer muy difícil, pero no lo es. Si uno practica el proceso de conciencia de Kṛṣṇa cantando el mahā-mantra, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, pronto recibirá ayuda. Kṛṣṇa y Su nombre no son diferentes, y Kṛṣṇa y Su morada trascendental tampoco son diferentes. Con la vibración sonora podemos hacer que Kṛṣṇa Se asocie con nosotros. Por ejemplo, si cantamos Hare Kṛṣṇa en la calle, veremos que Kṛṣṇa va con nosotros, así como cuando miramos hacia arriba y vemos la Luna por encima de nosotros, percibimos que ella también va con nosotros. Si la energía inferior de Kṛṣṇa parece que va con nosotros, ¿acaso no es posible que Kṛṣṇa Mismo esté con nosotros cuando cantamos Sus nombres? Él nos acompañará, pero tenemos que calificarnos para merecer Su compañía. Sin embargo, si siempre estamos absortos en pensamientos acerca de Kṛṣṇa, debemos tener la seguridad de que Kṛṣṇa siempre estará con nosotros. El Señor Caitanya Mahāprabhu ora así:

nāmnām akāri bahudhā nija-sarva-śaktis
tatrārpitā niyamitaḥ smaraṇe na kālaḥ
etādṛśī tava kṛpā bhagavan mamāpi
durdaivam īdṛśam ihājani nānurāgaḥ

«¡Oh, mi Señor! Solamente Tu santo nombre puede otorgar todas las bendiciones a los seres vivientes, y por lo tanto tienes cientos y millones de nombres, tales como Kṛṣṇa y Govinda. Tú has investido estos nombres trascendentales con todas Tus energías trascendentales, y ni siquiera hay reglas estrictas para cantar estos santos nombres. ¡Oh mi Señor! Por Tu bondad nos has permitido acercarnos a Ti fácilmente mediante Tus santos nombres, pero soy tan desdichado que no siento atracción por ellos».
Siksastakam 2

Por tan sólo cantar el santo nombre podemos obtener todas las ventajas de la asociación personal con Kṛṣṇa. El Señor Caitanya Mahāprabhu, quien no es sólo considerado un alma iluminada sino también una encarnación de Kṛṣṇa Mismo, ha señalado que en esta era de Kali, aunque los hombres no tienen verdaderas facilidades para la autorrealización, Kṛṣṇa es tan bondadoso que nos ha dado este śabda (encarnación sonora), para que lo usemos como el yuga-dharma, o sendero de iluminación para esta era. Con este método no se necesitan cualidades especiales, y ni siquiera tenemos que saber sánscrito. Las vibraciones de Hare Kṛṣṇa son tan potentes que cualquiera puede comenzar inmediatamente a cantarlas, sin necesidad de conocimiento sobre el sánscrito.

vedeṣu yajïeṣu tapaḥsu caiva
dāneṣu yat puṇya-phalaṁ pradiṣṭam
atyeti tat sarvam idaṁ viditvā
yogī paraṁ sthānam upaiti cādyam

«La persona que acepta el sendero del servicio devocional no está desprovista de los resultados que se obtienen del estudio de los Vedas, de la ejecución de sacrificios austeros, de la caridad o de la ejecución de actividades filosóficas y fruitivas. Por el simple hecho de realizar servicio devocional, ella consigue todo eso, y al final llega a la eterna morada suprema».
Śrī Bhagavad-gītā 8.28

Aquí Kṛṣṇa dice que el propósito de todas las instrucciones védicas es alcanzar la meta última de la vida: volver a Dios. Todas las Escrituras de todos los países tienen esta meta. Éste también ha sido el mensaje de todos los reformadores religiosos o ācāryas. Por ejemplo, en occidente el Señor Jesucristo propagó este mismo mensaje. Lo mismo hicieron el Señor Buda y Mahoma. Ninguno de ellos nos aconseja hacer nuestra residencia permanentemente en este mundo material. Pueda haber pequeñas diferencias de acuerdo con el país, la época y las circunstancias, y de acuerdo con los preceptos de las Escrituras, pero todos los trascendentalistas genuinos aceptan el fundamento principal de que nuestro destino no es estar en este mundo material sino en el mundo espiritual. Todas las recomendaciones encaminadas a satisfacer los deseos más íntimos del alma indican que vayamos a los mundos de Kṛṣṇa, los cuales están más allá del nacimiento y la muerte.

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